Reunión en Barcelona

Gobierno y Generalitat de Cataluña retoman la negociación del aeropuerto de El Prat con perfil bajo y sin propuestas

Pere Aragonès busca un nuevo guiño al PSC para allanar el pacto de los presupuestos de 2024

Un avión vuela por el espacio protegido de la Ricarda, en El Prat de Llobregat.

Un avión vuela por el espacio protegido de la Ricarda, en El Prat de Llobregat. / EP

Quim Bertomeu

El Gobierno y la Generalitat de Cataluña retomarán este jueves la negociación sobre el futuro del aeropuerto de Barcelona-El Prat que quedó aparcada en setiembre de 2021 entre reproches al más alto nivel, ya que incluso los presidentes Pedro Sánchez y Pere Aragonès se lanzaron dardos mutuamente. Así, representantes de las dos administraciones se reunirán en la sede de la conselleria de Territori para constituir formalmente la comisión técnica que tiene que abordar el futuro de esta infraestructura. Eso sí, será una reanudación de los contactos de perfil bajo: en el encuentro no estarán presentes ni consellers ni ministros y ninguno de los dos ejecutivos tiene previsto presentar su propuesta formal sobre el futuro del aeropuerto.

Este reinicio de bajo perfil se explica porque este ha sido siempre un tema delicado, sobre todo para la Generalitat, y nadie tiene prisa por enseñar sus cartas. Aragonès es partidario de "modernizar" las instalaciones aeroportuarias, pero rehúye la palabra "ampliación", ya que rechaza alargar la pista más cercana al mar porque tendría una afectación medioambiental en la laguna de La Ricarda. En la negociación fallida de 2021 fue ese el principal problema: todo el debate giró en torno a la cuestión ambiental y eso desgastó al Govern. Además, ERC se mostró dividida ante este asunto. Una parte del partido abrazaba reformar el aeropuerto y otra mostraba sus dudas.

Así, fuentes de la Generalitat explican a El Periódico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica, que el encuentro de este jueves será "una reunión de situación entre las dos administraciones" donde se abordará la metodología que tiene que seguir esta comisión para elaborar sus trabajos a partir de ahora. En resumen, que por ahora nadie tiene prisa para definir una propuesta concreta. Por parte de la Generalitat, está previsto que su máximo representante sea el president de Aeropuertos de Cataluña, Daniel Albalate, mientras que por parte del Gobierno está confirmado el director general de Aviación Civil, David Benito.

Desde la plaza de Sant Jaume se asegura que están trabajando ya en una propuesta propia, pero consideran que aún es pronto para darla a conocer. Una propuesta que no ahondaría en alargar la pista que da al mar -que es lo que tensiona a Aragonès-, sino en potenciar la pista que da a la montaña. Es decir, que sea esa la que se modifique para tener más vuelos intercontinentales. La Generalitat también vería con buenos ojos una nueva terminal, que se ha proyectado algunas veces en el pasado, pero que no se ha llegado a ejecutar.

Aunque el ejecutivo catalán no tenga previsto formalizar su propuesta, sí que pondrá encima de la mesa los tres temas sobre los que considera que deben girar los contactos. El primero, la demanda de que la Generalitat sea la encargada de gestionar los principales aeropuertos catalanes. El segundo, el aumento de la capacidad de los vuelos intercontinentales y, finalmente, que todo ello se haga sin afectar a la "protección" de los espacios naturales del Delta del Llobregat.

Relaciones con el PSC

La reunión de este jueves en la conselleria de Territori tiene que leerse, también, en clave de política estrictamente catalana. Con la puesta en marcha de la comisión técnica del aeropuerto, el Govern estará cumpliendo con una de las condiciones que el PSC le arrancó en el pacto de los presupuestos de 2023. Así, desde el Palau de la Generalitat se interpreta que la puesta en marcha de la comisión debe servir también para allanar un poco más el pacto para los presupuestos de 2024, que sigue en el aire.

El líder de los socialistas, Salvador Illa, y Aragonès se reunieron cara a cara el pasado viernes para hablar de las cuentas. Para la Generalitat, esa cita constituye la señal de que la negociación avanza y de que los socialistas están dispuestos a reeditar el pacto de hace un año. Aunque Illa se exhibe más cauto, el pasado fin de semana admitió que reeditar el acuerdo es una posibilidad.

Presión para avanzar

Aunque la comisión sobre el aeropuerto empiece a trabajar este jueves con perfil bajo, las dos partes saben que tendrán presiones para avanzar. La prueba es que en el último año han llegado desde la sociedad civil varias propuestas propias sobre la ampliación como la que formuló Foment del Treball -y que pasaba por alargar la pista con pilones por encima de La Ricarda- o la que diseñó un grupo de expertos sobre construir una pista sobre el mar. Además, el PSC y Junts también llevan tiempo ejerciendo presión desde el Parlament para que el Govern no paralice el asunto.

Aragonès afronta el debate con el bagaje del conflicto de 2021. Allí quedó atrapado entre dos fuerzas: los que le reprochaban que no podía renunciar a una inversión del Gobierno de 1.700 millones para una infraestructura tan decisiva, y los que le acusaban de entregarse a un desarrollismo sin sentido que perjudica el medio ambiente. El objetivo esta vez será no volver a entrar en este laberinto sin salida. El primer paso, pues, será ser propositivo y tener una propuesta concreta sobre la que trabajar.

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