Los agricultores salen a la calle: estos son los días de las movilizaciones en Canarias

El campo canario ya ha definido su calendario de movilizaciones. Tal y como habían anunciado, los agricultores saldrán a la calle una vez finalice el carnaval. En Gran Canaria será el miércoles 21 de febrero y en Tenerife, el sábado 24. Las asociaciones entregarán hoy mismo el itinerario a Subdelegación del Gobierno. Lo único que queda en el aire es la fecha de las protestas que tendrán lugar en La Palma, aunque en principio están convocadas para el martes 20 de febrero.

"Vamos a movilizar flotas de guaguas para acercar a la gente a las capitales y los productores de municipios cercanos van a traer los tractores y camiones", explicó esta mañana el secretario general de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga), Theo Hernando, quien aseguró que habría unos 50 vehículos en cada capital. En cuanto al número de persona, todavía es "pronto" para dar una cifra. "Esperemos que sean unos cuantos de miles", añadió Hernando. A las protestas también se unirán los ganaderos con sus animales.

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Así será el recorrido

El recorrido comenzará a las 11.00 horas tanto en Las Palmas de Gran Canaria como en Santa Cruz de Tenerife. En la capital grancanaria los agricultores iniciarás las protestas en Presidencia del Gobierno y concluirán con la lectura de un manifiesto en la Plaza de la Feria, frente al edificio de Delegación del Gobierno. En Tenerife todavía queda definir el trayecto exacto, pero Hernando adelanta que también será por el centro y que la lectura de las reivindicaciones "se hará en el Mercado Nuestra Señora de África".

Los agricultores completarán las movilizaciones con entrega de fruta para los ciudadanos que se unan. "No queremos fastidiar a los ciudadanos paralizando el tráfico. Algunas calles cortaremos, pero somos pacíficos", aclara el secretario general de Asaga.

Las protestas de los agricultores canarios se producirán como parte de la ola de indignación que se vive en el sector primario europeo ante los cambios en las políticas agrarias que regulan las importaciones de países extracomunitarios, un hecho que les lleva a competir en «desigualdad» y que les expone a sufrir la posible entrada de plagas y enfermedades desde terceros países.