El Rocasa acrecienta su leyenda

La entidad teldense cierra un 2022 con sonrisas y lágrimas, en el que suma su tercer entorchado continental, pero sigue sin dar su verdadero nivel en la Liga y en la Copa

Las jugadoras y el cuerpo técnico del Rocasa celebran en el Martín Carpena su tercer título continental. | |

Las jugadoras y el cuerpo técnico del Rocasa celebran en el Martín Carpena su tercer título continental. | | / GREGORIO MARRERO/EFE

Santiago Icígar

Santiago Icígar

En un 2022 en el que el Rocasa vuelve a levantar un título tres años después, el balance no puede ser más que positivo, en un equipo que no se conforma y que quiere seguir creciendo y mejorando en la competición doméstica en la que de momento vuelven a resistírsele los títulos domésticos. Marta Mangué y Almudena Rodríguez lideran en la pista a un equipo forjado para ganar y que mira con optimismo al 2023.

El 2022 que llega a su fin está marcado a fuego en el Rocasa por la consecución de su tercer entorchado europeo, el octavo título presente en las vitrinas del Pabellón Antonio Moreno. Tres años tuvieron que transcurrir para volver a ver a una capitana del conjunto grancanario elevar a los cielos una Copa, desde que en 2019 lo hicieran por última vez. Aquel inolvidable año prepandemia, las insulares se hicieron con los títulos de su única Liga Guerreras Iberdrola, su segunda EHF Challenge Cup y su segunda Supercopa de España.

La apuesta por Robert Cuesta – primer técnico no canario en la historia de la entidad–, se vio reforzada con la consecución de un nuevo título tres años después, en una de las finales más emocionantes en la historia de la tercera competición continental. El choque de vuelta de la gran final se disputó en el Pabellón Martín Carpena de Málaga, que batió para la ocasión el récord de asistencia de público en un partido de balonmano femenino entre dos equipos españoles, con 7.183 espectadores animando al Costa del Sol Málaga.

La épica acompañó al Rocasa no sólo durante la final, sino a lo largo y ancho de toda la competición, en una EHF European Cup marcada por la plaga de Covid-19 que diezmó a los efectivos del equipo, incluido su entrenador Robert Cuesta, en el choque de vuelta de los octavos de final. La leyenda y presidente del club, Antonio Moreno, se sentaba por un día en el banquillo insular, además de recuperar para la causa a la histórica Davinia López, para superar una eliminatoria que agrandaba la leyenda de la entidad teldense que doblegaba a un Izmir que pagó caro el subestimar al conjunto grancanario.

La Copa y la Liga, los borrones

El éxito en su competición fetiche contrasta con la pobre actuación de las isleñas en la XLIII Copa de la Reina de Donosti. Las pupilas de Robert Cuesta caían a las primeras de cambio ante el Costa del Sol Málaga, en los cuartos de final del torneo del KO (23-26). Las costasoleñas conseguían no obstante hacerse con el título copero al imponerse en la gran final al Mecalia Atlético Guardés (26-33).

El paso por la competición liguera en la temporada 2021-22 también dejó un cierto amargor y pesar por la sensación de que en momentos claves de la temporada, el equipo no estuvo a la altura de lo esperado, bajando los brazos de forma incomprensible en momentos importantes, lo que dejó al equipo sin opciones de poder pelear por el título en la recta final de un curso en el que las teldenses terminaron en tercer lugar con 36 puntos, a 13 del campeón, el Super Amara Bera Bera y a cinco del segundo, el Costa del Sol Málaga.

La temporada pasaba se cerraba con una nueva gesta de las teldenses, que conseguían el ascenso soñado de su filial a la División de Honor Plata, disputándose la fase de ascenso en el Antonio Moreno, tras terminar como primeras de su grupo al imponerse a sus tres rivales por el ascenso: el Alcobendas, el Ascó y el Asmubal Meaño.

Candidatas a todo

El equipo apostaba en el arranque del nuevo curso 2022-23, el segundo de Robert Cuesta al frente del banquillo, por conformar un plantel aspirante sin complejos a todos los títulos en juego y a clasificarse para la fase de grupos de la segunda competición continental –EHF European League–, repatriando a dos grancanarias de leyenda como son Marta Mangué y Almudena Rodríguez. Junto a Silvia Navarro las tres jugadoras estaban llamadas a ser las referentes de un nuevo Rocasa que se postulaba como la más firme alternativa a derrocar al todopoderoso Super Amara Bera Bera.

La peor noticia sin duda se producía en Montenegro, durante la celebración del Europeo de balonmano. Silvia Navarro encabezaba una vez más la lista de las Guerreras en una gran cita internacional. Un mal giro en una de sus paradas ante el anfitrión, dejaba a la valenciana sumida en un profundo dolor tras lesionarse de gravedad su rodilla. La gravedad de la situación obligaba al Rocasa a acudir al mercado en busca de una sustituta de garantías que pusiese compartir la responsabilidad de la portería junto a Ana Belén Palomino.

Lulu Guerra, la guardameta grancanaria que abandonó en verano la disciplina del Aula Valladolid tras 11 años para convertirse en la jugadora franquicia del Elda en la categoría de plata, era la elegida finalmente para regresar a su casa y cumplir con el complicado rol de suplir la baja de la valenciana.

En lo deportivo el Rocasa hacía agua en uno de sus tres objetivos para la temporada, el de alcanzar la fase de grupos de la EHF European League. Las teldenses caían merecidamente ante el Sola HK, que se mostró superior a las insulares tanto en el encuentro de ida en Telde, como en la vuelta en tierras nórdicas.

En cuanto a la Liga Guerreras Iberdrola, el equipo arrancaba el nuevo curso con una dinámica positiva que le llevaba a encadenar una racha triunfal de siete victorias consecutivas. El Aula Valladolid volvía una vez más a interponerse en el camino de las teldenses a las que conseguían derrotar en el Pabellón Huerta del Rey (25-22). A pesar de ese tropiezo las teldenses lograban llegar igualadas al último choque del año con su rival principal por el título, que deshacía la igualdad con un claro triunfo que deja a las teldenses como segundas clasificadas al término del 2022.

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El entrenador del Rocasa, Robert Cuesta, considera que en 2022 hubo «tres momentos muy buenos: la victoria del equipo en Skara, el partido de vuelta contra el Izmir y el partido de vuelta en la final europea contra el Málaga». En cuanto a lo malo, el técnico catalán destaca «la eliminación en la Copa y algunos partidos de Liga que no se tenían que haber perdido, porque nos alejaron de la opción de ganar la Liga». Por su parte, María González, la capitana, reconoce que a pesar del éxito logrado con el triunfo en el tercer escalón continental, al equipo le ha vuelto a faltar en la competición doméstica «la regularidad necesaria, el poder terminar el año siendo competitivas y poder competir en la Copa de la Reina, donde una vez más volvimos a caer en la primera ronda». La central tinerfeña resaltó la circunstancia de que el equipo «después del parón por el Europeo sufrimos un pequeño bajón». Por último para Yubal Moreno, el gerente del club, el balance debe de ser positivo, porque «hemos ganado un título, que no lo conseguíamos desde la temporada 2019-20». El directivo lamentó el momento en el que les llegó la eliminatoria europea con el Sola noruego, después de la lesión de Silvia Navarro, lo que hizo que el equipo no diese el nivel esperado». Además destacó su alegría por poder recuperar a «Marta, Almudena y Lulu». | S. I.

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