La Semana Santa superó todas las expectativas del sector turístico canario. El final de las restricciones y las reservas de los últimos 15 días ya señalaban hacia un escenario muy parecido al de pascua de 2019, cuando todavía no había ni rastro de la pandemia, pero finalmente las ganas contenidas de viajar y el buen tiempo mejoraron las predicciones y la ocupación media en todas las Islas superó el 80%. En algunos hoteles de Gran Canaria y Fuerteventura, incluso, se tuvo que colgar el cartel de "completo". Los empresarios valoran positivamente estos datos, pero se mantienen prudentes de cara a las previsiones del verano ante un escenario "incierto" provocado por la guerra en Ucrania y la inflación.
Los días festivos en mitad de abril han servido para "dar un respiro" al sector que tras empezar el año con cancelaciones por la variante ómicron y por los requisitos de entrada de las familias británicas, ha tenido que enfrentarse a las consecuencias del conflicto en el este de Europa. Pero ni las subidas del IPC ni el "miedo" que provoca viajar en época de guerra han sido capaces de frenar las ganas contenidas de viajar desde hace dos años. "Bastaba con salir a dar un paseo a la playa para ver que el ambiente había vuelto a ser el de antes de la pandemia", afirma el vicepresidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la provincia de Las Palmas (FEHT), Tom Smulders, quien asegura que en el sur de Gran Canaria la ocupación estuvo entre el 80 y el 100%.
También tiene la misma impresión el presidente de la patronal turística de Fuerteventura Asofuer, Antonio Hormiga, quien reconoce que nunca había visto tanta gente en la isla durante la Semana Santa. "No había cama para tanta gente, muchos hoteles se quedaron sin habitaciones y los restaurantes, sin mercancías", afirma el empresario. Y Lanzarote también tuvo una "gran semana" según la presidenta de la Asociación Insular de Empresarios de Hoteles y Apartamentos Turísticos de Lanzarote (Asolan). Los establecimientos hoteleros y extrahoteleros asociados a la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel) también triunfaron con datos positivos que elevan al 86,25% la media de ocupación en la isla de Tenerife.
Los hoteleros se resisten a echar las campanas al vuelo de cara al verano por la guerra en Ucrania
Y aunque los datos son positivos y superan a los de 2019 los empresarios rechazan la expresión "recuperación turística". "Hemos vivido siete días buenos, para hablar de recuperación tenemos que valorar los datos de todo un año", explica Pérez, quien asegura que el incremento de los costes provocado por el conflicto en Ucrania va a suponer que se alargue la recuperación económica. "Una cosa es recuperar los turistas, otra muy distinta es recuperar el músculo económico-financiero", aclara.
Los representantes de las patronales se muestran especialmente prudentes a la hora de predecir cómo será el verano en las Islas. Todo dependerá del desarrollo del conflicto en Ucrania y de los efectos de la subida de los precios en la economía de las familias que tienen pensado viajar. Las reservas de última hora se han impuesto debido a la incertidumbre que provoca la guerra, por lo que no será hasta junio cuando se pueda hablar de ocupación en los meses de verano. «Lo cierto es que el teléfono ahora a penas suena, y las reservas llegan a cuentagotas, habrá que esperar», afirma Smulders.
Las viviendas turísticas triunfan en Semana Santa
La ocupación en las viviendas de alquiler turístico de Canarias alcanzó el 70% en Semana Santa, según datos de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur), que asegura que el turismo nacional y el turismo de interior siguen siendo los grandes protagonistas de las escapadas. La media a nivel nacional es mayor, del 75% y Aragón, Cantabria, las dos Castillas y Extremadura fueron los destinos favoritos para los días festivos. El perfil del turista que estos días ha ocupado viviendas y apartamentos turísticos han sido familias y de origen mayoritariamente nacional. Para la patronal, el problema en estos momentos recae en los destinos urbanos. La Semana Santa ha provocado un descenso en los viajes ejecutivos y la instauración del teletrabajo y la utilización masiva de videoconferencias en detrimento de la presencialidad. Estos factores, junto con la aún reciente reactivación de los eventos, genera cierta preocupación entre el sector turístico. Ciudades como Madrid o Barcelona aún no han recuperado un alto porcentaje de turistas que mantenían los niveles de ocupación fuera de la temporada alta, puentes o fechas señaladas. Los datos que maneja la federación para este verano hacen augurar una buena temporada para el sector, las previsiones de ocupación media en temporada alta se sitúan en un 65%. | E. P.
