Es uno de los centros de enseñanza privados más conocidos de Gran Canaria y ayer escribió otra página de oro en su ya larga historia educativa. El Liceo Francés René Verneau de Taliarte oferta ya desde este año el bachillerato entre su concurrido alumnado, al que solo le queda, después de graduarse, enfilar las puertas de la Universidad. Un acuerdo suscrito entre los gobiernos español y galo hace posible este hecho dentro de una comunidad que ha ejecutado una ambiciosa ampliación para dar cumplida respuesta a la demanda registrada en la isla, adonde llegaron en 1986, año en el que abrieron en Tafira su primer centro. Luego, en 1997, se trasladaron a Taliarte gracias a la colaboración del Cabildo de Gran Canaria.

El vicepresidente del Gobierno regional y consejero de Educación, José Miguel Pérez, ejerció este viernes de maestro de ceremonias al descubrir una modesta placa en la que se reseña esta mejora sustancial en la oferta de una comunidad que quiere llevar bien lejos esa máxima de "dos culturas, tres lenguas" que ha hecho tan popular al sistema educativo galo en el mundo.

Los trabajos de ampliación del complejo teldense han sido subvencionados con una partida de 250.000 euros procedentes de la misión laica francesa. Los obreros han construido en los últimos seis meses dos laboratorios, un aula de arte, una mediateca, dos aulas de desdoblamiento y un aula informática, además de remodelar el patio infantil y de dotar de casilleros a todos los alumnos de Secundaria. En total, el Liceo Francés, que se suele significar en proyectos humanitarios a lo largo del curso y goza de gran prestigio entre el sector, forma actualmente a 408 alumnos de entre tres y 17 años. Con el otro complejo existente en Tenerife, la cifra se dispara hasta algo más de 900.

La directora del centro teldense, Evelyne Huberman, fue la encargada de recibir en el hall del mismo a Pérez -que vino acompañado por Demetrio Suárez, director general de Infraestructura Educativa- y a María del Carmen Castellano, alcaldesa de Telde. "Los jóvenes deben estar preparados para la movilidad, ya que es algo esencial en este siglo XXI", acertó a decir la máxima responsable del recinto justo antes de proceder al descubrimiento de la placa y de charlar de forma amena con Pérez sobre la cápsula del tiempo colocada en 2011 en uno de los patios de la planta baja. Castellano, por su parte, patentizó su respaldo incondicional al progreso y al crecimiento de entidades de esta naturaleza. "Apoyaré siempre cualquier proyecto educativo que potencie el desarrollo formativo", significó tras pasar revista, junto al vicepresidente, a la que será la primera hornada de los alumnos que cursen este novel bachillerato a la francesa.