El Cabildo de Gran Canaria, la Universidad de Las Palmas (ULPGC) y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Canarias (COAG) acordaron ayer impulsar la segunda fase de un estudio que busca dar una utilidad al lodo de las depuradoras en cultivos y jardines.

El presidente del Cabildo, Antonio Morales; la rectora accidental de la ULPGC, Trinidad Arcos; y el presidente regional de la COAG, Rafael Hernández, resaltaron la importancia medioambiental y económica de un proyecto de investigación que permite el uso agrícola y ornamental de los lodos derivados de la depuración.

Tras destacar que el Cabildo aportará en este convenio 120.000 euros entre este año y 2017, Morales recordó la apuesta que realiza el grupo de gobierno del Cabildo para favorecer que la Isla se autoabastezca en mayor medida de alimentos y energía y recortar la actual dependencia del exterior en ambos campos. En ese sentido, el presidente del Cabildo aseguró que se trata de producir un compostaje con calidad suficiente para que no se tenga que importar abono desde el exterior, que en la actualidad alcanza el 90% del que se consume en Gran Canaria.

"Este es un proyecto de investigación en el que participa la Universidad, las organizaciones agrarias y el Cabildo para buscar fórmulas que permitan seguir avanzando en una agricultura de mayor calidad", agregó.

Por su parte, Rafael Hernández recordó que mientras las depuradoras grancanarias producen unas 90.000 toneladas de lodo al año, la Isla importa en cada ejercicio económico 11.000 toneladas de abono, con un coste que asciende a siete millones de euros y la necesidad de gestionar 450.000 envases de residuos. Según Hernández, no existe en Canarias otro proyecto similar al que protagonizan con el Cabildo y la ULPGC y, aunque en España hay algunos, el de Gran Canaria es una "referencia" por lo avanzada que está la investigación.

Así, el presidente de la COAC de Canarias desveló que ya se han realizado pruebas con cultivos de ciclo corto como varios tipos de lechuga, calabacín y pimientos, con un "extraordinario" resultado, y que ahora empezarán las pruebas con los productos de mayor ciclo, como el plátano, la papa y frutales, entre otros, en varias zonas de la isla. Los resultados se podrán conocer en los próximos meses.

Trinidad Arcos apuntó que es una responsabilidad de la Universidad el facilitar cualquier tipo de investigación en cualquier aspecto que implique una mejora en la calidad de vida y productiva de la Isla, y que en este convenio está vinculado al medio ambiente, "algo muy importante en este principio del siglo XXI". "No solo hay que producir mejor en el sector primario, que tenemos que hacerlo de la manera más eficiente y con el menor coste posible para el territorio y todo lo que significa el medio ambiente", añadió.