Balonmano

Los herederos de Dani Sarmiento

Ezequiel Conde y Alberto Delgado entran en la historia de la selección española juvenil como campeones del mundo

Representan a la nueva hornada de jugadores grancanarios

Los grancanarios Alberto Delgado (izd.) y Ezequiel Conde, posan con una bandera canaria tras proclamarse campeones del Mundo en Croacia. | | LP/DLP

Los grancanarios Alberto Delgado (izd.) y Ezequiel Conde, posan con una bandera canaria tras proclamarse campeones del Mundo en Croacia. | | LP/DLP / Santiago Icígar

Santiago Icígar

El pasado domingo 13 de agosto España volvía a hacer historia en el deporte mundial. Los Hispanos Juveniles se coronaban por primera vez como campeones del mundo de la categoría juvenil, con una generación de oro que llegaba a la cita tras proclamarse campeones de Europa. En ese grupo de elegidos para la gloria, Gran Canaria tenía dos representantes de lujo, dos jugadores llamados a recoger el testigo de Dani Sarmiento en el futuro. Ezequiel Conde, teldense forjado en el Jinámar y en el Rocasa, que actualmente es uno de los jóvenes valores del filial del todopoderoso FC Barcelona y Alberto Delgado, la última joya nacida de la cantera del Gáldar, que este año se estrena en la categoría de plata, en las filas del Cisne de Pontevedra, donde compartirá vestuario con otros dos grancanarios esta temporada, como son Abián Rodríguez y Marko Ojeda.

Detrás del doble éxito conseguido por los pupilos de Javier Fernández Jabato, se esconde «mucho trabajo, muchos entrenamientos y muchos sacrificios, renunciando a las vacaciones de verano, para viajar y jugar partidos, pero al final hemos obtenido nuestra recompensa», reconoce Conde desde la Ciudad Condal, donde se encuentra ya realizando la pretemporada con su club.

Por su parte, Alberto Delgado, destacaba el recibimiento que le dispensaron en su nuevo club, el Cisne, a su llegada con la medalla de campeón mundial al cuello. «Me recibieron como creo que nos merecemos, fue muy emocionante, mucha gente te reconoce y te da las felicitaciones, la verdad es que para todos nosotros es un placer», reconoce el galdense.

«No hay palabras para explicar la sensación que sentí cuando el árbitro pitó el final del partido ante Dinamarca y nos convertimos en campeones del mundo, sabiendo además que éramos los primeros en la historia en haberlo conseguido, es un sentimiento de felicidad indescriptible», recuerda el nuevo fichaje del Cisne rememorando la gran final ante Dinamarca en la que España se impuso con autoridad por 28-23.

El galdense rompía una lanza en favor del trabajo en la sombra del seleccionador nacional juvenil, Jabato, que para él fue capaz «desde el primer momento nos ha brindado su confianza, para que seamos un equipo que es consciente de las cualidades que tiene, que debemos saber aprovecharlas, pero siempre teniendo los pies en el suelo».

Ante las comparativas inevitables con el gran referente del balonmano masculino grancanario, Dani Sarmiento, Conde reconoce sin tapujos que «ojalá que un día podamos ser verdaderamente sus herederos, es algo que todavía nos queda lejos y tenemos que seguir trabajando para ello». En la misma línea que su compañero, Delgado reconoce que es algo que «todavía nos queda muy largo, aunque es cierto que hemos tenido un buen comienzo y ahora nos toca demostrarlo a lo largo de nuestra carrera, queda seguir trabajando para que un día podamos hacer realidad esa comparación».

Centrados en sus equipos

Sin casi tiempo para asimilar el éxito y tomarse un pequeño descaso, ambos jugadores se encuentran desde hace un par de semanas en la disciplina de sus respectivos clubes. Para Ezequiel «es un orgullo para mí el poder jugar en el Barça, afronto cada día como un reto para poder seguir mejorando y aprendiendo, entrenando con jugadores de gran nivel que me aportan muchas cosas para seguir creciendo, al igual que mis entrenadores».

En el caso de Alberto se encuentra en la recta final de preparación antes de debutar en dos semanas ante el Oviedo, en el que será su estreno en la categoría de plata. «Noto que los jugadores que están en el Cisne ya llevan cierta trayectoria en la categoría, es un equipo que sabe lo que es jugar en la Asobal y que ha militado muchas temporadas en la categoría de plata, eso hace que de momento sienta que puedan estar un paso por delante de lo que tenía en mi caso en Canarias, donde estábamos limitados a jugar en la Primera Nacional». A pesar de todo, el llegar como campeón del mundo juvenil le dan «un pequeño plus de confianza en los momentos más complicados, para poder superarlos». Además es clave para él el poder contar en el equipo con el apoyo de otros dos grancanarios como son Abián Rodríguez y Marko Ojeda, quien se encuentra ya en la recta final de la recuperación de su lesión de rodilla.

Ambos son conscientes de que el trabajo duro en sus equipos es lo que les permitirá seguir peleando por conseguir su sueño de llegar un día a la absoluta.

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