La jornada electoral en Las Palmas de Gran Canaria ha comenzado sin incidencias destacables. Las 524 mesas electorales de los 147 centros de votación dispuestos en la capital grancanaria se han constituido sin ningún tipo de problema y los 300.584 palmenses llamados a votar han comenzado a hacerlo de manera puntual, aunque a cuentagotas. En las primeras horas de la mañana, se ha notado una menor afluencia de gente que en la anterior cita con las urnas, el 28 de abril,

La consigna que más se ha escuchado en los centros de votación a lo largo de esta mañana ha sido la llamada a los más jóvenes a votar, quienes han acudido en menor medida en este primer tramo de la jornada electoral de este 10 de noviembre. Por su parte, las personas de avanzada edad han sido las más madrugadoras en acudir a ejercer su derecho al voto.

En el colegio electoral instalado en el centro cívico Suárez Naranjo se ha producido un pequeño incidente que ha involucrado a una señora de avanzada edad que sufrió un leve desmayo que requirió la presencia de una ambulancia, si bien la víctima ya se podía levantar por sí misma cuando llegaron los sanitarios al lugar. En este centro, según los apoderados, el comienzo de jornada ha transcurrido de manera tranquila. "Se nota algo menos de afluencia. Con respecto al 28-A, hay menos colas que las que hubo esa vez", afirmaron.

Un votante que ejerció su derecho en ese mismo colegio electoral del barrio de Arenales, Juan Díaz, se mostró escéptico sobre la posibilidad de que, después de esta segunda cita con las urnas en un año, se conforme un Gobierno para el país y adelantó que tendrán que volver a votar en los próximos meses. "Votar hay que votar, que cada uno elija lo que quiera, pero que vaya a votar. Nosotros venimos porque hayq ue defender lo que tanto nos costó conseguir", aseveró.

Por su parte, una familia que votó en el CEIP Alisios, en el capitalino barrio de Zárate, se mostró confiada ante esta jornada electoral y lo que puede suceder en el futuro próximo. Junto a sus dos hijos, la madre comentó que quieren "inculcar desde temprana edad" a sus vástagos la importancia de votar. El más pequeño de ellos depositó, con ayuda de sus progenitores, los sobres en las urnas para el Congreso y el Senado con una sonrisa en la cara, como si se tratara de un juego para él.

En ese colegio electoral, un apoderado del PSOE se "sorprendió" por la gran alfuencia de público en los primeros minutos de votación. Si bien la situación ha cambiado mucho con el paso de las horas. "Los jóvenes todavía no han llegado por aquí, pero sí hemos visto a mucha gente de mediana y avanzada edad", explicó.

En el CEIP Iberia, en cambio, los votantes acudían a las mesas electorales de forma escalonada. Allí, los apoderados de una y otra ideología conversaban alegremente a la entrada, mientras criticaban que un pequeño escalón estaba causando numerosos tropiezos entre las personas más mayores porque no lo veían a tiempo. Más allá de esto, la jornada se ha desarrollado sin inconvenientes en este centro situado en la calle Profesor Agustín Millares Carlo.

Allí fue seleccionada vocal de una mesa electoral una joven de 18 años, Sheila Pérez, quien se presentó voluntaria ante la Junta Electoral de Las Palmas para pasar la jornada electoral recibiendo el voto ciudadano. Según dijo, esta es "una experiencia muy enriquecedora" ya que es la primera vez que ha tomado esta decisión (si bien ya pudo votar para las elecciones autonómicas y municipales de mayo).

Por su parte, en la Casa Amarilla, en el Paseo de San José, las largas colas para votar sobrepasaban la capacidad del local para recibir a los vecinos. Según un apoderado que se encontraba en el lugar, sí se ha notado una gran afluencia durante estas primeras horas, aunque en su mayoría de personas mayores y no tanto de jóvenes. Lo mismo ocurrió en el CEIP Aguadulce, en el que mucha gente se encontraba a la espera de poder depositar los sobres en las urnas. En este centro, no obstante, un apoderado de Unidas Podemos admitía que se notaba "cierta apatía" entre la ciudadanía, aunque sí que auguró una participación no tan baja como la que muestran las encuestas porque en esta cita "España se juega mucho".