El 26 de mayo de 2021 Canarias logró un hito sin precedentes en el marco de los derechos al aprobar la Ley 2/2021 de igualdad social y no discriminación por razón de identidad de género, expresión de género y características sexuales. La conocida ley trans fue pionera en el país. El consenso unánime político fue el reflejo del diálogo que mostró la altura de miras de quienes ahora hablan por primera vez a cámara en el primer documental hecho con tal fin: El hilo de Ariadna.

Un testimonio audiovisual dirigido por Ian Brooklyn, junto a Irene Ramírez y Simone Tensini, que puso el foco en las asociaciones, tal y como resalta, «hacía falta un documental que diera testimonio a una ley tan revolucionaria como esta, ya que somos afortunados por tener este activismo que lucha a capa y espada por unos derechos que deberían ser innatos, ellos son los auténticos protagonistas». El jueves 24, a las 18.00 horas, proyectan en el Aula Tomás y Valiente de la Universidad de La Laguna, ocasión para volver a tender puentes de unión.

Después de la investigación previa, Brooklyn se dio cuenta que había que explicar la infancia de las personas menores trans e intersexuales a través de una historia personal. Entonces, conocieron a Carlota Quevedo, «una nena maravillosa», y a sus progenitores, Tenchi Robaina y Carlos Quevedo, para dotar de un contexto narrativo las declaraciones de las asociaciones implicadas en el proceso como TransBoys, Chrysallis, Caminar Intersex, Libertrans, Altihay, Diversas, Lánzate, Colectivo Gamá, Aranda LGTBI, Violetas, Apertura, LanzaEntiende, Eqal LGTBI+, Draga y Canarypride. Plataformas que tomaron el testigo de tantas generaciones ocultas en el ostracismo y que, junto a personalidades del movimiento como Carla Antonelli o Jerónimo Saavedra, vieron con emoción cumplidos sus objetivos hace poco más de un año en las Islas. 

Testimonios que, con el corazón en un puño, muestran el día a día de una discriminación asfixiante: «Uno cree que lo sabe todo, pero cuando te das cuenta del trasfondo y del dolor de la comunidad, solo te queda por preguntar quién eres tú para opinar sobre mi cuerpo y forma de vivir si no te estoy haciendo daño», declara el director. 

Un documento de memoria

Por ejemplo, la vulnerabilidad de un menor cuando en el colegio, en el médico o en otros ámbitos cuando lo llaman por un nombre que no es el que ha elegido de acuerdo a su género sentido o intuir qué depara el futuro. «Antes de la ley del matrimonio igualitario, le preguntabas a una persona trans qué quería ser y asumía que su mundo iba a ser la prostitución puesto que era a lo que la condenaba la sociedad, pero Andrea, una niña que conocimos, nos dijo que tenía muchas opciones, quería ser escritora, psicóloga o, como su mamá, peluquera. Me eché a llorar por lo que supone este cambio generacional en apenas 15 años», rememora Brooklyn. 

La propuesta fue respaldada desde el primer minuto por la Dirección General de Diversidad de la Consejería de Derechos Sociales del Gobierno de Canarias. Víctor Ramírez, su director, reconoce cuatro objetivos, como es poner de manifiesto la importancia y trascendencia de la ley, «porque visibiliza y reconoce la existencia de identidades diversas», entre ellas, las no intervenciones quirúrgicas en los bebés intersexuales para que cuando se desarrollen puedan elegir libremente si quieren someterse a esta operación; también, la relevancia de las propias entidades LGTBI canarias, «quienes han dado muestra de una madurez y compromiso a la hora de redactar el texto y, luego, defenderlo en el Parlamento afrontándolo con la verdad». 

Además, el carácter didáctico del documento intenta frenar los bulos generados con el fin de desautorizar su desarrollo, «fomenta el conocimiento de la diversidad frente a la tergiversación de esa pinza entre la ultraderecha o ese pseudofeminismo transfóbico que no reconoce a las mujeres trans»; y, sobre todo, «es un documento de memoria que muestra la lucha incansable de los activistas como ejemplo de dignidad, de responsabilidad y de resiliencia», resalta Ramírez.

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Durante el estreno y las proyecciones señala una gran aceptación por parte del público que antes de su visionado tal vez vivía ajeno a las circunstancias del colectivo. Por ello, la misión está en seguir haciendo acciones que incluyan a la ciudadanía para fortalecer una convivencia basada en el respeto mutuo, como los cuatro murales pintados en La Palma, Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura por los días de la visibilidad intersexual, transexual, lésbica y contra la LGTBIfobia. 

«Lo que necesitamos ahora es una ley estatal que nos ampare», subraya Brooklyn. Por ejemplo, en comunidades que no sean Canarias si naciera un bebé intersex podría ser sometido a esas operaciones estéticas que coartan su libertad de decisión. Tras estos primeros pasos, el documental recorrerá el Archipiélago en los próximos meses, tanto en Fuerteventura, como Lanzarote y La Palma y pretende repetir en Gran Canaria, dispuesto a crear un espacio de sensibilización y divulgación con el que seguir educando en igualdad. Cita su director a Cyrano de Bergerac cuando decía que uno toma conciencia del misterio de la existencia y no lo entiende, pero por pura sinceridad y coherencia interior necesita respuestas hasta el dolor, entonces, uno encuentra su dorado y maravilloso hilo de Ariadna. Un hilo para escapar del laberinto del odio y volar.