El Granca llora en Granada todo lo que no supo defender (80-66)

Los claretianos sucumben en tierras nazaríes con 31 triples fallados y 20 pérdidas | Inglis cae lesionado de su rodilla y Lakovic termina expulsado entre aspavientos a los árbitros

David Rodríguez

David Rodríguez

 Visto lo visto en el parqué del Palacio de Granada se puede sentenciar que el Granca hizo más por perder que los andaluces por ganar. Porque por más errores que cometieran los insulares a lo largo del encuentro, por más que se empeñaran en fallar triples (31), por más que estuvieran perdiendo de veinte casi todo el encuentro, increíblemente a falta de un minuto el equipo insular tuvo opciones de pelear por una victoria que nunca tomó cuerpo y que con el marcador 80-66 quedó reflejado finalmente que los andaluces controlaron a los insulares en todo momento.

Un frenazo en toda regla la que vive el Gran Canaria en su afán de “mirar hacia arriba”, tal y como había anunciado Lakovic que era su objetivo de aquí al final de la temporada. Se quedan los claretianos con trece y con la sensación de haber regalado un partido que a poco que hubieran sido el equipo de toda la temporada, no debió haber cedido.

La lectura del partido pasa por la de un compendio de errores por parte de los dos conjuntos. Treinta y siete pérdidas; catorce tiros libres errados por los locales; dieciocho triples fallados entre AJ y Albicy; y una pequeña opción de pelear por el encuentro por parte del Granca cuando Lakovic forzó su expulsión para intentar desequilibrar a los de Pablo Pin y después de ir perdiendo por 20 casi todo el encuentro, a falta de un minuto se puso 72-65.

Todo por la insistencia de un Khalifa Diop y sus 16 puntos, además de los 9 puntos y 17 rebotes de John Shurna. Números que no pudieron competir ante los cuatro jugadores granadinos por encima de la decena en puntuación: Maye (16), Bropleh (15), y los productos de la Vega de San José Cristian Díaz (13) y Petit Niang (12).

Lesión de Inglis

Y es que el partido empezó en ese mar de infortnuios cuando Damien Inglis hacía un balance defensivo para intentar cortar un contraataque del cuadro local comandado por Luke Maye, que esperaba en solitario un pase de Bropleh desde su zona, y al saltar para evitar la asistencia el choque fue como el de dos trenes en sentido contrario. Lágrimas inminentes del francés y se retiraba al banquillo sin poder apoyar su rodilla izquierda flanqueado por Lionel Montelongo, fisio del equipo, y Manu Peña, asistente de Lakovic.

Si Inglis sufrió este accidente fue casi por la necesidad del equipo amarillo, que se sentía huérfano de su capacidad defensiva y por ende el agente doble cero sustituía a un Shurna al que se le había encasquillado el gatillo con un solo acierto de canasta en cuatro intentos. Un desacierto que también comulgaba Albicy con tres triples fallados después de que Pablo Pin mandara flotarle tanto a Renfroe como a Lluis Costa.

En este impass entre la decisión del técnico esloveno sobre qué versión emplear en la pista, si la ofensiva que llegó a ganar en los primeros cuatro minutos hasta el 5-7, pero que comenzó a hacer aguas hasta el 19-11 con el que Bropleh ponía la máxima para los nazariés antes de la conclusión del periodo.

Precisamente el propio Bropleh se iba hasta los diez puntos en apenas cuatro minutos en pista. No encontraba ninguno de los escoltas amarillos cómo frenar al liberiano, que también encontraba su conexión africana con el ex claretiano Petit Niang y volver loco a Lakovic y a su intento de entramado defensivo en la pintura insular. El pívot, por su parte acumulaba diez puntos en el minuto 15 cuando el luminoso del Palacio granadino marcaba 30-18. Veinte entre los dos.

Y así hasta dieciséis tiros seguidos falló el Gran Canaria. ¡Dieciséis! Errores que facilitaron a los nazaríes a firmar un parcial 16-0 con el que pasar del 23-18 al 39-19 con el que Nico Brussino rompió el mal fario desde la línea de tiros libres para llevar el choque hasta el 39-20 en un tsunami constante de contraataques locales.

Tres canastas claretianas

Lo del segundo cuarto claretiano fue para calificarlo de esperpéntico. Solo un triple de Benite, una canasta de Bassas y los dos tiros libres de Brussino fue la aportación ofensiva insular. Mientras, el equipo de Pablo Pin se gustaba con un rtimo vertiginoso y liderado por las cinco asistencias cada uno de Renfroe y Costa. Si no iba perdiendo por más el conjunto de Lakovic fue porque capturó 12 rebotes ofensivos en la primera parte. Rechaces que impedían de alguna manera apaciguar la sed de puntos granadinos.

Con veinte minutos por delante que afrontar, el Granca tenía que encontrar todos los triples que había fallado en la primera parte. Solo dos convertidos en veinte intentos, en los que Albicy acumulaba siete fiascos hasta que se quitó la losa de encima a la octava, nada más saltar a la pista para por fin suspirar de alivio el parisino.

A pesar de que los insulares mejoraron en su registro triplista en el tercer cuarto, con tres anotados en cinco intentos, la rebaja de puntos no llegó en ningún momento. No pasó de los dieciséis abajo, incluso cuando dispuso de un ataque tras tiros anotados de Olek después de una técnica de Ndoye al polaco porque perdió el balón acto seguido.

Tantas pérdidas imposibilitaron cualquier intento de remontada claretiana. Ocho regalos de los de Lakovic, desquiciado y ganándose también una técnica por sus reproches a los árbitros fruto de la frustración. Impetencia a raudales a la que también se sumaba Khalifa Diop con cuatro faltas antes de llegar al último periodo, dejando un juego interior defensivo desnudo ante la ausencia de Inglis.

Justo a través de las técnicas fue como encontró un último intento de desestabilizar a su rival el Granca. Lakovic forzó su eliminación con unas protestas totalmente fuera de sí y pilló a los granadinos con el pie cambiado mientras los amarillos se habían colocado a catorce momentanéamente con el 72-58. Tiró el esloveno tierra a los ojos, Renfroe no anotó ningún tiro libre de la descalificante y un parcial 0-7 metió el miedo en el pabellón andaluz.

En ese intante, a falta de un minuto, Pablo Pin veía peligrar su triunfo y los amarillos creyeron por un momento en un milagro histórico que se encargó de disolver Luke Maye desde el triple, junto a Bropleh, a falta de cuarenta y cuatro segundos para el definitivo 80-66.  

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