Un total de cinco equipos grancanarios competirán este curso en la máxima categoría del voleibol nacional, dos en la Superliga masculina (Guaguas y San Roque) y tres en la Liga Iberdrola femenina (Hidramar Gran Canaria, CV Sayre CC La Ballena y Heidelberg Volkswagen).
Un año más el Guaguas vuelve a ser el más madrugador a la hora de despedirse de la playa para meterse en faena. Sergio Miguel Camarero, técnico de los amarillos, confía plenamente en el trabajo duro para poder seguir compitiendo por los cuatro títulos en juego que le esperan esta temporada (Superliga, Supercopa de España, Copa del Rey y la Copa Ibérica), además del reto apasionante de poder superar la fase previa que le permita competir en la fase de grupos de la Champions.
Para ello, el vigente campeón de la Superliga se pondrá manos a la obra el próximo 7 de agosto, en la que será la primera toma de contacto para los nueve nuevos fichajes para la próxima temporada.
Por su parte, el CV San Roque, esperará al 28 de agosto para ponerse oficialmente en marcha de cara a su estreno en la máxima categoría. Su ascenso a última hora, tras permutar su plaza con el Barça, ha obligado a la dirección deportiva a volver al mercado para apuntalar su plantilla y poder competir con garantías en la élite. En este sentido, Guillermo Loeches, es el primer gran refuerzo con el que contará Alberto Rodríguez, para su estreno en el banquillo del equio de El Batán.
En cuanto a los tres representativos de la Liga Iberdrola -Hidramar Gran Canaria, CV Sayre CC La Ballena y Heidelberg Volkswagen- arrancarán sus respectivas pretemporadas el mismo día, el 21 de agosto.
El equipo de Marcos Dreyer, al igual que el Guaguas, también pelearán por la conquista de cuatro títulos (Liga Iberdrola, Supercopa de España, Copa de la Reina y la Copa Ibérica), además de intentar hacer historia clasificándose para la fase de grupos de la Champions; mientras que el Sayre, en el que será el segundo año de Alberto Avellaneda en el banquillo, intentarán pelear por clasificarse para estar en la Copa y colarse en el playoff por el título, después de quedarse el curso pasado a las puertas de la clasificación en ambos objetivos.
Un Heidelberg remozado, intentará afianzarse en la máxima categoría, con Santi Guerra de nuevo a los mandos de la nave, en una temporada histórica para el club y para el voleibol grancanario.