"Hemos hecho un viaje increíble". Las palabras de Sergio Busquets, jugador del FC Barcelona, al finalizar su último partido liguero contra el Atlético de Madrid en referencia al traslado que tuvo que hacer el conjunto catalán tras su visita el pasado jueves a la Isla, se quedan cortas en lo que le supone viajar al Herbalife hasta Krasnodar para competir en la competición europea. La guerra por los cuartos de la Eurocup comienza en la ciudad rusa después de un tránsito en avión de 5.372 kilómetros -Krasnodar y Gran Canaria se separan en línea recta a 5.100 kilómetros-, después de haber hecho dos paradas: la primera en Madrid desde el domingo, con sesión preparatoria ayer en el Polideportivo Antonio Magariños; para continuar la odisea hasta el sur de Rusia haciendo escala en el aeropuerto de Brindisi (Italia).

En el Basket Hall de Krasnodar comienza la Operación Barbarroja. El intento insular de conquistar Europa pasa por Rusia, contra un equipo que no conoce la cara de la derrota en todas las batallas previas por el continente hasta llegar a estos cuartos de final.

A base de proteger su aro, el escuadrón dirigido por Sasa Obradovic recibe al Herbalife con una tarjeta inmaculada: 16 victorias por ninguna derrota. Los sistemas defensivos del técnico serbio le hacen ser el equipo con menor índice de puntos en contra en la competición: 69.1 puntos. Si acaso, el cerrojo ruso contrasta con la efectividad claretiana. Y es que en el lado opuesto, el Herbalife lidera la media de puntos anotados, 89.5 a su favor, por lo que la lucha de polos opuestos está servida esta tarde a las 17.00 horas (en directo por Teledeporte).

El mayor inconveniente que tiene el Granca para continuar este nivel ofensivo es la baja de su máximo anotador. Marcus Eriksson, que promedia 15.6 puntos por partido, no podrá disputar ninguno de los encuentros de la eliminatoria al tener la muñeca rota, lo que le alejará de las canchas dos semanas más.

Sensaciones opuestas

Las trayectorias de ambos equipos en sus respectivas ligas son bien distintas en el último mes. Teniendo en cuenta el parón de las competiciones por las ventanas FIBA, los amarillos acumulan cuatro victorias consecutivas en la Liga Endesa. La última, cosechada ante el Valencia Basket, actual campeón de la competición, le da un chute de moral a los hombres de Luis Casimiro para afrontar el duelo europeo ante el Lokomotiv, que por su parte llega con tres derrotas consecutivas en la VTB League. Avtodor Saratov, CSKA de Moscú y UNICS Kazán han sido los verdugos de los de Krasnodar.

Ante el UNICS, el último encuentro que disputó el Lokomotiv, recibieron una severa paliza (93-65), un encuentro en el que los hombres más destacados de la plantilla no estuvieron acertados de cara al aro y no pudieron contener el rodillo de los de Kazán.

Sin embargo, ya advirtió Luis Casimiro en el post partido del Valencia su percepción sobre el planteamiento que suelen tener los entrenadores balcánicos cuando coinciden competición europea y doméstica, en el que priorizan sus fuerzas a favor de la continental.

En cuanto a ahorrar fuerzas, el jugador más destacado del Lokomotiv, Ryan Broekhoff, pudo descansar del trajín de las ventanas FIBA. El alero australiano se mantuvo descansado durante las últimas semanas debido a la libertad que da la selección aussie a los hombres que juegan lejos del país.

La defensa amarilla debe tener en cuenta, además de Broekhoff, la calidad que atesoran Trevor Lacey, Joe Ragland o Frank Elegar, si quieren repetir el triunfo en el Basket-Hall que consiguieron en la temporada pasada, cuando se impusieron por un apretado 66-68.

Primer round de la serie al mejor de tres asaltos. En la gélida ciudad rusa, con un termómetro a -1 grados, los de Casimiro esperan regresar con una victoria y sentenciar los cuartos el próximo viernes en el Arena, sin necesidad de tener que recorrerse media Europa y acumular los kilómetros que para Busquets son "increibles".