Una aclaración. Sólo eso, de cierto valor, se trajo la Unión Deportiva Las Palmas entre los bultos y el equipaje de su visita a Madrid, donde el sábado se enfrentó al Rayo Vallecano. Salió derrotado el equipo amarillo, allí donde confluyen la avenida de la Albufera y la calle Payaso Fofó, con claridad, superado por un rival que se precipita hacia el ascenso a Primera División (2-0). Pero más allá del tropiezo, inapelable ante la exhibición del adversario, el conjunto de Juan Manuel Rodríguez al menos ya sabe para qué está en lo que resta de curso: para asegurar la permanencia en Segunda División cuanto antes.

Como dos gotas de agua, los goles de David Aganzo y de Andrija Delibasic borraron de la arena la quimera que, durante las últimas semanas, acompañó a la reacción de la UD Las Palmas: la posibilidad de colarse entre los seis equipos que, a partir del 6 de junio, encararán las eliminatorias de promoción para dar el salto de categoría. No, no está el equipo amarillo para lujos y para fantasías tras una temporada de sobresaltos y que, al final, quedará marcada por la sequía -de 14 jornadas consecutivas sin ganar- que devoró a Paco Jémez.

Con 43 puntos acumulados tras la disputa de 35 jornadas, la UD Las Palmas tiene bien encarrilado el asunto de continuar en la Liga Adelante. Aventaja en 16 puntos a la SD Ponferradina -colista de la categoría-, rebasa en 15 puntos al CD Tenerife -penúltimo clasificado- y supera en la tabla al Albacete -tercero por la cola- en 14 puntos. El colchón, con esos tres rivales en la misma carrera, parece confortable para el conjunto de Juan Manuel Rodríguez que, en las últimas siete jornadas del campeonato, se jugará la vacante que lleva a Segunda B con dos otros contrincantes: el Nàstic de Tarragona y la UD Salamanca, que abandonaron el último fin de semana victoriosos tras derrotar -respectivamente- a AD Alcorcón (2-0) y FC Girona (1-0).

No ofrece, en el horizonte, una tregua el calendario a la UD Las Palmas, pauta de distribución que el sábado le obligará a medirse al Celta, un conjunto que apura sus ya limitadas opciones de ascenso directo, descolgado tras el último acelerón de Betis y Rayo Vallecano. Ya lo advirtió Juan Manuel Rodríguez, hace varias semanas, cuando avisó de que el camino, en busca de la salvación, anunciaba curvas de cierto peligro por la entidad de los adversarios a encarar.

Compostura en la derrota

Celta, Xerez, FC Cartagena, Barça Atlètic, CD Numancia, Córdoba CF y CD Tenerife surgen como los obstáculos que la UD Las Palmas tendrá, de aquí al primer fin de semana de junio, que rebasar para consumar con éxito su siguiente desafío. Y para ese reto final, en la disciplina amarilla no se discute el patrón de juego y se abraza la receta que, durante las últimas semanas, ha resultado válida para huir de la quema.

No se descompuso la UD Las Palmas en Vallecas pese a los embates del Rayo. Y, tras las descomposiciones del mismo equipo en situaciones similares ante rivales como la UD Salamanca (4-2), FC Cartagena (5-2), CD Numancia (4-0), AD Alcorcón (5-0), Granada CF (5-2) o Betis (4-1), el síntoma aparece como óptimo para un equipo que, a lo largo del ejercicio, ha mostrado su debilidad defensiva (63 goles en contra) como su particular talón de Aquiles.

Progresa adecuadamente la UD Las Palmas a partir de ahí, de su solvencia en la contención ante el empuje natural de los rivales. Y suma desde el talento que descuelga cerca de las porterías de todos sus contrincantes. Con todo, bien combinado, la argucia, la estratagema, que ha resultado válida para hacer doblar la rodilla a Valladolid, Albacete, SD Ponferradina y Elche aparece como la norma a interpretar en la hoja de ruta que lleva hasta la tierra prometida. Y, con la aclaración en forma de derrota de Vallecas, ya no quedan distracciones en el camino. Sólo siete momentos para cumplir.