Mientras las posturas enfrentadas por la continuidad o no de la fábrica cementera en el puerto de Santa Águeda esperan por una decisión del Gobierno de Canarias que establezca cuál será el futuro del muelle, el Instituto Universitario de Turismo y Desarrollo Económico Sostenible (Tides) de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria se ha sumado al debate público para defender la especialización turística de esta pieza de suelo, como así establece el planeamiento urbanístico insular desde 2004. Así, ha propuesto «incentivar» la reubicación de la actividad industrial de la empresa cementera y «rescatar» el suelo de Santa Águeda para un nuevo modelo de desarrollo turístico «ecológicamente regenerativo y socialmente distributivo». Eso sí, matiza que eso no puede ser un cheque en blanco para el sector ya que cualquier propuesta turística para esa zona debe basarse en la conservación y mejora de los espacios naturales.
Desde diciembre de 2018 los empresarios turísticos reclaman la marcha de la cementera de este puerto tras la caducidad de una concesión de la que ha disfrutado durante más de 60 años, pues este espacio deberá pasar a ser un muelle deportivo a partir de octubre de 2022, como así establece el portal de Transparencia de Puertos Canarios. Sin embargo, la empresa todavía concesionaria ha solicitado una prórroga para continuar operando el muelle durante otros 25 años, respuesta que deberá ofrecer en pocas semanas el Ejecutivo regional. Ambas partes han pasado incluso por los tribunales para discutir la fecha del fin de la concesión actual sin que los juzgados se hayan pronunciado al respecto.
Ahora, cuando tanto Ceisa de un lado y Propiedades Cordiales de otro esperan por el pronunciamiento del Gobierno de Canarias, los miembros del Tides consideran que el Ejecutivo no puede tomar una decisión arbitraria, sino que tiene que apoyarse en estudios y análisis de las alternativas para que su decisión esté basada en criterios sólidos, robustos y que repercutan en un bienestar económico a largo plazo.
El Tides cree que el Gobierno debe decidir en función de la contribución al bienestar económico
En un escrito dirigido a este periódico, los académicos instan al Gobierno regional a adoptar una decisión basada en criterios «relevantes» y luego explicar tal decisión a todos los canarios. «Los responsables políticos cuentan con instrumentos de probada solidez y eficacia para la evaluación socioeconómica y ambiental de las ventajas e inconvenientes de los proyectos que compiten entre sí por usos alternativos del territorio, como es el caso», exponen.
Los profesores universitarios demandan al Gobierno que se mueva dentro del marco de la ordenación territorial ya dispuesta en los planeamientos urbanísticos. En este sentido, invitan a «discernir con transparencia» si el sector de la producción de cemento tendría una mejor ubicación en los polígonos industriales, donde además la empresa cementera se beneficiaría de ventajas como la conectividad y la relación con actividades complementarias, y se aparte así de una pieza de suelo, la de Santa Águeda, «con un alto valor paisajístico y ambiental».
Empleos e inversiones
En este escrito, los académicos señalan que la decisión que tome el Gobierno de Canarias tras los informes elaborados por una comisión interdepartamental debe justificarse por la contribución del uso industrial, deportivo o mixto del muelle al bienestar socioeconómico sostenible de los canarios, y que las alternativas deben evaluarse con indicadores de cantidad y calidad de los empleos que se generarán y las oportunidades de inversión para los proyectos que mejoren el tejido empresarial insular. Además, dicen, se debe analizar la capacidad de los proyectos para conservar y regenerar los ecosistemas marinos y terrestres en la pieza de suelo de Santa Águeda.
De hecho, los especialistas del sector turístico enumeran hasta cinco características de que dispone esta franja del litoral de la isla que podrían beneficiar al destino como atractivo turístico como son una pradera de sebadales bien conservada, la presencia de grupos juveniles de cazones en los acantilados cercanos a la playa de El Pajar, una baja submarina de hasta 18 metros de profundidad frente a la desembocadura del barranco de Arguineguín convertida en un importante punto para la práctica del buceo al albergar una importante reserva de vida marina y campos de rodolitos, una ola que atrae a cada año a cientos de surfistas y la propia playa d e El Pajar, que disfrutan residentes y visitantes y donde también se practica la pesca y el snorkel.
El desarrollo turístico debe velar por la conservación de los espacios naturales, señalan los expertos
Sin embargo, resaltan que la intervención turística no puede implantase a su antojo en esta pieza de suelo. «Cualquier propuesta de turismo sostenible para la zona debería construirse sobre el respeto y la mejora de todas estas características naturales y culturales, desarrollando experiencias con propuestas de valor que se nutran de ellas, y que las consoliden como señas de identidad del modelo de desarrollo social y turístico», exponen en el escrito los miembros del Instituto Universitario de Turismo y Desarrollo Económico Sostenible de la ULPGC.
Los especialistas, además, justifican su defensa de la especialización turística del litoral de Santa Águeda en que ésta se apoyará en la estrategia de transición verde y digital establecida para Canarias con el objetivo de reducir la huella ecológica. En este sentido, pide «considerar si no sería más coherente la asignación de aquella pieza privilegiada de tierra y mar a una acción potente orientada a señalar el futuro sostenible del futuro en Canarias, propiciando una intervención ecológicamente integrada». Señalan como ejemplo la regeneración de los ecosistemas degradados, la oferta de servicios diferenciados y de excelencias vinculados al uso sostenible de los recursos naturales, la provisión de empleo cualificado para la población local, el impulso de la eficiencia energética y el uso de fuentes renovables, la desplastificación y el desarrollo de la econmía circular. Además, destacan que impulsar el turismo en esta zona potenciará también el consumo de materias primas a los productores locales. «Desarrolla relaciones mutuamente beneficiosas con los proveedores locales contribuyendo al desarrollo equilibrado del territorio», añaden.
Por todo ello, el Tides considera que el desafío de Gran Canaria no es elegir entre una actividad u otra, sino que convivan conforme a la planificación territorial ya planteada en los distintos planes urbanísticos.
Ceisa y Propiedades Cordiales esperan por la decisión del Gobierno canario para conocer si el muelle seguirá teniendo uso industrial o pasará a deportivo. Mientras, el sector turístico mantiene que irá a los tribunales si el Ejecutivo prorroga la concesión a la cementera para seguir ocupando el muelle, al tiempo que Ceisa presiona con el anuncio de un plan de regeneración paisajística para integrar la fábrica con el entorno, impulsar las energías verdes y mejorar Santa Águeda con un paseo marítimo, una piscina seminatural y aparcamientos.
