Carnaval 2024

Más de mil niños dan ritmo al Carnaval en el Festival coreográfico

El Festival Coreográfico Infantil llena de color y música el escenario de Belén María

Participaron 41 formaciones que se movían entre los 20 y los 40 integrantes

El Festival Coreográfico Infantil llenó de color y ritmo el escenario de Belén María. Durante tres horas, más de mil niños demostraron su talento en el baile con coreografías que han ensayado durante semanas o meses. Todo tipo de ritmos encontraron su espacio entre las 41 formaciones que se movían entre los 20 y los 40 integrantes. Además, tres pequeñas bailaron solas y un par lo hizo en pareja. Los familiares no faltaron a la cita para respaldar a los participantes que van desde los 3 hasta los 15 años. 

Noelia Manzano fue a apoyar a su nieta con globos e incluso una bocina. Era la primera vez para la pequeña de ocho años, por lo que estaba un poco nerviosa por la experiencia. Tampoco faltaron a la cita los padres, los tíos y la bisabuela para ver a la niña. «Estamos súper emocionados porque hemos estado todo el año preparando este momento», asegura Manzano. 

Milaya del Pino, la madre de Evelyn Alonso, estaba muy orgullosa de la pequeña por elaborar la coreografía con tanta destreza. La niña participó en el grupo That Power. «Yo estaba flipada y emocionada, además, era la primera vez y lo hizo súper bien», comenta. Para que lleguen al escenario y lo borden también hay detrás un trabajo de la familia para preparar los trajes y apoyar a los niños. Del Pino explica que el disfraz lo compraron y luego hicieron los añadidos como el maquillaje, el peinado o las antenas de alienígena que lucía la pequeña extraterrestre junto a su madre. 

No hubo premios, el festival no distingue entre los mejores ataviados ni entre los diseños más brillantes, solo abre sus puertas al entusiasmo de sus participantes, niñas y niños que viven la ocasión como el más grande de los galardones, y así lo demostraron todos en el escenario.

Bailar hasta en el coche

Para las gemelas de ocho años Aitana y Ariadna Castellano bailar es su rutina diaria. Desde los tres años están apuntadas en una academia, aunque a los cuatro probaron el yudo sin éxito. «No me gustó nada y me volví», comenta una de ellas. «Me gusta bailar porque me encanta moverme», destaca una y su hermana coincide. Para ellas cualquier sitio es bueno para bailar, en la academia, en casa o incluso en el coche practican los pasos que aprenden. 

«Mi madre me dice que no me paro quieta», asegura una de las integrantes de la academia de baile Urban Family. Marta Mayor, Zaraida del Pino, Emma Viera, Valentina Marrero y Valeria Baena estaban disfrazadas con trajes típicos de la India porque bailaron varias canciones de temática Bollywood. 

Los géneros musicales fueron muy variados y hubo un poco de todo. Muchos ecos latinos, reguetón, rap, merengue, samba y voces como la de la mítica Celia Cruz o el mundialmente conocido Quevedo, también cánticos canarios, sus chácaras y sonidos emblemáticos, el ineludible sonido Disney, algo de swing, de rock and roll, midleys variados y música electrónica, entre otros géneros. 

Muchas de las actuaciones fueron un guiño a la alegoría de esta edición ‘Los Carnavales del Mundo’. Varios grupos tomaron como referencia las fiestas de Río de Janeiro, Barranquilla o incluso Nueva Orleans para salir al escenario y darlo todo. 

Aunque en la mayoría de casos actuaron en grupos, tres participantes lo hicieron de forma individual. Fueron Grace Dalia de León Ramírez de tan solo cinco añitos con el número ‘Ven conmigo a bailar en mi mundo de Carnaval’, Isora del Carmen Peña Ramos con ‘Miska, Muska, Mickey Mouse’, y Deborah del Carmen Artiles Ramírez, que bailó el número ‘La camarera de este Carnaval’.

Nostalgia de pisar el escenario

En el festival pueden participar los niños hasta los 15 años, por lo que Yamilet Robaina ya no puede subirse al escenario. Sin embargo, sigue asistiendo para apoyar a su hermana pequeña, que participa con la academia David Estudio. «Cuando estoy aquí es cuando me dan ganas de volver porque veo a las niñas encantadas», asegura. La cita, que se repite cada año siempre le da una gran nostalgia por aquellos buenos momentos que pasó. «Me vienen los recuerdos de experiencias inolvidables», apunta. «Mi hermana se apuntó porque yo le dije que no se lo pensara dos veces», añade. Toda su familia vive intensamente el Carnaval, y también Robaina, que se presentó al Trono Infantil en Las Palmas de Gran Canaria y Maspalomas.

Niyireth Grimanesa Hernández lleva ensayando dos meses para ejecutar a la perfección la coreografía para el gran día. «Me gusta mucho la coreografía de este año», asegura la pequeña de 11 años que lleva desde los tres en baile. Pertenece a la academia Bailando con Clase, los últimos en salir, y a pesar de ello, Hernández asegura que no estaba para nada nerviosa. «Ya me he presentado muchas veces», cuenta. 

No solo los familiares de los participantes asistieron al festival, también lo hicieron algunos curiosos como Bárbara Medina. Es isletera y desde que se inauguró el Carnaval no había pasado por el recinto de Belén María porque no es muy «fiestera». Sin embargo, hoy era día de caminata y cuando estaba en ello escuchó la música, vio el follón y se metió para ver qué era. «Ha venido mucha gente, está muy bien», asegura. «A los niños les gusta esto y está muy bien que lo hagan cuando yo era pequeña en el Carnaval nos perseguía la policía», recuerda Medina.

El respaldo de las familias se notó a través del patio de butacas que se encontraba completo así como buena parte de las gradas, además de los que se animaron a disfrutarlo en pie, en los laterales de la platea. El intenso sol de la mañana obligó a muchos a resguardarse debajo de paraguas para aguantar las tres horas que duró el espectáculo.