Las obras de Salto de Chira obligan a respetar la época de cría de tres aves protegidas

Un estudio incluido en el Plan de Vigilancia alerta de las afecciones a especies protegidas y recomienda no realizar trabajos desde el 15 de enero al 15 de mayo

Un ejemplar de halcón togorote o de Berbería, una especie en peligro de extinción.

Un ejemplar de halcón togorote o de Berbería, una especie en peligro de extinción. / Rayco Trujillo

Un informe incluido en el Plan de Vigilancia de las obras de Salto de Chira alerta de que las obras pueden afectar a varias especies protegidas, como el halcón tagorote o de Berbería, el cuervo canario y el alcaraván, por lo que recomienda que los trabajos se realicen en determinadas fechas para respetar el periodo de cría de esas aves.

«De forma general, habría que evitar todo tipo de obras que produzcan ruido o impliquen la instalación de maquinaria pesada durante el periodo comprendido entre el 15 de enero y el 15 de mayo», especifica el documento titulado Estudio de la presencia de halcón tagarote (Falco peregrinus pelegrinoides) en la zona afectada por la construcción del Proyecto Chira-Soria y probables repercusiones sobre las aves, elaborado en junio de 2022 por un equipo de trabajo formado por Beneharo Rodríguez, Daniel González y Felipe Siverio. 

Sin embargo, mientras la empresa Red Eléctrica de España (REE) asegura que se están respetando todos los condicionantes de ese informe, grupos ecologistas denuncian que en las actuales obras en la parte alta del barranco de Arguineguín se están incumpliendo esas medidas de protección.  

Dos de los firmantes del estudio también consideran que con los trabajos que se ejecutan en estos momentos no se estaría respetando la época crítica de la reproducción de estas especies protegidas, que va desde mitad de enero a mitad de mayo.  

Así, el ornitólogo Beneharo Rodríguez corroboró que el estudio que realizaron para la empresa Novotec, la consultora que contrató Red Eléctrica de España (REE) para ejecutar el Plan de Vigilancia de Salto de Chira, recogía esas advertencias y condicionantes respecto a esas tres aves protegidas. 

Por su parte, Daniel González declaró que el periodo crítico en la cría de esas aves está bien determinado en el informe, por lo que no se deben realizar obras fuera de las fechas estipuladas. A su juicio, los alcaravanes también sufren ahora la presión porque ya se están iniciando las obras preliminares para instalar las torretas de la línea eléctrica.

El estudio incluido en el Plan de Vigilancia de Salto de Chira, al que ha tenido acceso este periódico, señala textualmente en el capítulo de «conclusiones y medidas propuestas» que en el caso del halcón tagarote «aunque las propias paredes de cría no se verán afectadas, es posible que las obras de construcción, así como las infraestructuras resultantes ocasionen molestias e incluso casos de mortalidad directa en los tres territorios de cría estudiados».

El Montañón 

«De manera particular», añade el estudio, «en el territorio de El Montañón es muy posible que las explosiones y los desmontes que se realizarán para la construcción de las cavernas donde irán las turbinas afecten directamente al comportamiento de los adultos». 

Por tanto, recomienda «efectuar las obras fuera del periodo crítico de la reproducción que coincidiría con el cortejo, la incubación y la primera parte del desarrollo de los pollos» Así, «a efectos prácticos, no se deberían realizar obras que impliquen ruidos o instalación de maquinaria grande durante el periodo crítico (15 de enero-15 de mayo)». 

«En caso de que esto no fuera posible por motivos operativos, se recomienda que los trabajos empiecen con mucha antelación a estas fechas (nunca después del 1 de diciembre), y que además se lleve a cabo un programa de vigilancia y control continuo de la actividad de la pareja para actuar de forma oportuna si es observado algún tipo de alteración en su comportamiento reproductor», puntualiza.

Fuentes de REE sostienen que este último párrafo del informe es el que permite las obras actuales. «De acuerdo con ello», alegaron las fuentes de la empresa, «el 15 de noviembre se iniciaron los trabajos en los diversos frentes próximos a los nidos de la especie, introduciendo maquinaria pesada para la apertura de los accesos y de personal a pie, acometiendo trabajos de control y eliminación de especies de flora invasor». 

En paralelo, «y en cumplimiento estricto del citado requerimiento, se puso en marcha el programa de vigilancia y control, desarrollando un seguimiento de las parejas tanto de halcón tagorote, principal especie incluida en el estudio, como de otras de las especies presentes como el cuervo grande y otras», apuntaron las mismas fuentes.

Este seguimiento, explicó REE, lo está desarrollando una parte del equipo que realizó y redactó el informe original del halcón, con una frecuencia hasta la fecha semanal, ajustada a la biología de la especie, frecuencia que se incrementará si las parejas nidifican definitivamente. «Hasta la fecha, los resultados obtenidos son esperanzadores, apreciándose actividades de cortejo y pasados en las zonas que podrían indicar el avance en el proceso por parte de éstas».

Aparte de las explosiones o trabajos con maquinaria pesada, el estudio de los expertos también detalla que «en los territorios del Puntón de Los Gavilanes y del Sao, los tendidos eléctricos que se pretenden instalar en las inmediaciones supondrán un riesgo real de colisión para los adultos, así como de electrocución si no están debidamente aislados». 

«Especialmente preocupante para el territorio del Puntón de Los Gavilanes podría ser el vano que conectará el cauce con la parte alta del barranco (el más largo dentro de la zona de influencia de los halcones), ya que con seguridad es una zona de vuelo de los halcones y de otras especies», señala el estudio, que insiste en que los apoyos eléctricos, tanto los situados dentro del área de uso de los halcones como otros más alejados (Barranco del Lechugal), serán utilizados con frecuencia por el halcón y por otras especies, por lo que «además de respetar el periodo crítico (15 de enero-15 de mayo) a la horade su instalación, todas estas infraestructuras (no solo las incluidas dentro del área crítica para los halcones) deben estar balizadas y aisladas correctamente». 

Respecto a las otras especies rupícolas, continúa el documento, «habría que aplicar las mismas medidas señaladas para los halcones, especialmente en el área crítica definida para el territorio de cuervo grande y en los tendidos que atravesarán el tablero de Tauro». En consecuencia, «dadas las diferencias fenológicas, en el caso del alcaraván común y del corredor sahariano las obras de instalación de los apoyos y los tendidos en la zona señalada no deberían realizarse entre enero y junio». 

Halcones y acampadas

El estudio del halcón, explicó REE, se realizó por requerimiento del Servicio de Biodiversidad para cumplir el condicionante 3.4 de la Declaración de Impacto Ambiental, y debía disponerse del mismo con antelación al inicio de las obras, por lo que se acometió en el invierno y la primavera de 2022. «Otro aspecto a tener en consideración en relación con la posible afección a la nidificación del halcón es la presencia al pie del Montañón de la acampada de la plataforma que motiva la presencia permanente desde poco después del inicio de los trabajos de un contingente de personas y actividad al pie del escarpe, lo que supone al igual que la actividad de las obras, un cierto efecto que influirá en la nidificación en ese emplazamiento o al desplazamiento del nido a otra ubicación», alegó la empresa.

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