Una mirada altiva. Así es la descripción que realiza el nieto de la obra de su abuelo. Más allá de la genealogía, Felo y Felo, Monzón y Monzón, son artistas y transformadores del tejido social que habitan y, por fin, dialogan en un espacio común. Ya hay una respuesta a Composición con tres figuras, la pintura que regresó al Teatro Cuyás después de casi tres décadas con motivo del 112 aniversario del nacimiento del artista plástico, con la conformación en estos días de Homenaje a la mirada, realizada por el colectivo artístico CNFSN+ del propio Rafael Monzón y Antonio Cruz.

A caballo entre la etapa indigenista y constructivista, el mural primigenio fue hecho en la década de los 50 con pintura acrílica y, después de ser rescatado de Infecar, la recuperación inspiró al dúo conformado por el licenciado en Bellas Artes y Pedagogía, quienes buscan un prisma novedoso a sus intervenciones. "Mi abuelo pintaba a las aparceras con la mirada altiva de la dignidad, a pesar del sufrimiento. A esos hombres y mujeres cuya intención era decir que estaban ahí y que su intención era evolucionar como progresistas, ese era su discurso. Por lo que quisimos ampliar esas miradas, también en referencia al papel que juegan dentro de las artes escénicas", adelanta Monzón nieto.

La propuesta con una inversión de 7.000 euros, les llegó de la mano de Manuel Pineda, gerente de la Fundación de las Artes Escénicas y de la Música de Gran Canaria, con el fin de revitalizar los patios del recinto e insuflar un espíritu jovial, lleno del temperamento de la generación actual, al público que pronto lo contemplará. Evitando las horas de sol punzante, Rafael y Antonio escalan por la grúa hasta alcanzar el iris de su creación y pronto terminarán con una capa protectora de barniz acrílico que la resguarde frente a las inclemencias del tiempo. Entonces, y no antes, tal vez se sienten, por fin, a observarla con detenimiento después de que el reloj pare.

"Confieso que siempre he sentido cierta reticencia a hacer homenajes a mi abuelo", responde el artista. Con orgullo celebra y vive la obra de Felo Monzón, aunque entiende que sus caminos han sido largos y distantes, pues quería evitar las comparaciones con la gran sombra que aún proyecta su antecesor. A pesar de ello, a sus 45 años, el creador urbano ya es un referente en su género, por lo que expresa que "esta propuesta ha llegado en el momento y sitio ideales". Mano a mano con Antonio Cruz, con colores lisos, geométricos, arremolinados, mostrarán el poder de este sentido que atraviesa y deja paralizado al interlocutor.

Empezó hace treinta años pintando grafitis en la calle y, de pronto, ve que esas instituciones que antes los perseguían ahora los buscan para replantear los entramados urbanos. A lo largo de su experiencia, advierte que, junto a Antonio Cruz, ha dado voz a la ciudadanía, ha enganchado a los más jóvenes a la expresión y, sobre todo, ha dignificado los muros inhóspitos. "Cuando uno hace este tipo de obra, hay que dejar los egos aparte y crear un proyecto que mejore el entorno, aunque aquí, en Canarias, todavía cueste un poco. Sin embargo, el artista urbano ha de tener un compromiso con el lugar en el que pinta", subraya, ya que ahí está el verdadero fin de su disciplina: ser parte del cambio que genera en la comunidad.

Remodelaciones en el Teatro Cuyás

La realización de esta obra, que ha supuesto una inversión de unos 7.000 euros, entre la preparación del soporte y la ejecución del mural propiamente dicho, se enmarca, además, en un conjunto de actuaciones más amplio para la puesta a punto del recinto, con vistas al estreno, la próxima semana, de su temporada 2022/2023 con el montaje titulado Decadencia, con Pedro Casablanc y Maru Valdivielso como protagonistas.

En total, se han invertido en tiempo récord 732.000 euros que se han ido destinados a la impermeabilización del patio (192.830 euros); la renovación integral de la cafetería (distintos proyectos valorados en 112.912,05 euros) y la sustitución de los anteriores sistemas de iluminación y sonido, de las medidas de seguridad pasiva y del cableado que da soporte al sistema de comunicación (151.961,73, 177.836,80, 30.193,25 y 23.264,99 euros, respectivamente).

Asimismo, se ha adquirido equipamiento informático de última generación (5.500 euros) y se han iniciado los trabajos para la construcción de unas salas polivalentes en las antiguas cuarterías cedidas por el Cabildo de Gran Canaria en la calle de Domingo J. Navarro (196.375,20 euros).

Finalmente, el Consejo Insular de la Energía de Gran Canaria instalará sobre las oficinas paneles solares con un presupuesto cercano a los 30.000 euros. Esta última actuación forma parte del proyecto Revolución de las azoteas impulsado por el Cabildo, y, tras la colocación de 28 paneles fotovoltaicos de 570 vatios de potencia máxima, supondrá la creación en el Cuyás de una instalación de 15 kilovatios y 217,78 metros cuadrados que ahorrará 13,85 toneladas de CO2 al año, según cálculos del Consejo.