A la sombra de Santiago

Uno de los pocos lugares en los que se podía soportar ayer el fuerte calor que hacía en Gáldar era en la fachada de la iglesia, en la sombra que proyectaba el edificio. Allí esperaban Carmen Pérez Sosa y su marido Santiago Padrón desde las cuatro de la tarde, dos horas antes de la hora prevista para que comenzara la romería y ofrenda en honor al patrón de la Ciudad de los Caballeros, Santiago Apóstol, para asegurarse una de las sillas colocadas en ese lugar por el Ayuntamiento. "Vivimos aquí, en el mismo casco, pero nos gusta ver la ofrenda en primera fila" comentó esta vecina de Gáldar.

Más allá, en la Bajada de las Guayarminas, donde el termómetro marcaba los 32 grados, pese a que eran las seis y cuarto de la tarde empezaban a asomar, camino a la calle Capitán Quesada, las primeras carretas y romeros. La comitiva la abrieron las representaciones de Gáldar y de Guía, con sus regidores, Teodoro Sosa, y Pedro Rodríguez, a la cabeza, que se habían encontrado un rato antes en la rotonda de Becerril para emprender juntos el camino hasta la puerta de la iglesia donde aguardaba la imagen de Santiago. Les acompañaban también la Guayarmina Inés López, su corte de Tenesoyas, y el Bentejui, Borja Vega.

"Son más las cosas que nos unen que las que nos separan" declaró el regidor de Gáldar en referencia al acto de hermanamiento entre estos dos pueblos, que según apuntó, se inició hace nueve años a propuesta de los Mayordormos de las Fiestas de las Marías de Guía.

Entre las cincuenta y una carretas, tiradas todas por yuntas, que participaron en la romería, cargadas hasta arriba de plátanos, cebollas, zanahorias, tomates, y otros productos de alimentación, había algunos que se estrenaban en esta fiesta, como era el caso de la Asociación de Vecinos Rompeolas, de la Playa Bocabarranco; mientras que otros, los amigos de la Plaza de Santa Lucía llevan acudiendo desde hace treinta años.

Francisco Bolaños, que estaba al frente de la carreta de la playa de Bocabarranco, y repartía refrescos a sus vecinos, y pequeños bocadillos, señaló que antes venía con los residentes de Cañada Honda, y como desistieron de acudir decidieron venir por su cuenta. "Lo más que cuesta es llenar las cestas, pero también es verdad que todos colaboran" añadió. A su lado, el pequeño David Sepúlveda, que según su madre acude a esta ofrenda desde que nació, y ya va por seis veces, invitaba con insistencia todos, con bollos fritos recién hechos.

"Todo el año estamos esperando para sacar la carreta, igual que el santo" apuntaba Jaime Delgado, uno de los componentes del grupo de amigos de la Plaza de Santa Lucía. De un grupo de amigos, que se reunía en esa plaza surgió en los ochenta la idea hacer el primer carromato, y desde el 98, que se ven obligados a fabricar otro, mantienen el mismo reservado sólo para la festividad de Santiago.

Así, entre amigos o en familia, cientos de romeros con sus trajes típicos rindieron homenaje al patrón de Gáldar. Ante la imagen del Apóstol, y la mirada del párroco Manuel Reyes, depositaron productos de la huerta o del supermercado, que se recogían en el templo para repartirlos entre las familias necesitadas. También las agrupaciones folclóricas, hasta una veintena, se detuvieron con los cánticos y bailes de la región.