La tasa de basuras que se repercute a los vecinos se fija en 19,5 euros por tonelada

El Cabildo aprueba los precios por el vertido de residuos en los ecoparques de Salto del Negro y Juan Grande

Tratamiento de residuos en el ecoparque insular del Salto del Negro.

Tratamiento de residuos en el ecoparque insular del Salto del Negro. / Juan Castro

El Cabildo de Gran Canaria ha aprobado este martes las cantidades que tendrán que pagar los contribuyentes por el vertido de residuos en los ecoparques de Salto del Negro y Juan Grande, que se fija en 19,50 euros por tonelada en la denominada «fracción resto y asimilables», es decir, los desperdicios domésticos que se depositan en la tradicional bolsa de basura y el contenedor gris.

Los nuevos impuestos entran en vigor el próximo 1 de enero de 2023, pero los 21 municipios de la isla aún tendrán un plazo de casi dos años para repercutir esas cantidades en los vecinos. Mientras, serán los ayuntamientos los que paguen esas tasas en ambos vertederos, a la espera de que se acepte su reclamación de aplazar la aplicación de esta medida. 

Los nuevos precios aprobados por el Consejo de Gobierno del Cabildo varían en función de la procedencia de los residuos, ya sean municipales o particulares, y distingue hasta ocho tipos distintos: fracción resto y asimilables, lodos de depuradoras, residuos voluminosos, restos vegetales, envases ligeros, fracción orgánica, residuos no valorizables y tierras limpias. 

Los residuos más comunes, los del contenedor gris que recogen los camiones municipales, tienen una tasa de 30 euros por tonelada en los ecoparques del Norte (Salto del Negro) y del Sur (Juan Grande), pero el precio que se repercutirá a los ciudadanos será de 19,50 euros por tonelada tras los aprovechamientos en las plantas de reciclaje. En el caso de la procedencia no municipal el impuesto de vertedero es de 10 euros por tonelada y lo que deben pagar los particulares o empresas son 4,50 euros por tonelada. 

A los residuos voluminosos (muebles, maderas y demás trastos) se le aplica la tasa completa, 30 euros por tonelada si los depositan los ayuntamientos y 10 euros si son de procedencia particular. En los restos vegetales se repercuten 15 euros si son municipales y una cantidad emblemática, 0,30 euros, si son privados, pues estos residuos tienen un gran aprovechamiento para elaborar compost. 

La fracción orgánica, la basura que se deposita en el quinto contenedor, aún solo disponible en muy pocos municipios grancanarios, tendrá un impuesto repercutible de 4,50 euros si lo deposita un ayuntamiento y 1,50 euros si es de una entidad privada. Los residuos no valorizables tienen tasas que oscilan entre los 30 y 15 euros, los municipales, y entre 15 y 10 euros, los particulares. 

Quedan exentos del pago los lodos de depuradoras, los envases ligeros (productores de plásticos se deben hacer cargo de estos impuestos a través de Ecoembes), las tierras limpias y algunos residuos del apartado de no valorizables. 

La aprobación de este impuesto es consecuencia de la entrada en vigor de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, de abril de 2022, que busca una mejor gestión de la basura. Esta nueva normativa estatal, que emana de las directrices de Unión Europea, castiga sobre todo a los ayuntamientos que no se han preocupado hasta ahora en separar la basura antes de depositarla en los ecoparques. 

A partir del próximo 1 de enero cada ayuntamiento tendrá la posibilidad de repercutir o no ese precio del ecoparque en las tasas municipales municipales de la basura, en su totalidad o solo una parte. Sin embargo, desde abril de 2024 están obligados a trasladar ese pago a los vecinos. Es previsible que ningún gobierno local lo haga de forma inmediata, pues es una medida impopular y las elecciones son el próximo mes de mayo. Sin embargo, para los ayuntamientos supone un quebranto económico, pues podría utilizar ese dinero para otros fines.  

Según datos de la Consejería de Medio Ambiente, del año 2021, en los dos ecoparques de la isla se trataron 599.085 toneladas de residuos y se recuperaron un 30%. Por tanto, fueron a vertedero, después del procesado, un 70%.

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