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Entrevista a Lalo Daswani

"Nunca olvido que pasé hambre"

"Considero al equipo que compone Sabina como mi familia, porque tengo claro que ellos sin mí saldrían adelante, pero yo sin ellos no", afirma el copropietario de Sabina Beauty & Fashion

Lalo Daswani se dio cuenta enseguida de que la perfumería era un sector de grandes posibilidades, y empezó a contactar con firmas que aquí prácticamente no existían, como Christian Dior y Chanel. Hoy, son líderes del sector, con 20 tiendas en Canarias. Tony Hernández

Lalo Daswani es un empresario de éxito, ese jefe que todo el mundo querría tener porque es un líder nato que, aún sin quererlo, arrastra a la gente y les contagia su entusiasmo. De hecho, la gran familia que compone Sabina Beauty & Fashion le acompaña desde hace años con una fidelidad y una alegría que sorprende a quienes tenemos la suerte de entrar en su círculo más cercano.

Quizás sea esa calidad humana la que le dio el valor suficiente como para embarcarse con 17 años desde su pueblo natal, Pune, muy cerca de Bombay, a Tenerife, donde poco antes había recalado una de sus hermanas. "Trabajé como mozo de almacén en una tienda de electrónica, la jornada era interminable y el salario muy pequeño, pero nunca perdí la esperanza de lograr una vida mejor", recuerda.

Ya entonces vislumbraba su habilidad innata para hacer negocios. Por eso un día decidió pedirle a su patrón el finiquito. "Me fui a trabajar con mi hermano Kanayo y con ese dinero compré mecheros, postales y tabaco que vendíamos a los turistas. En un solo día gané más que durante todo un mes en el otro trabajo".

Fueron tiempos de penurias, pero Lalo nunca perdía la esperanza. Aún hoy mantiene que la suerte no existe, que lo que vale es el trabajo y la actitud ante la vida. "Por eso, en Sabina Beauty & Fashion, cuando contratamos a alguien, a la hora de seleccionar siempre predomina la actitud sobre la aptitud, porque los conocimientos se adquieren, pero los rasgos fundamentales de la persona es muy difícil modificarlos", me dice, y estoy complemente de acuerdo.

No suele prodigarse en los medios porque su vida es sencilla, tal como corresponde a un hombre en el que la falta de ostentación adquiere un significado grandioso: no le gusta presumir, le cuesta muchísimo hablar de sus logros y, en el fondo, sigue siendo ese niño inocente que se mueve con el corazón y se rige por dos lemas maravillosos: "trata a la gente como te gustaría que te trataran a ti, haz el bien y no mires a quién", me dice.

Hoy, cuatro décadas después, estamos cenando en un restaurante excepcional, el Gorbea, situado en el ático de un hotel muy querido por los canarios, Gloria Palace San Agustín Thalasso & Hotel, todo un referente de la hostelería del Sur desde que lo ideara otro hombre excepcional, don Ladislao Mañaricúa, ya fallecido, pero que dejó un legado admirable a la siguiente generación, cuya cabeza más visible es José María Mañaricúa, flamante presidente en funciones de la Federación de Empresarios Hoteleros y copropietario junto a sus hermanos de los Gloria Palace Thalasso & Hotels.

Llegamos al atardecer al ático del hotel, donde se sitúa este bonito restaurante, y nos sorprenden unas vistas que emocionan por su belleza. La luz dorada impregna de un halo mágico el chill out que precede al local donde vamos a cenar, escenario perfecto para una copa y para ese tipo de celebraciones que jamás se olvidan.

Coctelería de autor

Nos recibe el maître, David Tacoronte, y un equipo de profesionales que se afana por agradar al cliente. "Lo ideal es comenzar con un cóctel de nuestro barman y coctelero, José Calderón, experto en coctelería de autor, con creaciones que hacen las delicias de los visitantes", sugiere David, y nos dejamos agasajar con un refrescante combinado a base de manzana verde y sin alcohol, pues Lalo no bebe otra cosa que no sea agua, zumos naturales y algún que otro refresco. "Recuerdo una vez que tuvimos un almuerzo de trabajo con el director de la firma Guerlain en un restaurante del Sur. A la hora de pedir la bebida, él eligió un ´Lambrusco´, pero yo no sabía que era vino. Como ví que tenía burbujas, pensé que era refresco, así que me tomé un vaso. Al rato me encontraba tan mal que tuve que irme a casa", recuerda Lalo, y nos reímos porque el momento debió ser cómico.

Así que por esta vez, seré yo sola la encargada de dar buena cuenta del vino elegido en este menú degustación excepcional, Teo´s 2011, un Rioja que marida perfectamente con tan deliciosa cena, compuesta de gazpacho de manga con algas, gambas al ajillo con tallarines de chipirones, risotto de setas con crujiente de parmesano y espárragos trigueros, pluma ibérica con reducción de Pedro Ximénez.

Disfrutamos de los delicados sabores de cada plato y Lalo sigue sorprendiéndome con sus anécdotas. "El viaje duró 20 días en barco, y cuando llegué aquí, comía siempre pizza o comida china, lo demás no me gustaba". Pero hoy las circunstancias han cambiado, y es una gozada ir a medio día a su empresa y ver cómo se mima a los trabajadores con el buen hacer de una cocinera excepcional, Mayra, una cubana que cocina como los ángeles y que cada día prepara carnes, pescados y verduras en un festival para los sentidos. "También contamos con Raju, el cocinero hindú que a diario prepara recetas tradicionales de India me hace recordar los sabores de mi niñez", me cuenta mientras confiesa que le encanta empujar con un trozo de chapati, el pan hindú con forma de torta, unos fideos con sopa de lentejas picante y volver a los sabores de su niñez. "No me olvido ni un solo día de cuando pasé hambre, así que por eso me gusta tanto la hora del almuerzo en la amplia cocina que tenemos en Sabina, cuando todos nos reunimos para comer en familia, así es como siento a la gente que trabaja conmigo, porque ten-go muy claro que ellos sin mí podrían seguir adelante, pero yo sin ellos no".

La verdad es que cada frase que sale de su boca te hace pensar y plantearte si es posible tanto sentido común en un hombre hecho a sí mismo, que no le gusta presumir de otra cosa que no sea su esposa, sus hijos, el resto de la familia y sus empleados. "Claro que me han decepcionado en alguna ocasión, pero siempre hago las cosas sin esperar nada a cambio, porque cuando ayudas a alguien desinteresadamente, de alguna manera eso bueno que has hecho vuelve a ti".

Y de esta manera me sigue explicando su forma de ver la vida, el recorrido que ha ido haciendo hasta llegar a este punto dulce donde se encuentra. "Ahora somos líderes del sector, estamos consolidados como marca y la gente identifica nuestro nombre con la cosmética, los perfumes y también con la moda y los complementos, dos divisiones que hemos ido añadiendo a nuestro portafolio de productos bajo la marca Ö by Sabina".

Y la empresa sigue afianzándose y creciendo gracias al gran equipo humano que lo compone, grandes profesionales sobradamente preparados y al día de las últimas formas de venta, como la página web www.perfumeriasabina.com, además de las 20 tiendas repartidas por las principales zonas comerciales de todo el Archipiélago Canario, donde se mima al cliente y se vende mucho más que cosmética, perfumería o moda: "Vendemos sensaciones, porque Sabina Beauty & Fashion es todo corazón".

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