Salto de Chira retoma las obras con protestas ecologistas y presencia policial

Los activistas acampados denuncian que los trabajos carecen de permisos y REE asegura que cuentas con todas las autorizaciones

Maquinaria pesada protegida por la Policía Nacional en la zona de El Caidero

Maquinaria pesada protegida por la Policía Nacional en la zona de El Caidero / LP/DLP

Las obras de Salto de Chira en el lugar conocido como El Caidero, cerca de la presa de Soria, se retomaron este martes entre protestas de los ecologistas y presencia policial. Después de abrir un tramo de una pista de tierra mediante la demolición de una gran roca, a mediodía se interrumpieron esas operaciones. Mientras la empresa Red Eléctrica de España (REE) asegura que se sigue trabajando con total normalidad en todas las fases de las obras ya en marcha, la plataforma Salvar Chira-Soria achacó esa paralización a las movilizaciones de grupos como Tamaranae Activistas, cuyos miembros permanecen acampados desde el 12 de diciembre en los terrenos de una vecina del barranco de Arguineguín para intentar frenar la construcción de la central hidroeléctrica.

A primera hora de la mañana, según los testigos consultados, la empresa adjudicataria de esa obra trasladó maquinaria pesada hasta la zona de El Caidero y el aliviadero del embalse de Soria con el objetivo de ensanchar la carretera que conduce hasta el lugar donde se ubicará uno de los túneles de la futura planta hidroeléctrica.

El convoy fue escoltado por ocho agentes de la Policía Nacional e inició los trabajos en ambos lugares. Los efectivos policiales permanecieron cerca de la retroexcavadora mientras trabajaban los obreros. Fuentes de compañía energética manifestaron que "las obras del Salto de Chira cuentan con todas las autorizaciones administrativas necesarias, conforme a la ley, por lo que Red Eléctrica prosigue las obras según las previsiones".

Tras esos hechos, el colectivo Activistas Tamarane denunció "el inicio de las obras sin carteles ni permisos de obras”. Según su relato, “a primera hora de la mañana se personaron en la zona de El Caidero ocho agentes de la Policía Nacional y dos vigilantes de seguridad para custodiar el trabajo de las máquinas que ya empiezan a romper el risco en los trabajos de ensanche de la carretera para la ejecución de las obras de la central hidroeléctrica de bombeo reversible Chira – Soria”.

El convoy fue escoltado por ocho agentes de la Policía Nacional

Los agentes, según este grupo ecologista, “realizaron un cordón policial impidiendo el acceso de los activistas a la zona de las obras y ante la solicitud por parte de los acampados de entrega de los permisos de obra, los policías se limitaron a decir que ellos no estaban allí para esas labores”. Tras la negativa de los agentes, solicitaron acceder a la zona donde se encontraban los encargados de obras para pedir los permisos correspondientes, pero les fue nuevamente denegado el acceso.

Según Tamaranae, “desde que comenzaron las obras en ningún momento se ha señalizado con cartelería obligatoria por ley el anuncio de las obras, ni siquiera en la zona de la desaladora en El Pajar, donde más avanzadas se encuentran las obras”. Rechazan también que “los cuerpos de seguridad del Estado estén custodiando una obra privada responsabilidad de Red Eléctrica de España y no sea la empresa de seguridad privada la que realice esas funciones”.

Activistas Tamarane rechaza que “los cuerpos de seguridad del Estado estén custodiando una obra privada responsabilidad de Red Eléctrica de España"

A su juicio, “el proyecto aún no cuenta con la aprobación de Europa, que concede el permiso a Red Eléctrica para poder almacenar y distribuir la energía, condición indispensable para el correcto desarrollo del proyecto”. Por tanto, los activistas exigen al Cabildo de Gran Canaria que “explique por qué se están llevando a cabo las obras, sin los permisos ni cartelerias pertinentes y necesarias para el inicio de las obras y aclaren por qué se está utilizando cuerpos de seguridad del Estado para custodiar una obra privada que además no cuenta aún con todos los permisos de Europa”.

Por último, Tamaranae lanza “un llamamiento a todas las personas que estén comprometidas con la protección del barranco y el patrimonio natural, cultural y arqueológico que va a ser destruido a que acudan a la acampada y a la zona de las obras para proteger uno de los últimos rincones vírgenes que quedan en Gran Canaria”. 

Suscríbete para seguir leyendo