Entrevista | Nicolás García Boissier Saltador olímpico de trampolín

Nicolás García Boissier: «Fue espectacular el Mundial, pero todo un drama»

El deportista Nico García Boissier, quinto en salto sincronizado del Campeonato del Mundo de Fukuoka (Japón), descansa en su tierra, Gran Canaria, con la mente puesta en Doha, última opción para revalidar su sueño de disputar unos Juegos Olímpicos.

Nicolás García Boissier sentado sobre un trampolín en una de las piscinas del CN Metropole.

Nicolás García Boissier sentado sobre un trampolín en una de las piscinas del CN Metropole. / JUAN CARLOS CASTRO

Quintos en salto sincronizado junto a Adrián Abadía en el Campeonato del Mundo de Fukuoka en julio. ¿Cuáles fueron sus sensaciones?

Es complicado de describir. El resultado fue espectacular, uno de las mejores clasificaciones de la historia de la Selección Española en esta disciplina, pero realmente fue todo un drama. No se celebró dentro del equipo como requería la situación, no solo por rozar la primera medalla para España en esta deporte, sino por haber perdido la oportunidad de atar la plaza olímpica para París por menos de dos puntos, que en este deporte no son nada.

¿Qué le ocurrió en la categoría de salto individual en este último Mundial?

El resultado de la prueba sincronizada me afectó mucho más de lo que yo pensaba, supuse que lo superaría rápido, pero que se nos escapase de esta manera tan justa la clasificación olímpica, me pasó factura y no supe como procesarlo adecuadamente. Llegué a la individual pensando en cosas en las que no tenía que pensar y se vio reflejado en los saltos que realicé. Tengo que aprender a gestionar estas situaciones, algo nuevo a lo que nunca antes me había enfrentado: la posibilidad de las medallas.

¿Se ve motivado para levantar esta situación?

Si, por supuesto. Todo el equipo es capaz de llevarse en febrero la ansiada plaza por la que tanto hemos trabajado estos años. Y con suerte, poder llevar a París, el mayor equipo olímpico español de la historia de este deporte. Trabajamos para eso y es lo único en lo que pensamos ahora mismo.

¿Cómo se plantea esta nueva temporada que se le presenta?

Me quedan 10 días de vacaciones que espero que pasen lo más lento posible. Volveré a Madrid con la mirada puesta en el Campeonato del Mundo de Doha, en febrero. Es nuestra fecha límite donde se decide todo, con la misma idea que el año pasado, trabajar duro sabiendo que es la única manera de que salgan las cosas. Quedar quintos en este Mundial es nuestro argumento para luchar en el próximo, pudiendo repetir la misma clasificación o superarla para conquistar la plaza.

¿Que significa para usted regresar por vacaciones al CN Metropole, dónde todo comenzó?

Significa todas las ganas que tengo de volver. Estoy en Madrid dejando muchas cosas de lado. Me quedan cuatro asignaturas para acabar la carrera de ingeniería naval. Tengo a mi prometida en Las Palmas de Gran Canaria, siendo ella madrileña, se vino a vivir aquí conmigo cuando yo entrenaba en el Metropole. El único motivo por el que estoy en Madrid, aunque sea feo decirlo, es porque me lo exige la RFEN (Real Federación Española de Natación) si quiero estar en el proyecto de París 2024.

¿En que piensa cuando sube las escaleras de un trampolín?

Cuando subes las escaleras piensas en más cosas de las que debes. Cuando ya estamos arriba, no pensamos en nada, porque el salto lo sabes hacer. Tenemos todos los movimientos mecanizados. Llevas muchas repeticiones a tus espaldas. Cuando subes una escalera en la competición, te vienen muchas cosas a la cabeza, pero eso también es parte del entrenamiento. Lucha psicológica y aprendizaje para la competición más exigente.

¿Que impacto tuvo Quique Martínez, su ex entrenador de salto, en su carrera?

Quique es el entrenador más importante que ha tenido este club. Fue el primer entrenador que tuve cuando empecé a competir a los 11 años. Me ha hecho el saltador que soy ahora. Tuve unas diferencias con él cuando decidí irme a Madrid en 2016, ya que no estaba de acuerdo con ello. El tiempo curó las heridas y se me volvió a presentar la oportunidad de entrenar con él en 2020, olvidando todas esas diferencias empezando de cero. No lo dudé ni un segundo. Admiro su calidad, su forma de trabajar, es muy bueno técnicamente, y considero que fue la mejor decisión que pude haber tomado, porque con el tiempo, y gracias a él, conseguí mi sueño de disputar unos Juegos Olímpicos.

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