Fiscalía

La Audiencia de Barcelona fija para el 5 de febrero el juicio contra Alves por agresión sexual

La denunciante ha solicitado que la declaración sea a puerta cerrada y no tener contacto visual con el acusado

Dani Alves

Dani Alves / EP

J. G. Albalat

La Audiencia de Barcelona ha señalado para el 5, 6 y 7 de febrero el juicio contra Dani Alvesacusado de haber agredido sexualmente a una joven de 23 años en la noche del día 30 de diciembre del año pasado en la discoteca Sutton de Barcelona. La abogada del exjugador del FC Barcelona, Inés Guardiola, ya presentó días atrás su escrito de defensa, en el que solicita la absolución del exfutbolista brasileño. Por tanto, el tribunal ha podido fijar las fechas en las que se celebrará la vista. La acusación particular ha solicitado a los magistrados que se adopten las medidas necesarias en la sala para evitar la confrontación visual del procesado con la víctima y que la declaración de esta sea a puerta cerrada.

La Fiscalía de Barcelona reclama para Alves –que permanece encarcelado desde su detención, el 20 de enero– nueve años de prisión por un presunto delito de agresión sexual con penetración (violación) y una indemnización de 150.000 euros para la víctima. La acusación pública también solicita 10 años de libertad vigilada. La letrada de la denunciante, Ester García, por su parte, solicita en su escrito de acusación provisional la máxima pena de prisión que permite el Código Penal por un delito de este tipo: 12 años de cárcel y la misma indemnización que la fiscal del caso. Sin embargo, también atribuye al brasileño un delito de lesiones por el que pide una multa que asciende a 13.500 euros.

La Audiencia de Barcelona ha rechazado hasta en tres ocasiones la libertad de Alves por riesgo de fuga, aunque la última negativa fue recurrida por la defensa del exfutbolista, reiterando que debe aplicarse en este caso la atenuante de reparación del daño al haber consignado en el juzgado 150.000 euros para el desembolso de la eventual indemnización a la víctima. Los magistrados han denegado por ahora esa tesis y han planteado que este asunto se tendrá que dilucidar en el juicio. Por lo tanto, es de esperar que la letrada del exjugador vuelva a reclamar en la vista la aplicación de esta atenuante que, a su entender, podría ser cualificada o muy cualificada, por lo que la eventual pena a imponer sería menor.

Prueba de ADN

Por ahora, los intentos del exjugador (antes de cambiar de abogado) para llegar a un acuerdo con la fiscalía y la acusación particular han caído en saco roto, a pesar de que se barajaron importantes cantidades de dinero para indemnizar a la joven denunciante. Fuentes del entorno de Alves aseguran que están dispuestos a ir a juicio porque mantienen que el jugador es inocente y que no cometió ninguna agresión sexual. En su última declaración, el exfutbolista ofreció una cuarta versión sobre lo sucedido esa noche y afirmó que mantuvo "sexo consentido" con la mujer y que, por lo tanto, no la forzó. De esta manera, Alves justificó por primera vez que en el análisis de ADN se hallaran restos de semen en el interior del cuerpo de la víctima.

El 30 de diciembre del año pasado, el exfutbolista voló a Barcelona. Ese día llamó a su amigo Bruno y quedaron para cenar. Encargaron mesa en un restaurante y después acudieron a la discoteca Sutton, en la calle de Tuset. Se sentaron en una mesa del reservado denominado Moët, la cual tiene acceso a una ‘suite’ sin cámaras y que cuenta con un gran sofá, un televisor y una nevera. En el pasillo que comunica una estancia con otra a través de una escalera, y justo a la entrada del mismo, hay un baño minúsculo.

Acusación

Sobre las dos de esa madrugada, la víctima, acompañada de su prima y una amiga, entró en la discoteca. Se dirigieron a la sala central y, después, accedieron a la zona reservada. Al cabo de unos minutos, Alves, que era cliente habitual de la discoteca, invitó al grupo a una copa (primero rechazada) con ellos. La víctima asegura que no sabía quién era el procesado.

Durante unos minutos estuvieron los cinco bailando y hablando, si bien Alves se acercaba cada vez más a la víctima y la abrazaba, según la acusación. En dos ocasiones, le cogió la mano y se la rozó con el pene, por lo que la joven la apartó rápidamente, incide. Al cabo de unos minutos, el exfutbolista se dirigió a la puerta del pasillo que comunica con la Suite y accedió a su interior. Desde allí indicó a la joven que se acercara. Ella pensó que era otra zona VIP, pero el exfutbolista la introdujo en el pequeño aseo y cerró la puerta. Al verse en ese cubículo, la mujer pidió al exjugador, siempre según la tesis incriminatoria, que la dejara salir. El exfutbolista le agarró de la cintura, la sentó encima de él y la tiró al suelo, intentando que le hiciera una felación. La mujer se resistió y el exjugador le propinó varias bofetadas en la cara. Ante esta negativa, el exdeportista la levantó del suelo, la colocó inclinada sobre el retrete y la agredió sexualmente.