Malas noticias para los desempleados: llega un cambio en la forma de cobro

Se avecina un cambio importante en la situación de las personas desempleadas. Según los datos del SEPE, en España 1.766.424 personas se benefician de la prestación por desempleo y por eso resulta fundamental comprender el impacto de las recientes reformas del Gobierno en aquellos que dependen de estos beneficios. El Gobierno de España ha presentado ante la Unión Europea un plan de recuperación económica que contempla una modificación en la forma en que se otorga la prestación por desempleo, con el propósito de estimular una búsqueda activa de empleo entre la población desempleada en el país.

La cantidad actualmente recibida como prestación por desempleo, después de agotar la prestación contributiva, es el 80% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), lo que se traduce en aproximadamente 480 euros al mes en 2023. No obstante, bajo el nuevo sistema, aunque la suma total seguirá siendo la misma, la modalidad de pago experimentará un cambio. Los desempleados en España recibirán una cantidad mayor al principio, pero esta irá disminuyendo gradualmente con el tiempo. Esta medida se ha diseñado con la finalidad de incentivar a los beneficiarios de la prestación por desempleo a buscar activamente empleo.

Una modificación destacada en la prestación por desempleo es la posibilidad de que los desempleados en España continúen recibiendo este subsidio mientras trabajan, incluso a tiempo completo. Este enfoque se aplicará de forma progresiva y funcionará como un complemento salarial. No obstante, esto implicará ajustes en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), ya que los ingresos provendrán de dos fuentes: el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y el empleador. Esto podría resultar en una mayor contribución en la declaración de la renta anual y un umbral de ingresos más bajo para la obligación de presentarla.

Este modelo ya está en vigor en la mayoría de los países europeos y es una recomendación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Se pueden encontrar dos enfoques principales: una reducción muy gradual de la cantidad, como en Italia, o reducciones más pronunciadas, como en Alemania. Ambos enfoques buscan motivar a los desempleados en España a reintegrarse en el mercado laboral, ya que la disminución del subsidio aumenta el incentivo para buscar empleo.

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INGRESO MÍNIMO VITAL

Para aquellos desempleados en España que no logren encontrar trabajo, existe el Ingreso Mínimo Vital (IMV) como una alternativa. Este programa de la Seguridad Social garantiza un ingreso mínimo a los grupos más vulnerables, incluyendo a quienes tienen dificultades para regresar al mercado laboral. El requisito principal es demostrar vulnerabilidad económica, con umbrales de ingresos que varían según el tipo de familia.

Estos cambios en la prestación por desempleo representan un paso importante en la estrategia económica de España y buscan equilibrar la provisión de apoyo financiero a los desempleados con la motivación para su reintegración efectiva en el ámbito laboral. Es esencial que los beneficiarios actuales y futuros de la prestación por desempleo en España se mantengan informados sobre estos cambios y planifiquen en consecuencia, ya que estos ajustes pueden tener un impacto significativo en su situación financiera y profesional.