Un hogar con varios ordenadores conectados a internet, televisión on line y consola de juegos, teléfonos y tabletas enganchados a la red, todo al mismo tiempo. Esa es la realidad doméstica que viene, y que ya es posible concebir en Canarias gracias al tendido de varios cables submarinos en los últimos años. Desde 2009, las Islas han multiplicado por 65 su capacidad de conexión con la Península, y con ello, los servicios que ofrecen los distintos operadores. Hasta hace unos meses los usuarios sólo podían contratar, por lo general, un ancho de banda no superior a los doce megas. Suficiente para un ordenador, pero algo cortos para que varios aparatos puedan contectarse simultáneamente, o disfrutar de servicios más pesados en datos (voz e imagen). Hoy, con la puesta en marcha del nuevo cableado, ya se puede disponer de cien megas con los que alimentar convenientemente todos los dispositivos de una casa.

En 2009 sólo dos cables conectaban a Canarias con la Península. El SAT 3 y el Atlantis 2, inversiones de Telefónica para prestar servicios en el Archipiélago. Entre ambos, suman una capacidad de 320 Gigabites por segundo (un gigabite son cien megas por segundo), a la que se han ajustado empresas y particulares para engancharse a la red. Suficiente para sacar partido a los ordenadores en un entorno profesional o doméstico.

Sin embargo, el mercado de los smartphones (teléfonos inteligentes), portátiles, videojuegos o una televisión que evoluciona hacia los servicios a la carta y la emisión por internet han incrementado la demanda de megas a repartir en cada hogar.

Por eso, las grandes compañías han realizado inversiones millonarias en cableados de fibra óptica con los que atender al mercado canario. Las Islas, por otra parte, son un nodo de conexión estratégico para mejorar el tráfico de datos en África e incluso América. Ya los primeros cables engancharon con Argentina y Sudáfrica.

Los nuevos también aumentan el caudal de datos entre las Islas y el continente africano, pero, sobre todo, amplían considerablemente las autopistas de información con la Península. Pencan 8, Canalink, ACE y WACS son los cuatro cables que han entrado en funcionamiento, de forma progresiva, en estos años. Entre todos, suman una capacidad de 20.480 gigabites por segundo (5.120 cada uno). Terminaron de estar operativos entre 2011 y 2012, después de tres años de tendidos submarinos y conexiones con las centrales de datos en las Islas. A esta lista hay que añadir el Main One, un proyecto de 1.920 gigabites por segundo que financian organizaciones sin ánimo de lucro, con el fin de preparar el desarrollo comercial de África, y que aún no ha conectado con Tenerife.

Las inversiones son cuantiosas, y las impulsan los operadores de servicios de internet. El coste de un cable entre Europa y el extremo Sur de África supera los 1.200 millones de dólares. El tendido entre Canarias y Península (entre 1.400 y 1.600 kilómetros) cuesta unos 80 millones de euros. France Telecom (Orange, en España), impulsó el ACE, operativo desde la segunda mitad de este año. Telefónica desarrolló de forma exclusiva el Pencan 8, y desde el pasado mes de mayo funciona a pleno rendimiento. Vodafone está detrás del WACS, que conecta con Salinetas, en Gran Canaria, para ampliar su oferta en las Islas.

La Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (Spegc), entidad del Cabildo insular, también colaboró en el WACS, y se ha mostrado en los últimos años muy activa para repartir los megas en las redes insulares. El Cabildo de Tenerife y el Instituto Tecnológico de Telecomunicaciones, por último, participan en el proyecto Canalink, que tiene como socio tecnológico a la empresa Islalink, y que también aprovecha la compañía ONO para mejorar su oferta de conexiones a internet en el Archipiélago. Otras empresas de telefonía e internet llegan a acuerdos con los dueños de la fibra óptica para hacer lo mismo.

Toda esta infraestructura tardará en colmarse. Está previsto que los últimos cables que llegan a Canarias puedan absorber el tráfico de datos con la Península en las próximas dos décadas, al menos. La fibra óptica es una inversión de futuro, que ya ha ido incrementando su capacidad de conexión de forma progresiva: en el año 2010, las Islas estaban en los 5.440 gigabites por segundo, y en 2011 ya disponían de 17.600. Con los cables terminados, este año se sobrepasarán los 20.000. Pero las nuevas autopistas tienen, al menos, el cuádruple de capacidad para aprovechar.

El observatorio del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) augura una mayor implantación de principales operadores de internet en los próximos años. Ya disponen de las herramientas adecuadas para ofertar un mayor rango de banda ancha, sin que se forme un cuello de botella en la transmisión de datos a la Península: hay suficientes carriles para que no se produzca atasco.

El último informe sobre competencia en banda ancha en Canarias, publicado por el ITC, cifró en 24,1 líneas por cada cien habitantes la penetración de este tipo de servicios en las islas. El impacto en el mercado de los operadores será mayor aún en los años inmediatos.

La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) regula el intercambio de datos a través de los cables, para que las distintas compañías puedan competir en el mercado. La mayoría de ellas ya están incrementado su oferta de más velocidad por un precio similar al que hasta la fecha se ha venido contratando por conexiones con un ancho de banda de diez megas.

Pero el consumidor no es el único beneficiado. Los planes de expansión de empresas canarias a África se potencian con las nuevas conexiones: pueden operar con un respaldo en sus comunicaciones y el trasvase de gran cantidad de información. Los mismos cables que llegan a las Islas desde la Península pasan por enclaves como Senegal rumbo a Sudáfrica. También América queda más cerca . Islalink promueve la conexión con Fortaleza, en Brasil, para un intercambio de datos a gran velocidad que estará listo en 2014, dentro del proyecto Canalink.

Voz, imagen y un enganche ágil a la red son los atractivos de la nueva internet. Sobre todo, en Tenerife y Gran Canaria, donde se ubican las centrales más modernas. Nuevas y mejores redes que conecten con las islas menores es el siguiente paso en el proceso para actualizar el mapa telemático regional.