"Todo evoluciona demasiado acelerado. Demasiado. No me pienso a parar lo que puede pasar o no. Está claro que dentro de la ecuación está la variable de que los Juegos Olímpicos se lleguen a aplazar o suspender. Pero de verdad que no me paro a pensarlo. Seguimos con nuestra preparación dentro de nuestras posibilidades. Intentamos evadirnos y seguir adelante porque lo primero es la responsabilidad individual que tenemos cada uno en esta situación".

Hace casi un mes, la Real Federación Española de Vela (RFEV) definió algunos de los equipos olímpicos que pelearán por dejar el listón del país lo más alto posible en Tokio 2020. Dentro de esas clases, en Nacra 17, volvió a aparecer el nombre de Tara Pacheco, que junto al catalán Florian Trittel, se embarcará en sus terceros Juegos Olímpicos (tras Londres 2012 y Río 2016). Todo si la pandemia por el Covid-19 da una tregua al mundo, aunque el Comité Olímpico Internacional insiste: los Juegos de Tokio 2020 se van a celebrar en sus fechas.

La explosión de la crisis sanitaria y el estado de alarma pilló a la grancanaria Tara Pacheco en Palma de Mallorca, como a la gran mayoría de la flota española de alto nivel. Y es que desde el 25 de marzo al 4 de abril estaba previsto que se celebrara en la bahía de Palma el Trofeo Princesa Sofía Iberostar. "Llegábamos bien, con buenas sensaciones. No teníamos con nosotros nuestro mejor material, pero sí queríamos haber trabajado puntos de nuestra preparación que no habíamos tocado y teníamos previstos hacer aquí", explica la regatista moganera.

Desde que se decretó el estado de alarma, Pacheco y Trittel están confinados en el chalé que alquilaron en Palma de Mallorca para estos meses. Pero no se encuentran solos. Junto a ellos, el equipo que le ha ayudado durante esta preparación: los finlandeses Akseli Keskinen y Sinem Kurtbay y su fisioterapeuta, la española Lucía Ruiz-Cotorro. Además, completa el regimiento Álvaro del Arco, entrenador de la RFEV.

En estos días de encierro, Pacheco y Trittel no han parado de entrenar. Navegar, no; entrenar, sí. "Tenemos muchos vídeos de la cámara interna que llevamos en la embarcación, analizamos regatas por GPS... Son cosas pendientes que tenemos y que no habíamos tenido tiempo de trabajar con detenimiento y ahora sí que le podemos dedicar el espacio que merecen. Es parte del trabajo de tierra", cuenta la regatista del Club de Regatas Suroeste Mogán. Todo complementado con lecturas de libros especializados de vela.

El entrenamiento va más allá de los vídeos. Antes de que se decretara el estado de alarma, Pacheco y Trittel valoraron incluso la opción de colocar su embarcación en el jardín del adosado. Sin embargo, esa salida al exterior se ha convertido ahora en el lugar idóneo para mantener el cuerpo a tono. "Hacemos nuestros circuitos físicos de preparación ahí. En ese sentido, no ha cambiado tanto nuestra vida, porque nos cuidamos mucho ya antes del virus", recalca. Eso sí, si hay algo que han ganado en esta cuarentena forzosa es en calidad y horas de sueño. "Estoy recuperando horas de descanso", afirma.

Con otras cinco personas en casa, socializar con el resto es una premisa. "Intentamos estar entretenidos en conjunto, muy poco de entretenimiento individual con el móvil y demás", explica. Y ahí las raquetas juegan un papel clave: la mesa del salón se ha convertido en la superficie perfecta para jugar al ping-pong. En la terraza, otra red se convierte en una pista de bádminton.

La incertidumbre para Tara Pacheco y Florian Trittel es la misma que para el resto de los españoles desde que se decretó el estado de alarma: no saben cuándo podrán volver a recuperar la normalidad en sus vidas. En ese sentido, la RFEV no les ha indicado que trabajen en conseguir visados especiales para que el tándem pueda proseguir con su preparación olímpica en la marea. "Estamos como el resto de personas 'normales' que no son deportistas de élite. No creo que estemos en una situación para poder decir 'tú sí y tú no' puedes salir, no soy demasiado partidaria de eso. Apelo a nuestra responsabilidad individual. Es el momento en el que estamos y debemos respetar y ser responsables con nuestros actos y conductas, no hay mucho más que hacer", sentencia la olímpica grancanaria con total serenidad.

De momento, Pacheco seguirá en Palma de Mallorca con la misma idea con la que comenzó hace cuatro años: batallar por volver a unos Juegos Olímpicos. El billete es suyo, se lo ha ganado. "Ni me paro a pensar en que eso no pueda suceder", apunta.