La central hidroeléctrica de Salto de Chira recibe 90 millones de los fondos Feder

La ayuda europea está destinada al desarrollo del proyecto de almacenamiento energético de la planta

Trabajos preliminares de Salto de Chira en el muro de la presa de Soria

Trabajos preliminares de Salto de Chira en el muro de la presa de Soria / LP/DLP

La central hidroeléctrica de Salto de Chira dispondrá de una ayuda de 90 millones de euros del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), lo que supone un espaldarazo económico y jurídico a la construcción de la planta de bombeo entre los embalses de Chira y Soria, en la cumbre de Gran Canaria. Esa cantidad supone algo más del 12% del coste total de esas instalaciones, estimado en 589 millones de euros. 

La empresa Red Eléctrica de España (REE), operadora del sistema, anunció ayer que Bruselas ha otorgado esos 90 millones para la financiación del proyecto de almacenamiento energético y sostuvo, ante las reticencias que aún despierta esta obra entre los grupos ecologistas, que la ayuda «supone el reconocimiento europeo a un proyecto clave e imprescindible para conseguir la descarbonización de la isla de Gran Canaria». 

La planta prevé incrementar en un 37% la producción de renovables en Canarias en 2026

En una nota, la empresa encargada de construir y gestionar Salto de Chira puntualizó que el objetivo específico de la ayuda del Feder es «crear sistemas, redes y equipos de almacenamiento de energía inteligentes al margen de las redes transeuropeas de energía». 

Al respecto, la compañía recordó que «se estima que Salto de Chira permita incrementar la producción renovable en un 37%, hasta alcanzar el 51% de la cobertura media anual con renovables, pudiendo en momentos puntuales ser mucho mayor, y reducir en un 20% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera». 

La central de bombeo, aseguró, «ha sido diseñada con el máximo respeto ambiental, ya que el 91% de las infraestructuras se encuentran bajo tierra, garantizando la integración con el entorno y minimizando el impacto visual». 

Salto de Chira, según detalló REE, contará con una capacidad de almacenamiento de 3,6 gigavatios que, tras su puesta en marcha, almacenará, a través del bombeo de agua desde el embalse inferior al superior, los excedentes de energía renovable no integrables en el sistema eléctrico, de manera que sea posible su aprovechamiento posterior». 

Desaladora

El proyecto contempla la construcción de una central hidroeléctrica de bombeo de 200 megavatios de potencia en modo turbinación y 220 megavatios en modo bomba, una planta desaladora de agua de mar y las obras marinas asociadas, así como las instalaciones necesarias para su conexión a la red de transporte para poder evacuar la energía al sistema eléctrico de Gran Canaria. En febrero de 2022 se iniciaron las obras de la desaladora en la costa de Santa Águeda y en noviembre los trabajos preliminares en el muro de la presa de Soria.  

«En Canarias, debido a su condición de sistema eléctrico insular, la dependencia energética del exterior es mucho mayor que en el conjunto de España. En el año 2022 la generación renovable en Canarias supuso un 20,1% del mix de generación final, en comparación con el 43,7% de la generación renovable en la Península», apuntó la empresa. 

Por ello, recalcó, «es prioritario acometer el objetivo fijado en la Declaración de Emergencia Climática de Canarias de descarbonizar la economía canaria en 2040, lo que pasa necesariamente por promover y liderar un cambio profundo en su modelo energético hacia uno nuevo sostenible, basado en la eficiencia energética y las energías renovables»

Entre otros objetivos, se pretende la descarbonización del sistema eléctrico de Gran Canaria, el impulso de energías renovables en sistemas aislados y el desarrollo de tecnologías de almacenamiento inteligente con un ciclo 100% renovable, tanto para el consumo de energía procedente de instalaciones renovables para el almacenamiento de agua como para la producción de energía. 

El Cabildo de Gran Canaria, propietario de los embalses, calcula que podrá disponer de 700.000 metros cúbicos de agua al año para el sector primario, las repoblaciones y la lucha contra los incendios forestales. La construcción de la central generará unos 3.500 empleos, entre directos e indirectos, especialmente durante las obras, pues en mantenimiento requiere poco personal. 

El plazo de ejecución para la totalidad de la planta es de cinco años desde el inicio de los trabajos, por lo que podría entrar en funcionamiento a mediados del año 2026.

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