«El vestuario de ‘Canarii’ podría definirse como retroevolutivo»

Yaiza Pinillos: «He conectado con un atavismo de mi yo creativo del que no era consciente»

Uno de los diseños de Yaiza Pinillos para ‘Canarii’. | |

Uno de los diseños de Yaiza Pinillos para ‘Canarii’. | | / MARCOS CABRERA

La diseñadora de vestuario tinerfeña Yaiza Pinillos es una de las creadoras más reclamadas del panorama escénico nacional. La responsable de los diseños que lucirá la cantante Olga Cerpa y los seis bailarines que integran el elenco del montaje Canarii, País adentro, que se estrena en el Teatro Cuyás de la capital grancanaria los días 17, 18 y 19 de noviembre, también ha trabajado con distintos creadores, productoras y compañías canarias como Burka Teatro, Acerina Toledo, Paula Quintana, Roberto Torres y su Compañía Nómada o la productora Vector de Ideas de Tenerife. De hecho, estuvo simultaneando su trabajo en la propuesta del músico Manuel González y el bailarín Daniel Abreu con otro proyecto con base en Las Palmas de Gran Canaria, Seca, de la bailarina Virginia Arencibia.

Según explica, «el caso de ‘Canarii’ supone una de esas rarezas maravillosas ante las que en muy contadas ocasiones nos encontramos los plásticos escénicos. Normalmente nos enfrentamos a un texto y una dramaturgia en el caso del teatro, o bien, a una coreografía con un argumento o ambiente estilístico en el caso de la danza. El concepto paisajístico ha sido, en gran medida, lo que ha generado la estructura de este gran proyecto y, por ende, mi concepto de vestuario. He realizado un complejo ejercicio conceptual para tejer el vestuario», adelanta la diseñadora que he generado 35 piezas distintas para este espectáculo, confeccionadas con linos, algodones, sedas en los trajes base de los bailarines y piezas de telar.

Seis talleres artesanos

«En los grandes ponchos hay algodones, viscosa y seda en formato de fibra no tejida, capullos de gusanos de seda, lana, mucha lana en vellón natural no procesado. Hay plástico, seda, lana y plumas tejidas en una de las piezas que lucirá Olga, quien vestirá también otra pieza que es, a su vez un paisaje realizado con técnicas de estampación de última generación, a través de sublimación digital», explica Pinillos, que ha buscado «lo genuino, la raíz pero también el presente, intentando, ya a partir de los propios materiales, plasmar una imagen de Canarias que sea reconocible para las personas de fuera, y que genere empatía y auto reconocimiento en los canarios que tengan la oportunidad de ver esta puesta en escena».

Destaca y pone en valor que en el vestuario de Canarii se han involucrado seis talleres de artesanas dirigidos todos ellos por mujeres. «Tenemos el taller de Paloma de Alba, que es la sastra que ha confeccionado todos los trajes, tanto de los bailarines como los de Olga Cerpa. En el taller de Lorena Madrazo, una tejedora con una personalidad creativa única, se han realizado las traperas que visten los bailarines. Svetlana Gromik se encargó de realizar las grandes piezas reversibles de nuno fieltro y Regina de Jiménez se ocupó de la pieza que lucirá Olga Cerpa y que combina gran cantidad de técnicas textiles, desde la tejeduría de alto lizo, al crochet, el macramé o el tejido manual a dos agujas. No me olvido de la labor de Laura Castilla que ha diseñado las máscaras en técnica mixta combinando el papel maché con otras y de la colaboración de Pilar Ureña, promotora del uso de fibra de la platanera como material de confección para alta artesanía. El proceso creativo del vestuario de Canarii claramente ha supuesto un reto, pero sobre todo me ha regalado una grandiosa oportunidad para aprender de todas ellas».

Yaiza Pinillos sostiene que el vestuario de esta producción «podría definirse bajo el concepto de ‘retroevolutivo’. Esto es, cómo a partir de materiales mínimamente procesados y técnicas manuales tradicionales se concibe un concepto actualizado y evolucionado. Otro de los conceptos que planea sobre el vestuario, volviendo al paisaje que nos define como ciudadanos del mundo y al respeto que le debemos, es el de la sostenibilidad». Más allá de esta terminología Pinillos manifiesta que trabajando en este montaje «con la sensación de que la inspiración me hacía recorrer parajes que me eran familiares, estampas visuales, formas y texturas que inconscientemente estaban dentro de mí», lo que le ha permitido «conectar con cierto atavismo de mi yo creativo del que no era consciente hasta que me he enfrentado a este proyecto tan intenso como enriquecedor y gratificante».

«El vestuario  de ‘Canarii’  podría definirse  como retroevolutivo»

«El vestuario de ‘Canarii’ podría definirse como retroevolutivo» / patricia de pablo

Estima que su papel dentro de cualquier proyecto tiene mucho que ver con la labor de un médium, «pues, en gran medida, se basa en traer su idea desde lo intangible a algo tan concreto como puedan ser unas prendas de vestir. En ese sentido, gran parte de mi trabajo se basa en escuchar y también en realizar las preguntas adecuadas para que el flujo de ideas que bulle en la cabeza de cualquier creador, normalmente muy abstractas respecto al vestuario, vayan cristalizando en unas formas, caídas, pesos, siluetas, colores, texturas. Tras eso, ya en mi estudio, amplío ese universo a través de la investigación y la documentación, de lo que surgen los ‘atlas referenciales’ sobre dicha idea, mucha gente los llama ‘moodboards’ pero a mí me gusta más el concepto cartográfico del mapa referencial. Para que una propuesta sea original y significante esos mapas deben ser amplios, que nos permitan caminar dentro de ellos libremente. Una vez que consigo que estos atlas referenciales sean definitorios de la propuesta, que cuando al enseñarlos al artista se sienta reconocido en esas imágenes y referencias, comienza un proceso de síntesis de todo ese conjunto que cristaliza en los bocetos. Es un proceso realmente mágico que va de lo intangible a lo físico, a través de una evolución en la que intervienen multitud de personas y cuyo resultado contiene la esencia, el esfuerzo y creatividad de cada una de ellas. No es un modo de hablar ni falsa modestia cuando un diseñador declara que ‘esto no habría sido posible sin el equipo que hay detrás de cada prenda».

Una ventaja, más que un reto

El vestuario elaborado para Canarii posee una singularidad curiosa que terminó convirtiéndose en un reto. Yaiza Pinillos no pudo tomar medidas a los seis bailarines del elenco, y lo que a priori parecía un problema lo transformó en ventaja. «De modo que la primera vez que vi a muchos de ellos y ellas fue a la entrega del vestuario. Sabiendo que esto iba a ser irremediable, convertí esta dificultad inicial en parte intrínseca de los diseños. En ese sentido, todas las prendas presentan soluciones de sujeción basadas en la vestimenta tradicional ancestral, concebida para asumir una notable oscilación de tallas a lo largo de la vida de sus usuarios. Pues así está concebido todo el concepto de patronaje de este vestuario, capacitado para adaptarse a un rango amplio de tallas. Aplicamos al diseño una cuota de genuinidad que tal vez no habríamos alcanzado simplemente empeñándonos en ello».

Yaiza Pinillos es de las que se sienta en una butaca y fija inmediatamente su mirada en el vestuario de la producción. «Una obra puede ser genial, puede tener una dramaturgia de vértigo, unos medios técnicos apabullantes y unos intérpretes del copón bendito, pero como algo falle en el vestuario, yo ya no veo otra cosa. Es así, tengo el ojo educado o mal educado, depende de la óptica desde la que se observe. Pero si eres profesional, esa ‘mala educación’ es inevitable. Otorgo la máxima importancia al vestuario en una puesta en escena. Ojo, no digo que tenga que ser muy elaborado o complejo, lo que digo es que todo elemento que salga a escena por fútil que sea, si no funciona a nivel técnico o conceptual, está mal concebido y si es así yo ya no veo otra cosa. Y a veces las obras son muy largas…».

Cree que sus estudios y formación como licenciada en Historia del Arte le ha facilitado mucho la tarea, al tiempo que ha definido su personalidad creativa. «Me he empapado de textos que analizan la psicología, la economía y la filosofía sobre las que se erige cada una de estas disciplinas. Esto me ha premiado con una cultura visual y conceptual bastante amplia», dice. Los movimientos o tendencias de las colecciones del momento le influyen o inspiran poco o nada porque le resultan francamente ajenas a sus intereses creativos y opuestas a sus principios éticos. «No digo que no me interese la moda porque mentiría. Lo que no me interesa es la industria de la moda tal y como está concebida a nivel mass-media. El concepto de ‘tendencia’, el que dicta ‘esto se lleva o no se lleva’ me genera bastante displicencia. Creo que es una engañifa para gente sin criterio y un modo de vender revistas con contenidos irrelevantes y ropa de mala calidad a precios insostenibles que han hecho de esa industria una de las más nocivas y contaminantes del planeta. Me interesa la moda atemporal, la que es incontestable, me interesa un Balenciaga, una Elsa Schiaparelli, una Madeleine Vionnet, Paul Poiret, Fortuny, también Alexander McQueen, entre muchos otros. Me interesan aquellas piezas que son creaciones únicas, irrepetibles y atemporales, que hablan del momento en que fueron creadas y me interesan sus autores, auténticos genios parangonables a cualquier otro de se dedique a cualquier tipo de disciplina artística, libre de tendencias obsolescentes, temporales, irrelevantes y sobre todo ecológicamente insostenibles».

Yaiza Pinillos tiene claro que «un vestuario escénico no es la obra del diseñador de vestuario; su obra, verdaderamente, es la de conseguir entender las especificidades de la disciplina que va a vestir y ser capaz de convertir lo obligatorio en un recurso, en una ventaja y hacerlo converger, además, con el resto de disciplinas que forman parte de la puesta en escena, esto es, las luces, las eventuales proyecciones, la escenografía… El mío es un trabajo abiertamente coral, que no depende tanto de lo que ‘yo’, en este caso, me proponga hacer, sino en cómo se implementa en el conjunto de necesidades y agentes que participan en el proyecto», concluye la diseñadora canaria.