Música

Las bandas de música resaltan su labor como lazo de cohesión social

El I Simposio de la Confederación Española de Sociedades Musicales invita a reflexionar sobre el futuro de las agrupaciones

El cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la aplicaciones de técnicas de márquetin para la promoción de las bandas son metas a cumplir

Imagen de archivo de la Banda de Música de Gáldar durante las fiestas de 2021, aportada por la organización.

Imagen de archivo de la Banda de Música de Gáldar durante las fiestas de 2021, aportada por la organización. / Rayco Tacoronte

Las fiestas del barrio, las procesiones, conciertos al aire libre, con mayores y pequeños, juntos o revueltos, en la actuación fin de curso de la escuela de música o en la conmemoración de un acto célebre, la banda de música de un pueblo crea con el pasar de las partituras una comunidad fuerte. Ahí reside uno de los valores fundamentales de estas formaciones que tienen su origen en el siglo XVII y han ido motomorfoseándose con el paso del tiempo. Así que dar a conocer su importancia cultural y proyectarlo en los medios apropiados son claves para su avance, tal y como se reflexionó en el I Simposio de la Federación Regional Canaria de Bandas de Música No Profesionales.

Vicente Cerdá García y Luis Vidal Domínguez, presidente y tesorero de la Confederación Española de Sociedades Musicales, se saben músicos "antes de tener razón". Casi como si sus dedos conocieran antes la colocación en el instrumento que a coger un lápiz. Como representantes de una entidad que representa a 16 federaciones de todo el territorio español, destacaron durante la charla Cultura, mecenazgo y ODS de la Agenda 2030 la importancia del asociacionismo para sobrevivir a los embates. "Las bandas tienen una historia que ha ido adaptándose a los tiempos, pero, desgraciadamente, como parte de nuestra subsistencia depende de las ayudas públicas y los vaivenes de los políticos, esto puede desestabilizarnos", comenta Cerdá.

El presidente de la Confederación considera que el asociacionismo ha de fomentarse cada vez más, "ayuda a que estemos todos juntos y haya una sola vez para hacernos más fuertes de cara a cualquier institución y como forma de tener más representación", dice. La colectividad, por tanto, mejoraría las condiciones a las que se ven muchas veces abocados sin presupuesto o pocos recursos y espacios que impiden una buena enseñanza e interpretación de este arte. Además, su compañero Luis Vidal reivindica que, casi sin pretenderlo, siempre han cumplido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que marcó la Asamblea de las Naciones Unidas para el año 2030.

"Las bandas de música somos un movimiento que tiene un fuerte componente social", afirma, "por lo que, a través de la música y a toda la actividad que comprende y va aparejado con lo educativo, hacemos una contribución espontánea a una docena de los 17 Objetivos que implican la igualdad, la formación de las personas y la contribución al patrimonio cultural de nuestras zonas de influencia". Muchas veces, el encuentro entre sus miembros es "el único foco cultural de muchos de esos pequeños pueblos donde estamos". El siguiente paso es reconocer esta labor.

Nuevos públicos, nuevas herramientas

Este primer simposio, celebrado entre el Conservatorio de Tenerife y la sede de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC) el fin de semana con el apoyo de la Dirección General de Cultura del Gobierno de Canarias, fue un encuentro que motivó el intercambio de ideas, proyectos y propuestas entre las más de 60 agrupaciones que lo conforman con varias ponencias. Más allá de las horas de ensayo y la búsqueda de un repertorio acorde con los conciertos anuales, el planteamiento teórico de las jornadas abrió distintos debates, como la charla Marketing humanístico para las bandas de música y creación de marca e identidad.

El profesional es director de orquesta, banda y coro, pianista, compositor y escritor, además de director de Edukamus y creador del primer posgrado universitario en dirección de banda. Una amplia trayectoria que aporta practicidad a su discurso y le da para comentar que "siendo una profesión tan poética donde cultivamos la belleza y las emociones, también hay una parte esencial como es la cotización del trabajo, aunque parezca un tabú hablar de ventas, sobre todo cuando hay una generación que ha acabado sus estudios y se pregunta qué hacer".

Invita a reflexionar en tres ejes: cómo se comunican los miembros de la propia banda de música —relación entre músico y director, director y junta, y banda con el pueblo—, también, cuál es la imagen a transmitir, "algunas veces un poco arcaica, como en los logotipos", y qué es lo que se cuenta, "el lenguaje de nuestros oyentes es diferente y, si queremos acercarnos a ellos, hay que adaptarse". Subraya que la media de edad de los espectadores que acuden a los eventos culturales está por encima de los 60 años, por tanto, es hora de ponerse a buscar en una generación asaltada por miles de estímulos una cantera que nutra tanto en los atriles como en los asientos que escuchan.

Conoce de cerca esta en la que conviven músicos profesionales y amateur, cuestión que, al contrario de lo que se pudiera pensar, puede ser una fortaleza. "Cuanto más amateur, más importante es el márquetin porque la banda es la música de proximidad de un barrio". Hay tareas pendientes como el posicionamiento en buscadores como Google a través del SEO o la interacción por las redes sociales, para lo que recomienda el asesoramiento de expertos en la materia, "muchas veces contamos con la buena fe y la voluntad del voluntariado, pero no es suficiente, y de la misma manera que acudimos a un profesional ante un problema, también la forma de comunicar, sus estrategias y propuestas, es una exposición mediática que tiene que estar en buenas manos", concluye, con la vista puesta en la generación del próximo modelo comunicativo de las bandas.