Entrevista

El futbolista del Córdoba CF, Dragisa Gudelj: "El 25 de marzo lo llevaré siempre en el corazón, ese día volví a nacer"

"Si coges diez doctores, nueve de ellos a lo mejor te dicen que no sigas jugando", afirma el jugador blanquiverde

Dragisa Gudelj vuelve al fútbol con un DAI implantado para controlar su corazón.

Dragisa Gudelj vuelve al fútbol con un DAI implantado para controlar su corazón. / A.J. GONZÁLEZ

Ignacio Luque

Dragisa Gudelj (Breda, 8 de noviembre de 1997) volvió a nacer el 25 de marzo del 2023. Un problema eléctrico en su corazón le dejó sin vida durante tres minutos y medio sobre el césped de El Arcángel, durante el encuentro entre el Córdoba CF y el Racing de Ferrol. Su caso forma parte de esas excepciones extrañas que plantea la vida: joven, deportista de los que se cuidan de manera especial y con una madurez mental por encima de sus 25 años, demostrada antes de aquel 25 de marzo. El jugador serbio se ha convertido en el primer jugador de fútbol implantado en España con un DAI. Le ha cambiado la vida, aunque también a su familia -vital para su existencia- y a su entorno, especialmente a Simo, compañero y amigo inseparable, y al doctor Bretones, jefe de los servicios médicos de su club, un Córdoba CF que no dudó en mantener la oferta de renovación hasta el 2025 a los tres días de que su corazón se detuviese. Ahora, Dragisa Gudelj vuelve al fútbol y para ello ha puesto todo el corazón.

El incidente lo vimos todos, por lo que hablaremos a partir de ese punto. Su llegada al hospital. Ahí estaba su padre y le dan la noticia de que necesita un desfibrilador. Y desea seguir jugando al fútbol.

El primer día ya tenía claro en la cabeza que el objetivo mío era seguir jugando al fútbol y seguir hacia delante. Obviamente, esa semana hablé muchísimo con el doctor Segura y con el doctor Bretones. De la vida, de la decisión que había que tomar. Ellos lo veían de otra manera. Como ellos son médicos lo veían de una manera algo diferente a la mía y yo, como soy joven, soy un poco más… No ves el peligro de la misma manera que lo ve un hombre con más edad. Hablando y hablando, cuando fui a hablar con el doctor Segura, cuando me dijo la primera vez que la mejor solución era ponerme el desfibrilador y es lo que él me recomienda, aunque era mi decisión. Porque lo que pasó era grave, no era algo menor. Hay que valorar la vida. Obviamente, el fútbol es muy importante para mí. He crecido con el fútbol en casa, desde bebé. Pero cuando te pasa algo así creo que te das cuenta del valor de la vida de verdad. Es tu familia, es tu salud y todo eso. Todo lo que llega tras eso son extras, porque lo más importante es la familia y la salud. Ahí decidimos lo del desfibrilador, pero obviamente, la primera semana, como tenía tan claro lo de volver, luego llegas a casa y empieza la cabeza a trabajar, a pensar, a ver las imágenes y ya te sitúas más en lo que lo has hecho la primera semana. Porque en esos días aún tienes la adrenalina de todo, pero luego, ya en casa, ahí te entra la sensación de: "Vale, Dragi, estabas muerto en el campo, no se puede decir de otra manera". Yo lo quiero explicar de la manera más bonita posible, pero en realidad es lo que hay. Al final te entra la realidad en la cabeza y sobre todo es el miedo que ves en tu familia por tu decisión, de querer jugar, de seguir jugando. El miedo de mi hermano, mis padres, mi hermana, mi novia… Ahí ya analizas lo importante que es. Mientras estaba fuera, inconsciente, pues estaba así, pero tu familia ha sufrido mucho más, porque estaban ahí.

Además, su padre estaba con usted cuando ocurrió todo.

Mi padre estaba a un metro de mí, mirándome mientras estaba en el suelo. Cuando hablas con tu familia y les dices que quieres seguir jugando, pues hay muchas conversaciones. Al final, mi familia me aporta en todo. Decidimos, con cabeza, con los doctores, pero la decisión la tomo yo. Si coges diez doctores, nueve a lo mejor te dicen que no sigas jugando. Porque con lo que te ha pasado... A pesar de que tu corazón está sano, obviamente lo más importante es que el corazón está sano, que no es una cosa grave la que tengo, pero pusimos el desfibrilador por si acaso, para tener la seguridad. Y creo que aparte de eso es la persona que soy. Creo que soy un hombre que quiere seguir adelante, que no soy un hombre que deja los retos y pierde tan fácilmente. Creo que la vida te va a dar golpes, como a todos, no sólo a mí, y creo que si dejas la vida darte golpes y te caes con esos golpes, yo he aprendido a que hay que seguir adelante y ver lo positivo que hay en la vida. Y que la vida no te regala nada, es dura. Soy de Serbia, por mi padre sé lo duro que es todo. Mi padre vivió la guerra en Serbia y perdió a su hermano, mi tío, cuando tenía 21 años. La vida te da esos golpes y hay dos caminos: o sigues adelante y te haces más fuerte y realizas todo lo bueno de la vida te da o te quedas en otro camino, sufriendo y pensando en lo malo que te ha pasado.

Simo Bouzaidi y Dragisa Gudelj, en el entrenamiento del Córdoba CF en la Ciudad Deportiva, este lunes.

Simo Bouzaidi y Dragisa Gudelj, en el entrenamiento del Córdoba CF en la Ciudad Deportiva, este lunes. / MANUEL MURILLO

En ese camino hacia la luz encuentra a dos personas fundamentales ya en tu vida: los doctores Bretones y Segura.

Sí, sí. Yo digo que tengo dos padres más. Al final, puedo explicar los sentimientos que tenía y los meses malos pasados, pero nunca podré explicarlo tan bien como los doctores Segura y Bretones. Ellos lo saben mejor que nadie y saben exactamente cómo me he sentido. He hablado con ellos y tomé decisiones muy grandes, que te marcan la vida. Lo que más agradezco es que siempre han estado ahí para mí, apoyándome. Si yo tenía una cosa clara, me apoyaban con todo el control, con todo el cuidado, pero siempre por el camino que yo quería andar. "Te vamos a ayudar en el camino que tú elijas, en lo que tú decidas vamos a estar contigo", me dijeron. Y eso me ayudó muchísimo en el regreso que he tenido, en la vuelta que tuve. Hemos pasado momentos malos, pero también muy buenos.

Pues hablemos de los buenos, como el primer entrenamiento de la pretemporada 2023-24, el 10 de julio.

Tocar de nuevo la pelota en el campo fue una sensación muy especial, inexplicable. Creo que tenía muchos sentimientos en la cabeza. En el inicio del entrenamiento tenía en la cabeza... No tenía miedo, tampoco precaución. Era una sensación de: "Vale, estás en el campo tras cuatro meses y es en el campo donde te pasó lo que te pasó". Era una sensación especial, pero en positivo. Cuando tenía la pelota y empecé el entrenamiento, la sensación era como si nada, como si no hubiera estado fuera cuatro meses. Estaba de vuelta y parecía que no me había pasado nada. Eso me preocupaba, el cómo me iba a sentir en el campo, algo que no podías imaginar hasta que estuvieras sobre el césped. Cuando estaba en el campo pensé: "Así me conozco otra vez", jugando con la pelota y disfrutando de lo que hacía.

Ya tiene que celebrar dos cumpleaños.


¡Vaya! Ya tengo dos. Me lo dijeron. Ahora tengo la suerte de que tengo dos días al año para que me den regalos (ríe). La verdad es que es muy especial para mí, porque ese día volví a nacer. También para mi familia. El 25 de marzo que siempre llevaré en el corazón, en mi vida. Mi hermano y mi padre se lo han tatuado: un corazón, con una línea, luego otra línea y la fecha: 25 de marzo. Mi hermano se lo tatuó cerca del corazón y mi hermano encima del corazón. Un día muy especial.

"Al principio tienes la adrenalina, pero luego piensas: ‘Dragi, estabas muerto en el campo’"

Da la sensación de que la manera en la que lo encajó su familia fue muy importante para usted, además de aceptar sus decisiones.

Creo que para mí era lo más importante. Las sensaciones de tu familia. Al final, todos lo sabéis, la gente que me conoce sabe que soy un chico muy familiar, que para mí la familia es lo primero. Y eso es la vida. La familia es la vida. Hay que tener a la familia siempre cerca y con mucho amor. Lo que dices es así, era muy importante para mí. Cuando volví a casa me di cuenta de lo fuerte que era el golpe, porque ahí ves las caras de tu familia. La preocupación que ellos tienen cuando tomas la decisión. Mi hermano me dijo: "Dragi, no quiero oír nada de fútbol". Con mi hermano yo tengo una relación muy especial. Gracias a él soy el hombre que soy hoy en día. Creo que ha sufrido… Hemos sufrido todos mucho. No me gusta decir cosas así, porque no me gusta salir al exterior emocionado. Cuando tuve la rueda de prensa y me salió la lágrima, así, es una cosa que no controlas. Pero tenía noches con mi hermano hablando de la vida y ahí te realizas. Hablas de cosas que nunca has hablado antes. Ves en los ojos de tu familia que es un dolor muy profundo. Debo darles las gracias, porque me aportan cada día, no es fácil para ellos, porque la gente piensa en mí, pero también hay una familia detrás que sabe que Dragi sale al campo con todo lo que ha pasado. Y tienes que mandar un mensaje de que estoy bien, pero tienes que entender que tengo 25 años, no tengo treinta y pico años, que tengo una carrera por delante y ellos lo saben. La familia, que está ahí detrás, no lo tiene fácil. Pero me dan muchísima fuerza. Ahora sólo pensamos en positivo y doy gracias a Dios de tener otra oportunidad en la vida para seguir haciendo mi sueño realidad y hacer lo que más me gusta, que es jugar al fútbol.

Sigamos con su sueño. Primer partido, aunque sea amistoso, contra su hermano. Un reto tras cuatro meses. Con los entrenamientos cruzó una primera meta y llegó la segunda, un partido. ¿Cómo se sintió?

111 días después de lo que pasó nadie se esperaba que estuviera de vuelta, además contra el Sevilla, un equipo fuerte, y en el que juega mi hermano. Nadie lo esperaba. Pero cuando quieres algo de verdad dentro de tu cabeza, yo estoy convencido de que puedes conseguirlo. Casi nada es imposible. La cabeza puede llegar mucho más lejos de lo que uno cree. Me sentí bien en el partido. Hablé con los doctores y la pregunta era fácil: "Dragi, ¿cómo te sientes tú?". Si uno está bien, pues juega. Al final, yo marco todo de cómo me siento. Estaba preparado y me encontraba bien física y mentalmente para jugar el partido. Además tenía muchísimas ganas de jugarlo. Tras salir al campo y pisar el césped, ahí ya cambia el chip. Ahí ya no piensas nada. Me meto en mi mundo y no hay nada más importante que el partido, aunque sea amistoso. El plan que me había marcado era jugar 15 minutos y terminé jugando la primera parte entera. Porque estaba bien, aunque me noté un poco fuera de ritmo físicamente. Pero con la pelota me encontré bien. Y cuando pitaron el final de la primera parte pensé. "¿Ya ha terminado el primer tiempo?". Pero un partido es unpartido, sea amistoso o no, voy a dar todo y a dar por mi equipo lo máximo posible.

¿Cómo fue la renovación?

Al tercer día de estar en el hospital me vinieron Javier (González Calvo), con Juanito y Raúl (Cámara). Antes de que ocurriera el incidente ya habíamos hablado de renovación y había una oferta en la mesa. Como estaba en una situación complicada, no quería pensar mucho en eso y sí en el campo, en los partidos. Pero cuando me pasó eso vinieron al tercer día y me dijeron que lo más importante era mi decisión, pero querían demostrarme que estaban conmigo, apoyándome. «Queremos seguir contigo», me dijeron, y me pusieron la oferta. Eso me dio una motivación más y me demostró el cariño que tenían por mí. Obviamente, no es fácil para un club decidir tan rápido una cosa así. Todo fue muy rápido y los controles que hubo por parte del hospital, pues también ayudaron en la confianza que tenía el club. La comunicación era muy buena y eso ayudó mucho. Yo también quería tener un tiempo para mí, solo, y me fui a Serbia a tranquilizarme, a valorar todo. Necesitaba ese tiempo para relajarme y cuando ya decidí de verdad seguir y concentrarme en lo mío, todo ocurrió muy rápido. Estaba todo sobre la mesa y por mi parte, muy agradecido de seguir en un club tan grande y un club tan especial para mí. La clave, después de todo lo que me ha pasado, es que era el mejor sitio para recuperar la confianza y donde yo quería volver, porque sentía que yo no había acabado en Córdoba y si hay que hacerlo, quiero hacerlo de buena manera.

Gudelj, con el brazalete de capitán, el día del amistoso contra el Sevila, partido con el que regresó al fútbol.

Gudelj, con el brazalete de capitán, el día del amistoso contra el Sevila, partido con el que regresó al fútbol. / CCF

Tan de buena manera que todos dicen que será el próximo capitán.

Sí, lo sé. La gente lo comenta y lo quiere, pero es una cosa que decide el míster. Para mí sería un honor el ser capitán del Córdoba CF y en el pasado no tuve el brazalete, pero yo me sentía un líder en el campo. Cuando juego siempre quiero aportar al equipo lo máximo. Me siento preparado y me siento bien y sería un gran honor ser capitán de un club como el Córdoba CF. Siempre aportaré de todas maneras lo máximo al equipo.

¿Qué le dijo Eriksen y qué significó para usted su llamada?

La llamada con Eriksen fue el tercer día en el hospital. Me acuerdo que mi hermano contactó con él directamente, porque se conocen a ese nivel los jugadores y como jugó en el Ajax, pues tenía amistad con Bruno Fernandes. Y al mismo momento tenía el número y Eriksen dijo que le llamara cuando quisiera. Estuvimos hablando casi una hora. No lo conocía a él personalmente, pero me sorprendió que me atendiera de manera tan rápida, que me hablara durante tanto tiempo y que lo hiciera con tanto cariño. Porque él pasó lo mismo que yo y seguramente él tenía un sentimiento que a nadie podía explicar, pero a mí sí, yo lo iba a entender, porque estábamos en la misma situación. Me habló del desfibrilador, de seguir adelante, de jugar al fútbol, de cómo lo hizo él, el proceso que siguió… Él no tenía a nadie para llamar, para poder hablarlo, estar a ese nivel y con una edad, con 31 años, es impresionante. Me habló muy bien y estoy muy agradecido de esa llamada y de los contactos que tuve después. Me ayudó muchísimo en todo.

¿Una experiencia como esta produce mayor sensibilidad?

Sí, yo creo que sí. Me ha cambiado bastante como persona a mejor. En todos los aspectos. No quiero decir que he mejorado, porque no me gusta decir eso de mí mismo, pero creo que he aprendido muchísimo en cada aspecto de la vida: personal, familiar, psicológicamente, en todo, en todo he aprendido. Eso me ha empujado a ser una persona mejor, en un futbolista mejor y quiero seguir por ese camino. Quiero demostrar a la gente que sabiendo que a pesar de estar muerto en el campo durante tres minutos y medio y te pasas meses sin saber si podrás jugar al fútbol, es una experiencia que te hace más fuerte y, si pasas por todo esto y sales adelante, comprobar que no hay nada en la vida que te pueda parar. Lo que te dije antes: con tu familia, que para mí es la clave, además de los amigos, los doctores, el club –si nombro a todo el mundo me quedo aquí una hora por lo menos-, pero por ejemplo Simo. Todos los jugadores, en realidad. Pero Simo esperaba fuera 10 horas porque no podía entrar. Se tiró diez horas y le dijeron que no podía verme. Se fue a casa y regresó y otras 10 horas esperando para verme, para entrar cinco minutos. Y al día siguiente, tras el entrenamiento, ahí estaba. Son cosas que te llevas para toda la vida y estoy completamente agradecido de poder tener gente así en mi vida. La gente del equipo, gente desde fuera y sobre todo a la familia. A todos muy agradecido.

Y del objetivo del Córdoba, qué me dice.

Del objetivo no tenemos que hablar. El objetivo está claro y lo sabemos todos. No vale la pena preguntar siempre por el objetivo porque sabemos cuál es y está claro. Y también lo que tenemos que hacer, que es dar todo: detalles, fallos que cometimos en el pasado, pues mejorar paraconseguir el objetivo. Tengo muy buenas sensaciones en todo, desde el primer día que empezamos. El equipo está increíble, con una gran energía. El cuerpo técnico apoya mucho y hemos formado ya una familia. Sé que va a ser un año muy bonito.