El encuentro entre el Barcelona y el Celta de Vigo nos ha dejado uno de esos lanzamientos de penalti para el recuerdo. Messi se disponía a ejecutar la pena máxima cuando, en un sorprendente acto de generosidad, en lugar de chutar asistió a Luis Suárez, que venía desde atrás, para que éste batiera a Sergio Álvarez. Sin embargo, el gol no debió subir al marcador porque el uruguayo pisa la línea del área justo cuando Messi toca el balón.

Pero Messi y Suárez no son los primeros en utilizar esta estrategia para lanzar un penalti. Ya lo hicieron Johan Cruyff y Jesper Olsen en un partido con el Ajax en 1982 ante el Helmond. Cruyff se puso de acuerdo con Olsen para pasarle el balón en lugar de lanzar.

Menos suerte tuvieron los franceses Robert Pires y Thierry Henry, que se hicieron un pequeño lío y acabaron regalando el balón al equipo contrario.