Tres hombres fueron los que presuntamente dieron una paliza al joven marroquí de 27 años, A.T., la noche del 14 de julio en San Mateo después de que el magrebí apuñalara a dos chicas de 19 años con la supuesta intención de robarles en un bar del casco. A. T., vecino de Teror, ya se encuentra en prisión provisional acusado de homicidio en grado de tentativa y de robo con violencia.

Cuando la Guardia Civil hizo su aparición, dos de los agresores del magrebí ya se habían marchado, aunque posteriormente los agentes pudieron localizarles para tomarles declaración y citarlos ante el juez, que por lo pronto los ha puesto en libertad provisional ya que también están investigados por supuestamente propinar la paliza y tomarse la justicia por su mano. Uno de ellos vive en el casco de San Mateo y el otro procede del barrio de Utiaca. Esa noche no pudo intervenir la Policía Local de San Mateo ya que los turnos dominicales están dedicados a salvaguardar el mercado municipal.

R., de 28 años, y otro vecino que ronda los 40 conocido como B. fueron dos de los autores de la paliza. Y a ellos dos se unió un tercero, el dueño de otro bar que estaba cerrando cuando se produjo la persecución por el pueblo, que pudo interceptar al agresor que inició la trifulca.

Los dos vecinos de San Mateo que dieron una paliza al joven marroquí que intentó atracar y apuñaló a dos chicas de Santa Brígida "presumen por el pueblo de su proeza como si fueran héroes", han señalado varios vecinos a este periódico. Las dos jóvenes tienen familia en San Mateo.

R. y B. tienen antecedentes penales y han pasado por la cárcel, según informan vecinos del pueblo. De hecho R. mantiene su pulsera de control y estuvo hace unos años en la cárcel por robar a unos extranjeros en la Cumbre tras disfrazarse de guardia civil. Por su parte, B., que tiene antecedentes, se dedica a coleccionar animales exóticos.

Los dos son vecinos de San Mateo y estos días se les ha podido ver por la calle y los bares del pueblo presumiendo de su supuesta hazaña que a punto estuvo de llegar a un final más trágico con el magrebí afincado en Teror, que tuvo que ser trasladado esa misma noche al hospital con heridas de gravedad.

A ellos dos se les unió el dueño de un restaurante, de unos 60 años y sin antecedentes, que vio cómo el marroquí era perseguido por los dos vecinos. Tras interceptarlo se sumó presuntamente a los otros dos hombres en la paliza que recibió y que hizo que la Guardia Civil lo trasladará directamente al hospital antes que al cuartel de la Benemérita.