Un rotundo 8 para este Carnaval

La vida es un carnaval que empieza y acaba, llena de alegrías, baile y música. El carnaval debe terminar, por fin, ya que han sido más de tres semanas de actos.

Hace años que no teníamos un carnaval tan callejero y fantástico. Muchos opinan y valoran los eventos, galas y mogollones, y cierto que es complicado. Ayer fue la cabalgata. Anteayer elegíamos Drag Queen; una semana más allá, la Reina, y hoy elegiremos nuevo tema. Cuando se apaga una luz se enciende una nueva llama en nuestros corazones. ¡Qué pereza!

Hoy enterramos la fiesta, la sardina partirá despidiéndose en Las Canteras. Sin duda, el acto más divertido de todos. Recuerdo los responsos del dúo Piedra Pómez, vestidos de obispos subidos en un alto atril desde donde alzaban sus plegarias a San Wich, San Dalia o San Tiamén, llorando a lo que ellas llamaban Luzardina, en honor a Pepa Luzardo, alcaldesa en aquella época. ¡Memorable!

Bueno, y como es el final, haré como el resto y puntuaré este carnaval. Quizá pecaré de entusiasta, pero mi madre me educó en la sinceridad y la generosidad. Dentro de la casuística humana y que todos tenemos derecho a errar, y lo digo por los errores en organización, planteamientos y puestas en acción de cualquiera gala, evento, etcétera, doy como puntuación un rotundo 8. Un bonito notable. Considero que es muy buena nota y espero que no nos durmamos en los laureles. Pero quiero anteponer un merecido 10 para todos los vecinos de La Isleta. De nuevo, gracias.

Como colofón final, Mogambo me patrocinará esta noche el traje de plañidera.