Entrevista |

Jesús Noguero: «¿Qué pasa cuando el amor no depende de las hormonas?»

La obra shakespeariana ‘Romeo y Julieta despiertan’ llega al Teatro Cuyás con dos funciones programadas el viernes y sábado, a las 19.30 horas

El actor Jesús Noguero, en una imagen de archivo

El actor Jesús Noguero, en una imagen de archivo / lp/dlp

‘Romeo y Julieta despiertan’ en un Teatro Cuyás contemporáneo ambientado en la ciudad de Verona. Ana Belén (Madrid, 1951) y Jesús Noguero (Extremadura, 1965) interpretan a los icónicos de Shakespeare este fin de semana para reivindicar que se pueden sentir mariposas en el estómago a edades tardías.

Romeo y Julieta despiertan, y lo hacen 400 años más tarde, con dos funciones en el Teatro Cuyás, ¿cómo se siente?

Está siendo un largo sueño [risas]. Muy gustoso y agradable. Es una gira cómoda, visitando sitios tan maravillosos como ahora va a ser Las Palmas de Gran Canaria.

Una obra de teatro con personajes pertenecientes a la obra magna de Shakespeare, pero le dan un giro a la trama...

Queda algo de los Romeo y Julieta originales. De alguna forma se recuerda al espectador la obra de Shakespeare, pero no es Romeo y Julieta exhaustiva. A partir de la premisa en la que se despiertan después de 400 años, conocemos a un señor y una señora sesentones, casi setentones. Él no se acuerda de nada. El único recuerdo que tiene es un sueño en el que era un payaso en un circo, ese es su único recuerdo. Ella se cree aún que tiene 13 años y que Romeo va a regresar en algún momento. Este es el punto de partida. Entonces, imagínate las situaciones que se van a ir dando... situaciones muy divertidas, cómicas, tiernas, emotivas entre los encuentros y desencuentros de estos dos.

¿Cómo ha sido el trabajo con Ana Belén?

Muy agradable. No ha sido todo lo abundante que me hubiera gustado. Yo entré a sustituir a José Luis Gómez, entonces ya me encontré con la función montada. Partiendo de eso, desde el primer momento expliqué que no iba a hacer lo que hacía él por razones obvias. Somos actores muy diferentes, y todo se asumió. La pena es no haber tenido más tiempo de ensayo con Ana. Yo me he organizado para ensayar con el director, por un lado, con la productora por otro, y con Ana para poner en común casi tres o cuatro cosas. Pero bueno, ha sido suficiente para poder arrancar, y como estamos haciendo una gira bastante abundante la función no para de crecer, de afinarse y de llenarse de matices.

Ana Belén y Jsús Noguero en 'Romeo y Julieta despiertan'

Ana Belén y Jsús Noguero en 'Romeo y Julieta despiertan' / Javier Naval

Belén interpreta canciones en esta función, ¿cómo se entrelaza la música con la narrativa?

De una forma muy natural, espontánea y sin más revueltas. Contamos con Irene Rouco, que es una violonchelista virtuosa; David San José, que toca el piano y es el director musical; y con José Luis Torrijo, que es el otro actor participante y además toca la guitarra, percusión. El hombre orquesta. Hay una banda sonora casi continua en directo, de manera que la música entra con facilidad, muy orgánicamente.

¿Cuentan con alguna composición propia?

Hay de todo. Composiciones propias, arreglos sobre distintos temas, hay un poco de todo.

En el trabajo interpretativo, al dar forma al personaje de Romeo en la edad adulta, se enfrentaba a un hueco narrativo vacío hasta el momento, ¿cuál ha sido su trabajo para preparar el papel?

En realidad, yo al Romeo más adolescente, desde la premisa que se plantea, me acerco mediante la elección de construcción de personaje. Digamos que la emoción o sensación que predomina en él es la inseguridad y la inocencia, a pesar de ser un señor mayor. Teniendo en cuenta que no recuerda nada, su sentir tiene que ver más con un chaval que con un señor de sesenta años.

¿Cómo aborda el concepto del enamoramiento en la etapa tardía de la vida? ¿Es reivindicativa la obra de teatro?

Esta es para mí la gran aportación que hace la función sobre lo que había escrito Shakespeare. Al despertar estos dos señores se plantea la pregunta de "¿Qué pasa con el amor cuando ya no dependen de las hormonas y del impulso juvenil?". Esta es la pregunta que la función deja planteada para el espectador y que, desde mi punto de vista, en realidad la obra tiene que ver con descubrir el amor realmente. Aun cuando el amor es juventud, el amor es pasión, no deja de tener algo todavía como de droga. En la que uno se enamora de lo que el propio amor le hace a sí mismo, y todavía no se ve al otro. Es como que la otra persona es un espejo de tu emoción, y creo que en el amor de madurez precisamente lo que aparece es esa otra presencia y generosidad de poder atender al otro, y mirarlo por lo que es.

Fotografía de 'Romeo y Julieta despiertan' en escena

Fotografía de 'Romeo y Julieta despiertan' en escena / Javier Naval

Diría que en contraposición a la psique de los personajes, aún anclada en la adolescencia ¿estos no viven el amor juvenil?

En el caso de Romeo, aún hay algo de eso sin él darse cuenta. Cuando se despierta él ve a una señora que le gusta, entonces se dan situaciones en las que está tratando de cortejar, que ya cortejó cuando era joven sin saberlo. De alguna manera incluso está celoso del Romeo del que ella le habla, porque Julieta no le reconoce tampoco. Esta situación da lugar a que siente celos de sí mismo.

Ella recuerda el pasado, solo que no lo asocia, y él tiene un hueco en blanco, ¿no?

Sí, tiene un hueco en blanco total. Hasta un determinado momento, claro.

¿Falta este tipo de representación del enamoramiento en el teatro?

No lo sé [risas]. Bueno, el amor está presente en el teatro. Incluso para contar las desdichas y virtudes que emanan de él. La ficción se alimenta del amor, y es verdad que sobre todo de desamor, es lo que da de comer al drama, a los boleros... Ambas cosas van juntas, es un juego de oposiciones. A veces está incluso demasiado presente, en todos los melodramas está, en todas las series siempre hay tramas amorosas, pero está demasiado romantizado y muy estereotipado. La función sí que plantea mucho esta dimensión, que no depende de las hormonas.

La obra de teatro 'Romeo y Julieta despiertan'

La obra de teatro 'Romeo y Julieta despiertan' / Javier Naval

En otras entrevistas se ha referido al amor, "también por sus contrapartidas". ¿Cuál es el gen problemático del amor romántico?

Pues el amor romántico tiene la contrapartida de que se habla desde la idealización. En el fondo no deja de tener una alta dosis de narcisismo. Cuando empiezas a conocer a la otra persona, empiezas a convivir con ella, le huelen los pies, es humana, tiene defectos... Todo lo que hacía que te hubieses enamorado de esa persona, de pronto se convierte en algo. El amor romántico es el "fueron felices y comieron perdices" que nos han vendido, y la vida no es todo tan ideal. Hay que plantear el seguir educándose, el seguir aprendiendo, el seguir descubriendo qué es eso, el seguir planteándose las preguntas y sostenerlas día a día.

Incluso en la edad tardía

Si crees que has llegado a esa edad y no te has cuestionado nada, pues se acabó.

Sin llegar a desvelar nada de su contenido, ¿la trama acaba con toque trágico shakespeariano u opta por final feliz?

No puedo confirmar nada porque eso sería hacer spoiler [risas]. En la propia elección de Shakespeare de "prefiero morir contigo a vivir sin ti" hay casi un guiño a la eternidad, en el sentido de "me voy contigo a donde sea, y que nuestras almas lo hagan juntas". Igual ahí hay algo más.