Arte

Cultura y migración: cuando el conocimiento creativo viaja entre orillas

La SGAE organiza por su 125º aniversario una mesa redonda para hablar de la influencia de los movimientos de personas en la cultura canaria en la sede de Casa África

El coloquio cuenta con la presencia de los artistas Khaly Thioune y Biselé, el director de Barrios Orquestados, José Brito, la empresaria cultural Teresa Deudero y la tecnóloga Esther Pérez Verdú

El artista Khaly Thioune en Casa África.

El artista Khaly Thioune en Casa África. / Juan Carlos Castro

Martina Andrés

Martina Andrés

En la Carta a la juventud africana con la que comienza el libro Yakar esperanza, su autor, el artista senegalés Khaly Thioune (Bambey, 1976), quiere mostrar a los jóvenes de su continente -en especial, a aquellos que en sus palabras desprecian África y que creen que solo se puede mejorar en Europa- y al resto del mundo, toda la abundancia de una tierra que, además de ser rica en materias primas, también rebosa cultura. «Una cultura muy rica y enormemente variada, que desgraciadamente desconocemos, pero que poco a poco vamos conociendo. Porque en el fondo los europeos no conocen a los africanos. Algunos ni quieren hacerlo. Lo peor es que nunca nos han dado la oportunidad de enseñarles África», escribe el cantante, compositor y coreógrafo en las primeras líneas de esta historia que se hizo libro en 2021.

La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) cumple 125 años y lo celebra con una serie de eventos por toda España en los que el arte y la creatividad se ponen en el centro. Una de estas actividades ha aterrizado hoy en Casa África para, precisamente, poner sobre la mesa la cultura que Thioune representa y como esta puede ser tanto un vehículo para el entendimiento y el conocimiento, como un ámbito en el que profesionalizarse para poder vivir de ella.

«Pensamos que sería muy bueno y muy positivo, aprovechar el contexto de crisis migratoria que vivimos día a día para aportar una mirada positiva. Para ver cómo hay creadores que han dejado su país y han venido a Canarias y que, gracias a la Cultura, han desarrollado aquí una carrera profesional», explica Santiago Aragoneses, de SGAE Canarias.

En este encuentro que lleva como título Arte y creatividad. Impacto e influencia de la migración en la cultura canaria, estarán presentes el ya mencionado Thioune, la artista disciplinar Leticia (Lety) Ncogo Esuba (conocida por el nombre artístico Biselé), la empresaria del sector cultural orientada a la creación juvenil Teresa Deudero, el director de Barrios Orquestados, José Brito, y la tecnóloga que dirige la empresa NemeSys 2.0, Esther Pérez Verdú.

En un debate moderado por la trabajadora de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) Mairela Vicente Jorge, las cuestiones que se han abordado han girado en torno a «cómo la Cultura les ha servido para expresar sus sentimientos y su manera de ver el mundo y, a la vez, como un modo de ser y estar en Canarias y de sacar su vida adelante», en palabras de Aragoneses.

El poder de la mezcla

«Donde hay inmgración africana, siempre hay un impacto en la cultura», apunta Thioune poniendo como ejemplo la influencia de los ritmos africanos en la música tanto a nivel europeo como a nivel mundial. El artista senegalés tiene clara su filosofía: cuando alguien emigra, no solo va a buscar, sino que también se lleva con él o ella todo lo que tiene. «Son personas que llevan sus pensamientos, sus creaciones culturales, su fuerza para trabajar en el campo… Como siempre la cultura no para», añade.

Porque Thioune escucha los ecos de su continente de origen en los tenderetes y en las parrandas, en la música típica de las Islas que son su tierra de acogida desde 2002, cuando se trasladó a Gran Canaria tras licenciarse en Artes Escénicas por la Escuela Nacional de Arte de Senegal. «En bastantes ritmos canarios y en la música canaria, se nota la esencia africana dentro», recalca.

La de la aportación cultural es una cara de las migraciones a la que pocas veces se mira de frente. Es una vertiente positiva, como la describía Aragoneses, que se obvia en pos del drama del viaje y las cifras. «La inmigración son muchas cosas… Pero cuando la gente ve inmigración en la tele, lo que ven son los cayucos… Pero las personas que vienen aporta, no sacan. Y ayudan en la economía. Aportan sus ideas, su mano de obra, sus pensamientos y están luchando para el crecimiento de este pueblo», defiende Thioune.

Por su parte, Biselé (nombre que toma de su madre), nació en Gran Canaria cuando sus padres emigraron a finales de los años 70 desde Guinea Ecuatorial. La artista, que se dedica a la música, la pintura, la escritura y la interpretación, describe como vivir inmersa en dos culturas le ha dado una «visión muy abierta e inclusiva del mundo».

«Es el pilar de lo que yo hago y de lo que yo soy. Siempre hay aporte. Lo que quiero recalcar es que es algo bidireccional. No es solo que una persona viene de fuera y deja algo aquí, sino que esa persona es permeable a lo que hay aquí y nos enriquecemos ambas aportes. Uno es capaz de mirar al otro, absorber del otro y fusionarlo con lo que tiene», puntualiza la artista.

En el acto, José Brito también recordó la importancia de la música y el arte como puente entre personas y culturas, como «la mejor manera de romper todas las fronteras», esas que dividen y separan, que crean un «ellos» y «nosotros» imaginario que se puede romper a través de la emoción que produce un libro, la belleza de una fotografía o una pintura, o los acordes de una canción compartida, como los que hizo sonar Khaly Tioune ayer en Casa África como colofón de este encuentro.