El poder intimidatorio bajo los tableros puede considerarse como una de las nuevas señas de identidad del Herbalife Gran Canaria en comparación con la anterior temporada. Muchos centímetros para controlar una faceta clave para el juego colectivo de los amarillos. Con la envergadura y el potencial de Anzejs Pasecnicks, quien eclosionó el curso pasado, la dirección deportiva y el cuerpo técnico han apostado por escuderos jóvenes y de mucha altura para complementar a la perla del cuadro claretiano.

Si a los 2,16 metros del letón (21 años) le unimos los 217 centímetros del checo Ondrej Balvin (25) y los 211 del norteamericano Luke Fischer (22), el resultado es un trío de 5, en principio, mucho más temible para los rivales al que completaban en el curso 2016-17 Richard Hendrix y Darko Planinic.

Eso sí, se pierde en experiencia. Aunque Pasecnicks y Balvin, sobre todo el segundo, ya llevan un buen número de partidos exigentes a sus espaldas, Fischer aterriza en Gran Canaria para afrontar su primera experiencia profesional después de dar el salto a la Liga Endesa procedente de la liga universitaria estadounidense (NCCA).

Por lo visto en la primera competición oficial, la Supercopa Endesa de la pasada semana, la composición del nuevo juego interior del Granca hace albergar esperanzas. En la semifinal contra el Real Madrid cumplió. Más dudas creó en la final contra el Valencia Basket, donde ninguno de los tres pudo frenar a un magistral Dubljevic. A nivel individual, en esta cita inaugural de la campaña, del trío de grandes del Herbalife Gran Canaria sobresalía el papel del debutante Fischer por encima de sus compañeros Balvin y Pasecnicks.

Mekel, perfil más europeo

También el Granca ha optado por un perfil diferente para completar el puesto de base después de la marcha de Bo McCalebb. La apuesta es Gal Mekel, un experimentado jugador que exhibe unas características más propias de los directores de orquesta del baloncesto europeo. Aunque se pierda explosividad y juego más directo hacia canasta con respecto a la anterior campaña, se gana en aspectos como la lectura del partido.

El internacional israelí, de 29 años y con pasado en la NBA, parece un buen complemento de Albert Oliver para cubrir con garantías la posición de base. Si el entrenador Luis Casimiro da continuidad a su política de repartir los mismos minutos entre uno y otro, ambos tendrán la responsabilidad de comandar al equipo en cancha casi en la misma medida.

Mekel, aunque fue el último en incorporarse al grupo por su participación en el Eurobasket con su selección, ha tenido apariciones de calidad con su nuevo equipo. Se supone que a medida que se vaya afianzando, su rendimiento irá subiendo enteros.

Si este verano el Herbalife Gran Canaria perdía a sus dos tiradores de referencia en las últimas temporadas, Sasu Salin y Kyle Kuric, para reemplazarlos el club se ha fijado en dos refuerzos cotizados. DJ Seeley, otrora ídolo de la afición amarilla tras su paso por la Isla en 2016, donde causó una gratísima impresión, se vuelve a enfundar la amarilla. Aunque no se trata de un excelso tirador, sí cuenta con cualidades de las que carecían los anteriores escoltas. Por su parte, Marcus Eriksson está llamado a convertirse en el cañonero. Llegar procedente de un club como el Barça es un aval.

Más incógnitas plantea Shaquielle McKissic, recambio de O'Neale en el puesto de alero, pues proviene de competiciones menores como las de Corea del Sur y Turquía.