Cuando se esperaba que Nikola Radicevic fuera el primero de los refuerzos que el Herbalife Gran Canaria necesita para intentar revertir la mala situación que atraviesa el equipo, parece que el base serbio será la única incorporación de un conjunto amarillo que este viernes recibe en el Arena (20.00 horas) al histórico Maccabi Tel Aviv en la séptima jornada de la Euroliga.

Así al menos se desprende de las palabras del entrenador Salva Maldonado, quien confirmó que había solicitado además el fichaje de un hombre más que ayudara a apuntalar el juego interior del Granca.

"De momento no se puede, no hay opciones... Pues a trabajar con lo que hay", confesaba resignado el técnico del conjunto claretiano en la previa del choque contra el Maccabi Tel Aviv.

Salva Maldonado se mostraba contento y satisfecho con la incorporación de Nikola Radicevic, que va a ser presentado oficialmente este viernes como jugador del Herbalife al confirmarse su regreso tras salir del club al finalizar el curso pasado.

"Va a ayudar a la hora de dar energía al equipo, tanto de forma inmediata como a largo plazo. Necesitamos gente sana, jugadores que puedan ayudarnos y rotar en momentos malos. Ya conoce el club y llevábamos varios días tratando de incorporarlo", explicaba.

Confirmó el entrenador que el base serbio será dado de alta en la Euroliga, aunque reconocía que no estará contra el Maccabi Tel Aviv porque no tendría "mucho sentido". "Tenemos 12 jugadores entrenando en estos momentos y su aportación sin haber entrenado ni un día no sería la mejor, además no le hemos fichado por eso, sino porque después tenemos partido el domingo y el martes", reflexionaba.

Salva Maldonado razonaba sobre el fichaje de un hombre al que hace unos meses no se le consideró atractivo para seguir en el proyecto del Granca: "No es que en verano no nos valiera, porque es el mismo, como otros, sino que simplemente en ese momento se pensó en que se podría hacer otro esquema. Se toman las decisiones después de reflexionarlas y están bien tomadas".

Sobre su momento de ánimo actual, después de las varias pitadas que se ha llevado de la grada del Arena ante el mal juego del equipo, el entrenador catalán manifestaba que "estoy bien, con dolor de estómago, el propio de mi profesión, con momentos mejores y peores, sereno, con ánimo de conseguir que el equipo mejore para lograr victorias".

Se muestra "convencidísimo" de que eso va a ser así, "aunque en cuanto a las formas hay varias de hacerlo, sabiendo dónde estoy y dónde estaba". Eso sí, se muestra rotundo, no variará su filosofía de baloncesto, aún reconociendo que se debe mejorar sobre todo en defensa.

"No vamos a cambiar el tipo de juego. Sabemos que debilidades debemos que mejorar y que puntos fuertes tenemos. No estamos consiguiendo jugar como queremos, lo que tenemos es que poner más a tono al equipo. Para intentar ganar no vamos a jugar con posesiones de 24 segundos, conmigo no; vamos a jugar al estilo con el que yo me identifico y el que creo que le gusta a la mayoría de la afición, al menos cuando ganamos, pero claro, el problema ahora es que no estamos ganando".