- ¿Qué le impulsó a escribir este libro sobre Cofete?

- Estoy escribiendo un libro sobre la vida y obras de mi padre desde su llegada a Las Palmas en 1926 para la construcción de la Cícer y las obras realizadas al comprar Jandía hasta su fallecimiento en 1971. Por ello, el Ayuntamiento de Pájara y los vecinos de Cofete me propusieron hacer una separata sobre el citado poblado.

- ¿Quizás quiere usted defender la figura de su padre, uno de los personajes más impactantes de la historia de Fuerteventura, después de todo lo que se ha escrito sobre él?

- Sin pecar de falsa modestia, mi padre ha sido para Las Palmas, y más aún para Fuerteventura, una persona de relevancia por sus obras realizadas como ingeniero eléctrico. Y luego por las obras realizadas en Jandía, su labor social y su gran promoción en el exterior, sobre todo en Alemania, de la Península de Jandía, trayendo los primeros y principales inversores turísticos a Fuerteventura. No podemos obviar que antes de su fallecimiento ya se construyeron los primeros hoteles en Morro Jable, que fueron el Hotel Casa Atlántica y el Robinson Club.

- La construcción del chalé de Cofete ha estado rodeada de uno de los mayores enigmas. ¿Por qué decide su padre construirlo allí en una zona deshabitada e inhóspita?

- El chalé se edificó partiendo de un granero preexistente, puesto que el asentamiento de población de Jandía se ubicaba en Cofete, donde los vecinos se dedicaban a la agricultura y la ganadería y ahí era donde mi padre pensaba vivir con su familia. El inmueble es una casa amplia, pero sin más pretensiones que la de cubrir las necesidades de la familia. Su proceso constructivo fue muy lento dado que todo el material tenía que venir de fuera y era desembarcado por Gran Tarajal o Morro Jable en barcos como el Guanchinerfe, el Herbania, el Rápido o La Estelena, entre otros, y transportado hasta Cofete a lomos de burros y camellos hasta que posteriormente mi padre hizo la actual carretera que hoy existe hasta Cofete. En el libro doy a conocer incluso la relación completa del personal que allí trabajó y hasta el jornal que recibían semanalmente.

- Su familia siempre ha negado que Cofete fuera una base de aprovisionamiento de submarinos alemanes o que el chalé estaba destinado al descanso de los oficiales de Hitler. ¿Sigue manteniendo la misma tesis en contra de lo publicado y de la lista negra de 1997?

- Por supuesto. Eso es un disparate y constituye sólo una falsa leyenda que determinados personajes, con no se sabe qué intereses, han utilizado. Los submarinos se aprovisionaban en Las Palmas y de ello hay documentos gráficos que lo demuestran. ¿Para qué se iban a arriesgar a llegar hasta allí, con un mar bravo y peligroso y además careciendo la zona de cualquier infraestructura? No tiene ningún sentido. Es más, el chalé empezó a construirse a partir de 1946, como queda perfectamente probado, no sólo por las fotografías, sino por los documentos, tales como la licencia de obra, memoria del arquitecto, oficio del Colegio de Aparejadores o las facturas de los jornales. Todos estos documentos se aportan en la publicación.

- Esa pista de aterrizaje de tierra la construyó mi padre para que el avión militar de salvamento, El Gruman, aterrizara para salvar a mi madre, que tenía una fuerte hemorragia como consecuencia de un aborto espontáneo sufrido en Jandía en el año 1956. Después se mejoró esa pista porque mi padre creó una sociedad, Jandía Turística SA, con inversores canarios, con un proyecto del arquitecto Salvador Fábregas y con la idea de construir un club náutico y de pesca y que contara con un aeródromo.

- Llama la atención el aislamiento que impuso su padre a Jandía. Una valla en el istmo de La Pared, vigilantes y un control por radio a quien quería acceder a la Península. ¿Por qué estos medios de control ?

- La alambrada que existía desde La Pared hasta Matas Blancas se puso a petición de los medianeros y ganaderos de Jandía para evitar los robos de ganado y para controlar a los cazadores furtivos de Fuerteventura y otras Islas. También se puso un guarda jurado, debidamente autorizado, y no se prohibió nunca el acceso de visitantes o el tráfico rodado.

- Dígame una cosa, ¿la historia de Cofete es fruto de la leyenda popular o realmente existe secreto en torno al poblado, a su apellido, a la figura de su padre...?

- Le reitero que no existe secreto alguno ni en torno a poblado ni al apellido Winter. Ni existieron túneles subterráneos, ni nada por el estilo. Además, le digo que mi padre nunca fue militar, ni siquiera hizo el servicio militar, pues quedó exento. Espero que con este libro brillen la luz y la verdad respaldadas por los documentos y los testimonios que se aportan en la primera parte de este libro.

La pista de aterrizaje la hizo mi padre para que aterrizara El Gruman y poder salvar a mi madre de la muerte