La desigualdad se cierne sobre las pensionistas canarias: sufren tres veces más la brecha salarial

La brecha salarial entre hombres y mujeres aumenta en el Archipiélago con la edad, hasta recrudecerse en el caso de las personas mayores. De hecho, mientras que las trabajadoras cobran un 11,5% menos que los hombres en las Islas, en el caso de las pensionistas esta desigualdad llega casi a triplicarse: la pensión de ellas es un 32,6% menor a la de ellos. Estos datos, que pertenecen al informe Con más avances sin brechas. Corresponsables para ganar más presentado ayer por Comisiones Obreras en Canarias, revelan que es durante la tercera edad es cuando las mujeres tienen más riesgo de sufrir pobreza.

La brecha de género es, según la Comisión Europea, «la diferencia relativa en el ingreso bruto promedio de mujeres y hombres dentro de la economía en su conjunto». En el caso de las pensionistas canarias, esta brecha del 18,6% las lleva a cobrar de media 273 euros menos al mes que los pensionistas. La explicación a esta disparidad se explica en la falta de cotización de una gran parte de las mujeres –que han dedicado su vida a los cuidados– así como a su acceso a bases reguladoras más bajas, con mayor precariedad y parcialidad.

Las pensionistas canarias cobran 273 euros menos al mes; y las asalariadas, 203 euros menos

Si bien la brecha de las pensiones es menor en las Islas que en el conjunto de España –donde se sitúa en el 48,6%–, desde CCOO señalan que hay poco que celebrar en este sentido, ya que la equiparación en las Islas es «a la baja». Es decir, como la norma es que tanto los salarios de hombres como de mujeres sean discretos, la desigualdad se hace menos perceptible en la región.

En el caso de los sueldos la situación es similar. Canarias tiene la brecha salarial más baja de todo el país –del 11,5%– y las trabajadoras del Archipiélago cobran 203 euros al mes menos que los hombres asalariados. La distancia en los salarios a nivel nacional es del 22,5%, lo que hace que las mujeres cobren 433 euros menos al mes menos que los hombres. Pero como ocurre con las pensiones, no se puede afirmar que el Archipiélago esté en una situación ventajosa en cuanto a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. CCOO aclara que esa aparente menor brecha se debe a que los trabajadores de ambos géneros tienen en las Islas los salarios más bajos de todo el país: el salario medio mensual es de 1.775 euros en Canarias mientras que en el conjunto nacional es de 2.083 euros.  

La brecha disminuye paulatinamente

La desigualdad se ha reducido de forma progresiva en las Islas gracias a las subidas salariales

El único dato optimista que aporta el sindicato es la constatación de que la brecha salarial se ha ido recortando con los años en las Islas, debido en gran medida a la Subida del Salario Mínimo Interprofesional –que ha pasado de 767 euros en 2019 a 1.134 euros en 2024–. Otro de los factores que han contribuido a la reducción de esa desigualdad económica es el contenido del último Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, que busca favorecer la recuperación de los salarios con incrementos importantes de salida y una cláusula de revisión salarial referenciada en base al IPC. 

Cómo acabar con la brecha de género

Sin embargo, CCOO advirtió ayer de que las subidas salariales solo lograrán acortar la brecha hasta un cierto límite, porque para acabar del todo con ella es «imprescindible» actuar sobre las causas de desigualdad de género. «Estamos convencidas de que la corresponsabilidad es la mejor forma de hacerlo», defienden desde el sindicato. 

En esa línea, CCOO ha publicado recientemente una Propuesta de Pacto Integral y Estatal de Cuidados en el que se pone de relieve que no solo es necesario un reparto más equitativo del trabajo asalariado, del trabajo doméstico y de los cuidados, sino también un cambio de paradigma que le conceda el valor que se merece a los cuidados, «que son fundamentales para la sociedad». 

Asimismo, han instado a que este Pacto Estatal de Cuidados garantice un sistema integral de cuidados en el sentido amplio –de la infancia, de personas dependientes o con discapacidad, así como los cuidados indirectos de limpieza o cocina–. Además, proponen que se defina jurídicamente el concepto de «persona cuidadora profesional».

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