La segunda fase del concurso de murgas que se desarrolló en el escenario de Las mil y una noches el pasado martes, fue de ellas. Las murgueras destilaron humor e ironía de la forma más colorida en una velada en la que quisieron reivindicar la importancia de su presencia en la final. "¡Coño, valoren mi trabajo!", lanzaron al jurado durante su presentación las Crazy Trotas, antepenúltimas en salir y ganarse los aplausos de los presentes, especialmente de María Isabel García Bolta, en quien se transformaron las del Risco de San Nicolás, "para contestar a las demás murgas tanta crítica como le hacen". Tramposas les cogió el testigo, si bien el broche final lo puso el tono más grave de Los Legañosos.

"¡Qué el ritmo no pare, no pare, no!". Convertidas en auténticas Aironwoman, las Crazy Trotas hicieron un repaso por la ciudad. Nadando contra las dificultades, corriendo para llegar a fin de mes y frenando el ritmo de sus pedales ficticios para no llevarse por delante a los que saltaron al campo impidiendo es ascenso de la UD, las 62 componentes de la agrupación que dirige Zaraida Perdomo, transformadas en triatletas, sacaron a la palestra preocupaciones y realidades sociales como los desahucios, las petroleras o el paro.

Pero cuando verdaderamente las del Risco de San Nicolás se llevaron de calle al público fue cuando se convirtieron en María Isabel García Bolta, concejal de Cultura, para "defenderse de las críticas que le hacen las murgas". Peluca roja incluida, las mujeres versionaron de la forma más carnavalera a la edil que, entre risas, no dudó en sacar su móvil para inmortalizar el momento. De este modo, contaron que Bolta quería ser "reina del Carnaval o Reinona Drag", a pesar de que quienes la critican son, precisamente "los que se llevan el dinero". Esta segunda actuación les hizo llevarse la ovación del graderío, pero también la de la responsable del Área del Carnaval, que las despidió aplaudiendo.

La última murga femenina de la segunda fase hizo su entrada en el proscenio con una elaborada fantasía inspirada en el lejano Oriente. Tras la suelta de globos de su presentación, las murgueras de Lomo Apolinario hicieron una comparativa entre Arabia y España, en la que el Estado español salió perdiendo por goleada. Mientras que en Arabia está Alí Babá con sus 40 ladrones, aquí la suma de "alcaldes, concejales, tesoreros, jueces, ministros... que mangan" ya se ha perdido. Pero "el rey de todos los que vacilan es el pequeño Nicolás". Además de hacer guiños a la ley mordaza, o al ébola, las Tramposas se transformaron en los perros de Santa Ana para viajar en el tiempo y también solidarizarse con los que duermen en la calle.

"El cuento de la Constitución"

A pesar de haber actuado el día anterior [el lunes] Los Serenquenquenes también estuvieron presentes en la segunda jornada murguera, aunque esta vez en las letras tanto de las Crazy Trotas como de Tramposas. Los últimos en actuar, Los Legañosos, también les dedicaron algunas palabras en tono humorístico. Los del Carrizal fueron la guinda del pastel y de qué manera. Salieron los últimos, vestidos s lo príncipe de Beukelaer, con las galletas y todo, sacaron al escenario "el cuento de la Constitución Española" en la que los derechos han desaparecido por los recortes. Los Legañosos también reivindicaron un referéndum para que el pueblo decida si quiere o no monarquía. Para su segundo tema, En el fondo somos iguales, emularon la vida bajo el mar donde también "todos viven ahogados para llegar a fin de mes y donde el papel de merluzo lo tiene Paulino Rivero".