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Las comparsas viven unos ensayos de odisea

Seis comparsas suben este viernes al escenario del Santa Catalina pese a las adversidades que han vivido para prepararse en pandemia

Comparsa Lianceiros en el concurso de 2020.

El diseñador de Lianceiros -Jinámar- se rompió una pierna y los de Yoruba -de Pedro Hidalgo- se vieron con el local «en ruinas». Las comparsas han vivido una auténtica odisea para sacar adelante los ensayos en tiempos de Covid-19. Aún así, seis agrupaciones subirán a las tablas del Santa Catalina este viernes.

Las comparsas han luchado contra viento y marea para poder pisar las tablas del Santa Catalina. Reunir a un grupo de baile con un mínimo de 30 componentes no es tarea fácil en época de pandemia y los más carnavaleros lo han vivido en sus carnes en los últimos meses. Pese a todo, serán seis las comparsas que este viernes darán color y golpe de cadera al Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria: Kisamba -ganadora de la última edición-, Chiramay, Cubatao, Baracoa, Lianceiros y Yoruba.

«El tiempo no ha ayudado, pero es algo que nos gusta y vivimos para esto», explica Nerea Armas, quien en esta edición se estrena como presidenta de Lianceiros, la comparsa de Jinámar que tantas alegrías ha dado especialmente en el grupo infantil. «Al no tener un local en condiciones con un tamaño donde podamos estar todas con las restricciones, hemos tenido que hacerlo todo en la calle», indica; y así, cuando no era el viente era la lluvia la que les fastidiaba las coreografías. «Hace muchísimo frío», señala, «hasta se rompió la pierna el diseñador en estas condiciones».

Víctimas del Covid

Pero, tal y como resalta Armas, participar «se lo debíamos a todas». «Los propios niños nos pedían salir al parque», y así fueron una de las dos únicas comparsas infantiles que pisaron el escenario el pasado domingo, «un premio no lo es todo». Es más, este año estrenan también coreógrafo, por lo que buscan dar un revulsivo al espectáculo, «teníamos una deuda pendiente por todos los errores del último año, tuvimos muchos problemas». Y en ese sentido, el diseñador José Julio Armas pondrá la nota con un homenaje a las víctimas del Covid; irán así del blanco al negro al ritmo de La Llorona y «del cielo al infierno».

Sin duda, las comparsas viven unos ensayos de odisea. Los de Yoruba pulieron los últimos detalles este jueves. «Solo hay que repasar detallitos», apunta su presidenta, Araceli Pérez. Para los preparativos, «la gente venía de tres en tres con cita previa para cerrar todo con la costurera». Para las coreografías se vieron sin local, aclara, «lo declararon en ruinas y hemos estado entre un parque en Zárate y la cancha del colegio de Salto del Negro, pero tardaron en darnos el espacio». «Ha sido duro, pero tienen ganas de salir», precisa. Y lo harán con la fantasía ‘Colores en movimiento’, una apuesta que promete «dar alegría a la vida».

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