Uno de los elementos usados en la arquitectura popular canaria es el pórtico o portada rematada en almenas o barbacanas.
Los muros que rodeaban las haciendas y su correspondiente portada eran un elemento característico de la arquitectura rural canaria. Su principal utilidad era servir de resguardo del viento, aunque también se utilizaban como delimitación de las propiedades, proporcionando intimidad y al mismo tiempo ofreciendo una imagen ante la sociedad. Con frecuencia la portada era adintelada, con triple almena, y tenían una cruz centrada en su parte superior sobre una base de piedra labrada o un blasón, o ambas cosas a la vez.
Su origen no está del todo claro, pero la existencia de portadas idénticas en Portugal hace pensar en una más que probable influencia lusitana, aunque no se debe olvidar su carácter mudéjar.
La herencia olvidada
El elemento más característico de las portadas es la almena, de origen hispanomusulmán. La almena o barbacana es un cubo de mampostería enlucida con mortero de cal, rematada en punta de diamante.