La falta de control en el Islote de Lobos pone en peligro su biodiversidad

El Islote de Lobos, la joya natural de Fuerteventura, agoniza. La falta de control del acceso a la pequeña isla está poniendo en peligro su rica biodiversidad. El Plan Rector de Usos y Gestión de Lobos (PRUG) establece que la capacidad de carga de este espacio natural es de 200 visitantes simultáneos. Sin embargo, la falta de control ha generado una auténtica anarquía en este Parque Natural, por lo que tanto embarcaciones de todo tipo como los cientos de visitantes campan a sus anchas, unos por mar y otros por tierra.

Ante esta situación, la Consejería insular de Medio Ambiente, ha facilitado a las embarcaciones comerciales que viajan al Islote de Lobos un audio de concienciación que es reproducido durante el trayecto y que invita a disfrutar de «este excepcional paraíso ayudando a conservarlo». En una acción sostenible, el audio sustituye a los folletos de papel que se entregaban a los visitantes que acudían a esta área protegida.

El objetivo del área medioambiental, que dirige Carlos Rodríguez, es informar de los enormes valores paisajísticos, naturales, etnográficos y geológicos que atesora el Islote, al tiempo que se hace un llamamiento a los visitantes para cuidar el entorno y visitar este espacio único sin dejar huella.

El mensaje se transmite tanto en español como en inglés, con el objetivo de llegar al mayor número posible de destinatarios, donde se informa sobre las 500 hectáreas de impresionante paisaje natural, playas, saladares, montañas y formaciones volcánicas que forman parte del Islote. Asimismo, se hace saber al visitante la presencia de las innumerables especies de fauna silvestre y de flora que conviven en este espacio, entre las que destaca la siempreviva (Limonium bollei) de Lobos, un endemismo único en el mundo.

Además, se pide a los visitantes que respeten el yacimiento arqueológico que existe en el Islote , cuyas investigaciones muestran la presencia de un taller de producción de púrpura de época romana. La presión demográfica en el Parque Natural viene protagonizada no sólo por los numerosos vecinos que residen los meses de verano sino por los cientos de visitantes que llegan al Islote para pasar el día, atraídos por los encantos naturales del mismo. La ausencia de control en el acceso viene provocando daños irremediables al ecosistema.