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San Bartolomé de Tirajana

Costas precinta un local en el Anexo II por construir más metros de lo permitido

La Demarcación cierra el establecimiento por edificar una segunda planta e invadir el espacio público en más de 80 metros l La empresa se enfrenta a una sanción

En la imagen se aprecia el precinto puesto por Costas al local ubicado en el Anexo II de Playa del Inglés. yaiza socorro

La Demarcación de Costas de Canarias ha precintado un establecimiento de restauración ubicado en el Centro Comercial Anexo II de Playa del Inglés por construir más metros de lo permitido en la normativa vigente y por invadir el espacio público en el paseo marítimo de la playa, según han informado fuentes consultadas por este periódico.

En concreto, se trata del local 21 del Anexo II, que corresponde al actual Tipsy Hammock Bar. La Demarcación de Costas de Canarias procedió a su precinto el pasado mes de julio por haber ampliado, sus responsables, el establecimiento sin la autorización necesaria y por haber ocupado el dominio público marítimo terrestre de este centro comercial. Más exactamente, la empresa ocupó parte de uno de los callejones que conectan los aparcamientos del Anexo II con la entrada al arenal de la playa, justo donde se encuentra el balneario público.

Según señalaron las mismas fuentes, la empresa propietaria del establecimiento amplió la planta baja del local en 80 metros cuadrados invadiendo el acceso público a la playa para colocar una terraza cerrada con toldos e incrementar así la zona de negocio del local de restauración.

Esta ocupación de suelo público se salda además con la colocación de varios maceteros de gran tamaño en los exteriores de la instalación, y de varios y grandes rótulos donde se lee la marca del establecimiento.

Al mismo tiempo, y también fuera de ordenación y sin disponer de la autorización necesaria para ello, la empresa construyó una segunda planta en el edificio de más de 110 metros cuadrados que habilitó también para las funciones de bar, restaurante y una sala destinada a que los artistas toquen música en directo. Esta segunda planta está prohibida según las normas vigentes en el Centro Comercial Anexo II de Playa del Inglés.

De hecho, el resto de establecimientos comerciales y de restauración que operan en este entorno turístico son construcciones de baja altura que cuentan con tan solo una planta.

La ampliación y ocupación de espacio público marítimo terrestre del establecimiento de restauración ha tenido lugar en la última etapa del local, ya que durante su existencia el edificio ha pasado por distintos proyectos y diferentes empresas que siempre han cumplido con la normativa.

Según han explicado fuentes conocedoras de este caso, se decretará una orden de restitución del edificio a su estado original, lo que conllevará la demolición de la planta construida de más y la eliminación de la terraza exterior; y además la empresa se enfrente a una posible sanción económica.

Otros proyectos

Así, según las fuentes, en el año 2009, bajo el paraguas de otra empresa, los técnicos municipales informaron favorablemente al proyecto de restauración que se gestó en esa época al contar con las medidas de seguridad exigidas por la legislación y por tanto el Consistorio otorgó la licencia para las actividades de bar y restaurante. Misma luz verde que se dio apenas dos años después, en 2011, cuando se les otorgó una licencia de obra menor.

Fue al año siguiente, en 2012 y con otro proyecto, cuando tras la solicitud de una licencia para ocupar la terraza, un informe técnico rechazó el permiso puesto que se pretendía ampliar el espacio para dedicarlo a las actividades de terapia con peces. El informe rechazó le petición de la licencia dado que la ordenanza de espacios comerciales señala que los usos a los cuales puede ser destinado el paseo marítimo es el tránsito de personas y a terrazas de bares y restaurantes con una anchura de 2,5 metros para la colocación de mesas y sillas.

En este sentido, la misma normativa establece que el uso de las terrazas como prolongación de la actividad deben destinarse a la misma actividad a la que presta su apoyo.

Además, según han explicado otras fuentes, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana inició hace dos años, en 2017, un expediente sancionador contra este local por llevar a cabo unas obras de acondicionamiento del establecimiento sin contar con la autorización pertinente, pero el expediente quedó sin efecto.

Este periódico ha intentando ponerse en contacto en varias ocasiones con los propietarios del local y con la empresa que gestiona el espacio durante los últimos días, sin éxito.

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