Pangos y Newley, héroes en 2016 con caminos cruzados

Dos historias cruzadas con un nexo común entre Kevin Pangos y Brad Newley. Dos caminos opuestos en el que si el base canadiense comenzó su carrera profesional como jugador del Herbalife Gran Canaria en la temporada 2015-16 después de que el ojo clíinico de Berdi Pérez encontrara uno de sus últimos mirlos blancos en la Universidad de Gonzaga –sí, la de John Stockton–, ahora está volviendo a disfrutar de su juego en Valencia tras estar casi medio año parado y sin entrenar con el Milán. El del alero australiano, sin embargo, puso punto y final ayer con el anuncio de su retirada.

Hoy se van a reencontrar Pangos y el Gran Canaria que le dio la oportunidad de tener una carrera exitosa en Europa en un torneo en el que fue dejando señales de la calidad que ostenta para que tras sólo una temporada como amarillo viniera el Zaligiris Kaunas y Sarunas Jasikevicius a ver un sucesor del lituano en él.

Porque en la Copa del Rey de la Coruña, esa que todo aficionado de bien de la escuadra claretiana guarda con el mayor cariño cuando se acerca el mes de febrero por haber vivido la semana más emocionante de sus andaduras con la bufanda al cuello junto a María Pita, fue donde Pangos dejó su sello incluso teniendo que compartir brillo con un Albert Oliver en modo MVP desde la semifinal frente al Bilbao Basket.

Pero para llegar a esa final tras ganar al conjunto vizcaíno en el que había un alero llamado Álex Mumbrú que hoy entrena a Kevin Pangos en el Valencia, primero hubo que ganar el conjunto taronja en cuartos de final. Ese partido que hoy ocho años después vuelve a repetirse.

Ahí, el base canadiense dejó 10 puntos y repartió 8 asistencias en un encuentro que se puso oscuro desde el primer cuarto y que Aíto García Reneses consiguió desatascar a base de defensa y con un dúo exterior formado por Pangos y Oliver, además de la entrega física que arrojaron sus dos aleros: Xavi Rabaseda y Brad Newley.

El australiano no estuvo acertado en la faceta ofensiva ante el equipo que le trajo a España en 2011 y del que dio el salto a un Gran Canaria en el que sudó la gota gorda desde 2012 hasta 2016.

Tanta entrega por el club demostró Newley como para escribir una de las historias más emotivas de la entidad, esa en la que Brad estuvo presente en el parto de su hija hasta las 9.40 horas y decidir posteriormente ir hasta el Centro Insular de Deportes para jugar contra el UCAM Murcia tras ver por televisión que al descanso no iban bien las cosas.

Hizo su puesta en escena en la pista del CID casi poniéndose la ropa en el coche que le llevó al pabellón y tras un breve calentamiento Pedro Martínez le metió en la cancha para jugar 12 minutos y que el Granca ganara el encuentro con 9 puntos, 3 rebotes, 1 asistencia del papá de Beth Rosa.

Ahora, ocho años después de que los dos abandonaran el Gran Canaria, de alguna forma les vuelve a conectar la historia.