"Intentaremos que el próximo lunes ya haya presencia del servicio de vigilancia y socorrismo en las playas de Telde", así informaba ayer a este periódico el concejal de Urbanismo, Patrimonio Municipal y Contratación, Francisco López. Después de varios intentos fallidos para la adjudicatura de esta prestación, la empresa Proactive Service ganó el conscurso con una "propuesta económica de unos 418.000 euros a pagar en tres años (casi 140.000 euros anuales)", según el concejal.

A pesar de que el adjudicatario, en este caso la citada empresa, aún no ha firmado el contrato, lo cierto es que "el ayuntamiento se pondrá en contacto con Proactive Service para intentar que cuanto antes la seguridad de los bañistas vuelva a estar en manos de los socorristas" que la compañía asigne a las playas teldenses de Melenara, Salinetas, Hoya del Pozo y La Garita , comentó López.

Desde principios de este año la costa teldense no disponía de personal cualificado para asistir a los usuarios en caso de que hubiese problemas, ¿el motivo? la retirada de Cruz Roja, que dejó de prestar el servicio al municipio porque el Ayuntamiento de Telde no le abonó una deuda contraída de 509.000 euros.

A pesar de que el consistorio tenía previsto que las playas de Telde contasen con vigilantes y socorristas permanentes a finales del pasado mes de junio, como publicaba este diario, los problemas se han ido prolongando hasta la fecha. La primera vez que se abrió el concurso para la adjudicación, quedó desierto, al parecer porque hasta ese momento las empresas consideraban muy ajustada la licitación de 150.000 euros que inicialmente proponía la corporación, que terminó rebajándola a 140.000 euros. Otra de las veces, las compañías presentaron un recurso que desde el ayuntamiento tuvieron que corregir. Sin ir más lejos, el martes de la semana pasada tuvo que aplazarse la mesa de contratación prevista para abordar el tema por ausencia del interventor, a lo que se le sumó que dos de las cinco empresas aspirantes (Cruz Roja, Rescatadores, Ralons, Seguridad Atlántica y Proactive Service), tuvieron que corregir algunos errores técnicos de sus respectivas propuestas.

De este modo y pasada ya la primera quincena de agosto, la vía de la esperanza quedó ayer abierta para la costa del municipio, donde desde hace ya varios meses solo ondea el rojo de sus banderas que a modo de advertencia previene a los bañistas de que allí, hasta el momento, no hay quien vele y garantice su seguridad.