Ilustración

El ilustrador Bruno Lanzarote publica 'Los dragones de San Borondón', un encuentro con los misterios de la Isla Errante

El dibujante recrea un viaje a la isla misteriosa y el encuentro con sus seres mitológicos

Una de las viñetas del álbum

Una de las viñetas del álbum / LP / DLP

Un viaje a la Isla de San Borondón para conocer algunos de los dragones que, desde la época de los griegos, muchas manifestaciones artísticas aseguran que viven en este misterioso lugar. En eso consiste el álbum ilustrado ‘Los dragones de San Borondón’ del dibujante de Ciudad Real pero afincado en Canarias, Bruno Lanzarote. Una obra deliciosa, para un lector de cualquier edad, que resulta incluso adictiva.

San Borondón, esa isla misteriosa que según la leyenda aparece y desaparece desde hace siglos cerca de Canarias, es también conocida como la isla de los dragones. Y sobre ese tema versa el último trabajo del dibujante Bruno Lanzarote Los dragones de San Borondón (Bla Bla ediciones) en donde el ilustrado de Ciudad Real pero afincado en las Islas logra un trabajo de lo más delicioso y recomendable que se lee en pocos minutos pero que tiene la curiosa cualidad de provocar adicción en el lector. La también conocida como la Isla Errante, en cuanto a que desde la época de los griegos los navegantes aseguran que aparece y desaparece al noroeste de El Hierro, es una especie de paraíso de los dragones, como atestiguan numerosos documentos desde la Edad Media y sobre lo cual se ha dejado constancia en todo tipo de manifestaciones artísticas: desde el cine hasta el cómic, pasando por la poesía, el arte o la literatura.

Con su estilo siempre blanco, luminoso y extremadamente preciosista, Lanzarote nos presenta todo tipo de dragones salidos de su imaginación acompañados por simpáticos y divertidos poemas que explican la característica de cada uno de ellos. Unos dragones socarrones y espabilados, que recuerdan, una vez más el estilo que el gran Jeff Smith imprimió en su obra maestra Bone. «Son todos dragones inventados para contárselo a mis hijas, pero aún así están relacionados con la Isla de San Borondón y con Canarias porque yo antes de venir a las Islas recordaba haber leído y visto algún documental en el que se hablaba de cómo Hércules le cortó la cabeza al dragón que guardaba el árbol de las manzanas de oro que había en el Jardín de las Hespérides, en Canarias, y cómo de cada gota de sangre que caía de la cabeza del dragón nacía un drago», aclara.

Cada ilustración viene acompañada por un simpático y divertido poema que define a los diferentes dragones

Pero todo en esta obra tiene la finalidad de atrapar al lector. Así, de entrada, el formato horizontal del libro Dina 4 hace que la atmósfera final conseguida sea mucho más intensa y deliciosa. Sin embargo, los tesoros, la magia y la fantasía siempre ha estado presente en la obra de Lanzarote desde su primer cómic, Sangre de dragón en el que glosaba las aventuras y desventuras del aventurero Bruniana Jones y su perro Max en la búsqueda de un rey perdido con hechiceros y muertos vivientes de por medio, hasta el último El bosque metropolitano en donde daba a conocer esa gran infraestructura verde en pleno centro de Madrid y del que se han publicado 60.000 copias. Entre medias, Lanzarote ha publicado muchos cómics de encargo entre los que se encuentran algunos sobre la reserva marina de Canarias, la pesca artesanal en Canarias, La reservas marinas del Mediterráneo, Los bosques de Canarias, La sostenibilidad en la costa o La energía renovable en el medio marino. Y libros de ilustraciones como uno dedicado a mujeres extraordinarias que tuvieron algún tipo de discapacidad.

Pero ahora la fantasía mitológica vuelve a reaparecer en su producción con este Los dragones de San Borondón, una recomendable aventura dirigida a lectores de cualquier edad en la que se narra la historia de un anciano que parte en su barca a la búsqueda de la legendaria Isla misteriosa y que está contada por su nieta Mara. Una vez logrado su objetivo, el intrépido protagonista se irá tropezando con todo tipo de ejemplares fantásticos que irá anotando en un diario. «Lo que viene a continuación es el cuaderno de viaje del abuelo al que le gusta escribir en verso», señala Lanzarote. «Dibuja los dragones y se los lleva a su nieta cuando vuelve a Canarias».

Los personajes recuerdan el estilo que el gran Jeff Smith imprimió a su obra maestra ‘Bone’

 El proceso de elaboración por parte de Lanzarote duró en torno a dos años y consistió primero en escribir los versos de los dragones y a continuación la historia. «Surgió cuando estaba en la adaptación de mi hija en el colegio, que me llevó mucho tiempo, y a donde yo siempre iba con mis lápices y mi cuaderno», recuerda el dibujante. «Los seres fantásticos siempre me han gustado mucho. Y de dinosaurio a dragón no hay más que un par de alas. Pero llegó un momento en que tenía un muestrario tan grande de dragones que pensé en hacer en realidad una especia de libro de fichas de dragones, como otras que he hecho sobre peces para el ministerio». 

La intención con el formato consistía en que las ilustraciones lucieran mucho «y eso me permitía que los dragones ocuparan una página e incluso página y media en algunos casos». La excepción son dos de los dragones «que tienen un formato vertical y hay que darle la vuelta al libro». Las ilustraciones son además «muy coloridas y eso le dio la plataforma idónea para que se valoraran los dibujos, que era lo realmente importante". La obra fue presentada también por parte de Lanzarote en la última Feria del Libro de Las Palmas de la que recuerda «la emoción que encontraba en los niños cuando veían que les dibujaba un dragón en exclusiva para ellos en sus ejemplares».