Habla una vecina de las polémicas casetas de campaña de Tenerife: "Ha sido mi pesadilla durante un año y medio"

El alquiler vacacional se ha convertido en un tema polémico y controvertido en muchos destinos turísticos en los últimos años. Esta práctica, impulsada por plataformas como Airbnb, ha generado un intenso debate en torno a sus impactos económicos, sociales y urbanísticos. Según un estudio del Gobierno de Canarias publicado en diciembre de 2020, se estima que alrededor de 38.900 viviendas están siendo anunciadas como alquiler vacacional. Ruidos, fiestas en horario nocturno, entradas y salidas de madrugada, o sensación de inseguridad, son algunas de las principales molestias que los residentes denuncian. En los últimos días ha trascendido una azotea de Santa Cruz de Tenerife que ha alquilado estancias en casetas de campaña, aprovechando los Carnavales, con precios que llegaron a rondar los 15 euros la noche.

Una vecina afectada de este alquiler clandestino ha hablado y contado su calvario, a través de los micrófonos de SER Canarias.

María Rosa Sánchez, residente afectada, describe como una pesadilla que ha perdurado durante un año y que el Ayuntamiento ya ha ordenado retirar de manera inmediata.  

Hasta 30.000 euros de multa

El inicio del procedimiento administrativo, en el cual el ayuntamiento lleva trabajando desde finales de enero, abre la posibilidad de imponer una sanción correspondiente, que puede oscilar entre 15.001 y 30.000 euros al considerarse un hecho "muy grave". Una vez notificados (a través de la Policía Local), los interesados tienen hasta diez días para presentar alegaciones.

El rudimentario método de una vivienda de alquiler vacacional en Canarias que ha creado cabreo e inseguridad

Según relata la vecina, todo comenzó con el alquiler de un piso en modalidad vacacional justo encima de su vivienda. La pareja responsable pasó pocos días en el edificio tras comprar la propiedad. A partir de entonces, la actividad se extendió a la azotea y sus casetas, ofrecidas por 12 euros la noche. "Había constantemente entre 10 y 15 personas. Me llaman al timbre a altas horas de la madrugada, de noche, a todas horas. Dejan suciedad en la escalera y hacen ruido", explica, añadiendo que ha sido "un sinvivir".

Ha intentado llegar a un acuerdo con el dueño de la azotea

María Rosa indica que acudirá al juzgado y que si no lo ha hecho antes (sí públicamente) es porque ha intentado alcanzar un acuerdo por todos los medios posibles. Ha solicitado que desalojen la azotea y limpien, pero sus peticiones han sido ignoradas, y la situación ha empeorado con el tiempo. Incluso, relata que la Policía la contactó para informarle sobre denuncias de robo desde la azotea.

Estas son las tiendas de campaña en azoteas de Tenerife que alquilaban a precio de ganga

El alcalde capitalino, José Manuel Bermúdez, espera que los interesados retiren las casetas de campaña hoy mismo. De lo contrario, estarían incurriendo en desobediencia ante una orden de la administración pública competente. La vecina señala que hasta la mañana de hoy no se había desmontado ninguna caseta.

Preguntado por el lapso de tiempo transcurrido desde que el caso salió a la luz, el alcalde asegura que el ayuntamiento ha actuado incluso antes de que se hiciera público en algunos medios de comunicación a nivel nacional. También la Consejería de Turismo ha confirmado que investigará los hechos de oficio.