Una guía ‘made in’ Gran Canaria facilita los rescates seguros en coches ecológicos

Instruir sobre los riesgos eléctricos que corren los bomberos al actuar en siniestros de vehículos ecológicos (eléctricos o híbridos), que operan con baterías de hasta 800 voltios, cuyo incendio exige usar 10.000 litros de agua, es el fin de una guía pionera en España que ha promovido el bombero del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria Cristóbal Gómez.

Con ayuda del sargento de Almería Jorge Sañudo, este bombero ha impulsado la publicación de la Guía de Actuación en Vehículos Eléctricos e Híbridos, cuya primera tirada, de 200 ejemplares, se distribuirá por los consorcios de emergencias del país y servirá de base a la formación específica que adquirirán sus compañeros el próximo año, según detalla el autor de la guía.

Cristóbal Gómez recalca que se trata de unas instrucciones a seguir exclusivamente por efectivos de bomberos, ya que comportan unos riesgos que no deben asumir ni los usuarios de un vehículo de este tipo ni nadie que presencie un accidente en el que resulten implicados.

No son más riesgos, sino unos riesgos diferentes los que hay que tener en cuenta a la hora de rescatar a personas que queden atrapadas en el interior de un coche eléctrico o híbrido como consecuencia de un accidente o de advertir un inminente incendio de su batería o, en su defecto, actuar para extinguir su incendio.

Lo primero que hay que precisar a los servicios de emergencia a los que se recurra en caso de siniestro es la tipología del vehículo accidentado, ya que ello dará tiempo a los profesionales a preparar las maniobras a ejecutar con el fin de que la intervención sea lo más segura posible.

Gómez resalta que los bomberos actuantes en un accidente de este tipo han de saber cuáles son los tres espacios del vehículo a los que pueden acceder para desconectar o desactivar sus sistema de alto voltaje, localizable fácilmente por su cableado de color naranja y que bajo ningún concepto puede tocar ni su titular ni ninguna otra persona.

El bombero también ha advertido de que ante la detección de cualquier silbido o chasquido habrá que alejarse unos 15 metros del vehículo, ya que pueden ser señales que aventuren el incendio de su batería, cuyos gases tóxicos no se pueden inhalar por su nocividad.

«Son incendios virulentos en los que se pueden registrar temperaturas de hasta 1.000 grados, de ahí que la cantidad de agua que se precise para extinguirlos sea muy superior (hasta 10.000 litros) que los 500 o 1.000 litros que se emplearían en un vehículo de combustión» siniestrado, ha referido.

Además, los incendios de las baterías, que pueden ser de níquel-metalhidruro o de ion-litio, pueden reactivarse «horas o días» después de su extinción, una posibilidad de la que hay que advertir, por ejemplo, a las empresas que se encarguen de su traslado a un depósito o a los servicios de emergencia que intervengan en su retirada de la calzada.

También es importante que los efectivos de bomberos que se dispongan a excarcelar a personas de este tipo de vehículos sepan qué maniobras específicas han de llevar a cabo y qué partes pueden y no pueden cortar.

El autor de la guía recomienda a los titulares de un vehículo híbrido o eléctrico que se hagan con las llamadas hojas o fichas de rescate, que pueden solicitar en su concesionario o descargarla de internet, y la coloquen en su parasol, ya que contienen información sobre cómo puede facilitarse un acceso rápido y seguro a los accidentados, de vital importancia para los rescatadores.

Estas fichas también pueden encontrarse en aplicaciones móviles como Euro Rescue y Rescuecode.