7.500 muestras de semen de pura raza autóctona canaria

Canarias garantiza la preservación de cuatro especies isleñas en el Banco de Germoplasma

Imagen de dos machos caprinos de raza palmera, una subespecie a preservar.

Imagen de dos machos caprinos de raza palmera, una subespecie a preservar. / LP/DLP

Muestras de semen para garantizar la supervivencia de las razas autóctonas canarias. Esto es lo que guarda en sus instalaciones el Banco canario de germoplasma, que ya cuenta con 7.500 dosis de esperma de animales de cuatro subespecies del Archipiélago: la cabra, la vaca y la oveja palmera y la oveja canaria de pelo o pelibuey. Con ellas, este laboratorio quiere cumplir dos objetivos. Por un lado, conservar estas razas únicas en el mundo al haberse desarrollado en el Archipiélago por el aislamiento y a través de varios siglos de cruces, que en algunos casos están en grave peligro de desaparecer. Por otro, tratar de mejorar las características que los hagan más atractivos para la actividad ganadera, preservando muestras de ejemplares que tengan un alto valor genético.

El banco de semen, que gestiona y financia la Dirección General de Ganadería del Gobierno de Canarias, trabaja codo con codo con las asociaciones de criadores de las Islas. Son ellas las que deben solicitar su servicio, que es totalmente gratuito, y seleccionar a aquellos animales que sean más óptimos para preservar su genética. Así lo explica José María Antón Silva, jefe de área de Gestión del Medio Rural de Canarias, quien señala que la propiedad de las muestras permanece siempre en manos de los criadores, que son quienes tienen potestad para utilizarlas en todo caso, y el banco se convierte solo en un lugar donde conservarlas en condiciones de bioseguridad.

La preservación del semen de estos animales tiene múltiples ventajas. No solo permite introducir «sangre nueva» en la cabaña ganadera de una raza que peligre debido a su alta consanguinidad –una situación que suele producirse en aquellas subespecies en las que quedan muy pocos ejemplares– sino que el método para fecundar a las hembras es mucho más rápido, cómodo y eficaz. Al tener las muestras congeladas no es necesario desplazar al animal de granja en granja para realizar montas, ya que «con un solo eyaculado podemos conseguir hasta diez dosis inseminantes». Con lo que el potencial reproductivo se multiplica. Además, permitiría disponer de estas muestras incluso después de que el animal haya fallecido, ya que la capacidad de conservación es ilimitada en el tiempo, siempre que se preserve en buenas condiciones.

Para poder garantizar la recuperación de una raza que se encuentre en peligro es necesario disponer de al menos 3.000 muestras de 25 donantes diferentes. Una cantidad que todavía no se ha alcanzado en el caso de ninguna de las razas que ya cuentan con material genético en el banco de semen. «El más cercano es el bovino palmero pero todavía está lejos de lograr esta cifra, este es un trabajo a largo plazo». Pero además, el objetivo es intentar multiplicar por dos ese dato para enviar otro lote de 3.000 dosis al Banco de Germoplasma de Madrid, para así tener una copia de seguridad.

El reto es incorporar muestras de todas las razas autóctonas canarias que tengan interés ganadero, al menos una docena, entre las que también se encuentra la cabra tinerfeña o la majorera, el cochino negro o la vaca basta. Pero quizá aquellas razas cuya introducción en el banco de semen sería más urgente son el camello canario y el burro majorero, debido a que su censo es ya bastante limitado. Aunque Antón Silva recalca que no es el banco el que establece las prioridades, sino que deben ser las asociaciones de criadores los que soliciten acceder a este servicio.

Pero, ¿cuál es la fórmula que se sigue para obtener las diferentes muestras? Aunque la sede del banco está en la localidad tinerfeña de Valle Guerra, cuenta con un laboratorio móvil que se desplaza a todo el Archipiélago para realizar las extracciones en las propias explotaciones ganaderas. «En el inicio nos dimos cuenta de que traer machos de otras islas era una utopía», cuenta. Por lo que se ideó este equipo itinerante para salvar este contratiempo.

Tras su obtención, las muestras se conservan en tanques de nitrógeno líquido a 196 grados bajo cero. «Se hacen hasta tres controles de calidad para garantizar que se cumple con los estándares», explica, ya que el semen es un material muy delicado, que puede estropearse si no se manipula con cuidado y siguiendo unos procedimientos precisos.

El banco canario tiene todavía mucha capacidad para aumentar las muestras recopiladas. En cada tanque de nitrógeno caben 7.000 dosis de forma aproximada y con los medios de los que dispone en la actualidad podría guardar hasta 100.000. Aunque siempre podría incrementarse todavía más con la adquisición de nuevos equipos.  

Preguntas destacadas

¿Qué es el Banco de Germoplasma?

El Banco de Germoplasma es un organismo gestionado por la Dirección General de Ganadería que tiene el objetivo de recoger y conservar muestras de material genético de las razas autóctonas de interés ganadero. Comenzó a funcionar en 2019 pero debido a la pandemia su verdadero despegue se produjo este año.

¿Cómo se conservan las muestras?

Las muestras de semen de los animales se envasan en pajuelas – tal y como se llaman los recipientes en los que se conservan– que se introducen en tanques llenos de nitrógeno líquido a 196 grados bajo cero.

¿Cuánto duran congeladas?

La conservación en nitrógeno líquido no tiene un plazo definido a partir del cual las muestras pierdan calidad y no puedan ser usadas. La capacidad de conservación es infinita y técnicamente podrían permanecer congeladas sin perder calidad miles de años siempre que no exista ningún problema.

¿Qué capacidad tiene el banco canario?

Con sus actuales instalaciones y equipos disponibles, el Banco de Germoplasma podría tener capacidad de albergar más de 100.000 muestras genéticas. Pero esta capacidad podría incrementarse si se dota de nuevos tanques de conservación.

¿Cuántas muestras de semen guarda?

El banco canario tiene en la actualidad unas 7.500 muestras genéticas de cuatro razas autóctonas canarias: la cabra, oveja y vaca palmera y la oveja canaria de pelo o pelibuey. 

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